Críticos temen que la adquisición de Monsanto, por parte Bayer, favorezca los cultivos transgénicos en países de la Unión Europea. Asimismo preocupa la
concentración del mercado de semillas y pesticidas.
Este año, ambientalistas en todo el mundo volvieron a marchar contra Monsanto, el productor de organismos genéticamente modificados (OMG) más odiado. La
compañía es tan exitosa que Bayer, una de las mayores empresas alemanas, gastará 66 mil millones de dólares en su compra.
Esta es la mayor oferta jamás realizada por una empresa alemana para la adquisición de una empresa extranjera. Ambas compañías producen pesticidas y
juntas controlarían el 28% del mercado mundial. La fusión debe ser aún aprobada por las autoridades vigilantes de la competencia y reguladoras de mercado. Su posición dominante en el
campo agroquímico hace también saltar las alarmas por razones ambientales.
La reacción al anuncio de la compra ha sido particularmente fuerte en Alemania, donde la población rechaza mayoritariamente los alimentos transgénicos. La estadounidense Monsanto se
retiró del mercado europeo hace unos años, debido a la moratoria que la Unión Europea (UE) impuso al cultivo de organismos modificados genéticamente. Pero la compañía todavía exporta
OMGs a la UE.
Muchos analistas esperan que Bayer entierre la marca Monsanto. Al respecto, Werner Baumann, presidente de Bayer, le dijo al diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung que "basta
recordar que Bayer goza de una excelente reputación global y debemos aprovechar esa ventaja”.
A pesar de que Bayer desarrolla, produce y vende productos similares, no genera una percepción pública negativa en Europa, a diferencia de su contraparte estadounidense. Jan Pehrke,
de la ONG alemana “Coalición contra los peligros de Bayer”, dice que es más difícil dar a conocer las actividades de Bayer en la producción de pesticidas debido a que la compañía está
involucrada en muchas más áreas que Monsanto, que básicamente vende semillas y transgénicos.
Bruselas pone a los Estados contra las cuerdas
La Comisión pide nuevas reglas para obligar a los países a retratarse en temas sensibles
La Comisión Europea, difuminada en ese apelativo difuso que se da en llamar Bruselas, está cansada de sufrir todas las invectivas que se
lanzan sobre la UE. Y ha decidido tomarse su pequeña venganza. El brazo ejecutivo del proyecto comunitario pondrá este martes contra las cuerdas a los Estados miembros con una propuesta que
les obliga a retratarse en situaciones incómodas. Se trata de una reforma técnica con un trasfondo marcadamente político: que las capitales no dejen sola a Bruselas cuando hay que tomar
decisiones sensibles como permitir o no cultivos transgénicos en suelo europeo.
La propuesta, a la que ha tenido acceso EL PAÍS, será respaldada por el colegio de comisarios en Estrasburgo. El origen deriva del malestar que acumula Comisión por las ocasiones en que los
Estados se inhiben en asuntos delicados sobre los que Bruselas acaba decidiendo en solitario. La nueva regulación plantea que los Estados, que tantas veces plantan cara a Bruselas invocando
su soberanía, estén obligados a dar una respuesta. Y que además esta se divulgue.
La iniciativa solo afecta a los llamados actos de ejecución, que deben ser aplicados de manera homogénea en
el club comunitario y en los que Bruselas tiene el poder de adopción en solitario. La medida deja intacto el grueso del trabajo en la UE: leyes y reglamentos que deben ser pactados entre
Comisión, Consejo y Parlamento. Para garantizar la legitimidad de esos actos ejecutivos, deben estar avalados por unos comités representativos de los Estados miembros. Por lejano que parezca,
en ese marco se adoptan medidas de impacto directo para empresas y negocios como la aprobación de cultivos genéticamente modificados o la regulación sobre sustancias potencialmente tóxicas.
“Aunque la Comisión tiene el poder para decidir en estos casos, debido a la particular sensibilidad de los asuntos en juego, los Estados miembros deberían asumir también su responsabilidad”,
exige el texto.
Casos clave
Bruselas cita dos casos clave de inhibición de los Estados en asuntos alimentarios y de salud pública: el de los cultivos transgénicos y el del glifosato. En el primero, Bruselas reprocha a
los gobernantes que cuando les pregunta si se debe autorizar o no un alimento o pienso modificado genéticamente, generalmente optan por no votar en el comité correspondiente, ni a favor ni en
contra. De esa manera evitan manifestarse en un terreno pantanoso. Lo mismo ocurre con el glifosato, un
compuesto químico controvertido, utilizado en herbicidas y sobre cuya toxicidad existen dudas. La Comisión decidió extender el año pasado la licencia, pero aunque en privado muchos Estados
aplaudieron en la decisión, en el comité correspondiente rehusaron manifestarse. Bruselas, en definitiva, quiere evitar ser el blanco de todas las críticas de ONG y otros colectivos
contrarios a este tipo de licencias.
Si la reforma de la Comisión prospera, las reglas habituales de la mayoría cualificada permitirán, en estos actos ejecutivos, restar a aquellos que no voten ni a favor ni en contra, de manera
que sea más sencillo alcanzar los umbrales necesarios para dar por buena la decisión. También se podrán elevar los dosieres a un ámbito político superior (a los ministerios correspondientes
de cada país, incluso pedir opinión a las reuniones de ministros del Consejo). La última medida consiste en lo que Bruselas denomina “elevar la transparencia de voto”. En plata: las
decisiones de los países en esos comités podrán hacerse públicas, de forma que los ciudadanos conozcan claramente las posiciones de sus Gobiernos en asuntos controvertidos.
Los datos revelan que esos choques entre Bruselas y las capitales no constituyen precisamente el principal problema del bloque comunitario. Solo el 2% de las decisiones que se adoptan en
estos comités acaban sin una postura clara. Pero esas situaciones “ocurren en áreas muy sensibles”, justifica Bruselas. Una pequeña venganza por la querencia de las capitales a nacionalizar
los éxitos y europeizar los fracasos.
La mayor parte de la modificación genética de los árboles forestales ha sido realizada con la transferencia de DNA mediado por Agrobacterium; pero también se ha utilizado el bombardeo de partículas con DNA fijado o
"transformación biolística". De las 205 aplicaciones permitidas a finales del 2003, el 73,5% se originó en EEUU, el 23% en otros países miembros de la OECD (en particular Bélgica, Canadá,
Francia, Finlandia, Nueva Zelanda, Noruega , Portugal, España y Suecia) y el 3.5% en otras partes (Brasil, China, Chile, Sudáfrica y Uruguay) [1]. Cuatro características se reportan para
el 80% de las aplicaciones de permisos: tolerancia a herbicidas (32%), marcadores de genes (27%), resistencia a insectos (12%) y modificación de lignina (9%). De las especies de árboles
involucradas, Populus, Pinus, Liquidambar (Árbol de goma dulce) y Eucalyptus representan el 85% de las aplicaciones.
A pesar de que el interés comercial era bajo durante los primeros diez años del desarrollo de árboles transgénicos, éste ha crecido paulatinamente desde finales de los 90s. A finales del 2003, el 45% de los permisos
otorgados fueron para la industria y, principalmente, para álamos. Pero hasta el momento no ha habido un empuje concertado para la comercialización de árboles GM excepto en China, donde
se han plantado más de un millón de árboles transgénicos en iniciativas de "reforestación" a raíz de la aprobación de su comercialización otorgada por la Administración Estatal de
Silvicultura de China en el 2002.
Varias compañías, incluyendo Weyerhaeuser, Shell and Monsanto, involucradas en la investigación de árboles transgénicos, habían dejado los estudios porque no eran económicamente atractivos [2]. Sin embargo, la decisión
tomada en diciembre de 2003 en la Novena Conferencia de las Partes en el Marco del Convenio de Cambio Climático de las Naciones Unidas de permitir a las compañías y gobiernos del Norte
establecer plantaciones de árboles transgénicos en el Sur bajo el "Mecanismo de Desarrollo Limpio" podría ser el peldaño que necesitan los productores de OGM para ver a los árboles
transgénicos económicamente atractivos.
La creciente sustitución de los bosques
Los árboles forestales tienen una larga vida. Su sistema de raíces es extensivo e interactúa con numerosas especies en la biota del suelo, las cuales son cruciales para reciclar,
almacenar y mantener los nutrientes en el ecosistema forestal. Por encima del suelo, los árboles proporcionan sombra, hogar y alimento a comunidades indígenas y a casi 2 millones de
especies de insectos, aves, mamíferos, otras plantas, epífitas, hongos y bacterias.
Todos los seres humanos dependen de los bosques de una u
otra manera ya sea con agua limpia, hábitat, alimentos, plantas medicinales y como santuarios recreacionales y espirituales.
La mayoría de ellos, especialmente los bosques tropicales, son esenciales para el ciclo del agua que lleva la lluvia hacia los cultivos; y para regular la temperatura de la Tierra, evitando
que algunos lugares sean muy calientes o muy fríos. Los bosques absorben dióxido de carbono y producen oxígeno; en ese sentido son los "pulmones" del planeta.
El reemplazo de los bosques por plantaciones de árboles
GM provocará un desastre ecológico para nuestro planeta, especialmente ahora que el calentamiento global se está acelerando dramáticamente.
Los árboles GM están diseñados para plantaciones enormes de monocultivos, pero constituyen una amenaza a los ecosistemas forestales naturales biodiversos. Las denominaciones que ponen las
comunidades locales a las plantaciones industriales son reveladoras [2]. El eucalipto es el "árbol egoísta" porque sus plantaciones remueven nutrientes del suelo y consumen tanta agua que
los campesinos no pueden cultivar arroz en los campos adyacentes. Los Mapuche de Chile se refieren a las plantaciones de pino como "soldados plantados" porque son verdes, están en fila y
avanzan. En Brasil, las plantaciones de árboles son "desiertos verdes" y en Sudáfrica las llaman el "cáncer verde". A lo largo y ancho del hemisferio sur las organizaciones y redes se
están oponiendo activamente a las plantaciones industriales de árboles en sus tierras. Los árboles transgénicos intensificarán los problemas de las plantaciones industriales y la oposición de las comunidades
indígenas.
Un reporte conjunto del Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales (WRM en inglés) y Amigos de la Tierra Internacional (FoEI en inglés) [2] señala que los científicos que dicen
"mejorar" árboles mediante modificación genética están en realidad trabajando para "mejorar la rentabilidad de las empresas" que financian sus investigaciones. Además destaca:
"Pero desde una perspectiva biológica no existe un mejoramiento. ¿Acaso un árbol con menos lignina es mejor o peor que uno normal? Claramente es peor, dada la pérdida resultante de sostén
estructural, lo que hace susceptible a daños durante tormentas de vientos. ¿La resistencia a un herbicida es una "ventaja"? No lo es, pues permite la aspersión extensiva de herbicidas que
afectan el suelo y, al mismo tiempo, destruyen la flora local y las formas de vida salvaje. ¿Es acaso un árbol sin flores ni frutos ni semillas útil para los seres vivos? Este árbol no es
el alimento de miríadas de especies de insectos, aves y otras especies que dependen de él. ¿Constituye un árbol con propiedades insecticidas un "mejoramiento"? Es una amenaza muy
peligrosa para muchas especies de insectos que son parte de cadenas alimenticias más grandes."
Los árboles transgénicos violan los
convenios internacionales
El reporte del WRM señala que los OGM en general y los árboles transgénicos en particular son una clara violación del Convenio de Diversidad Biológica, el cual obliga a los gobiernos a ejecutar el principio de precaución para los
OGMs que puedan causar daños graves a la biodiversidad. Los árboles transgénicos también violan el espíritu del Foro sobre Bosques de las Naciones Unidas, que fue establecido para
proteger los bosques del mundo.
Desafortunadamente, la inclusión de árboles GM dentro del marco del Mecanismo de Desarrollo Limpio del Protocolo de Kyoto significa que el Convenio de Cambio Climático no sólo apoya la
expansión de las plantaciones de árboles, sino que asume a las plantaciones de árboles transgénicos como mejores "sumideros de carbono".
El WRM, el FoE Internacional y ECOTERRA Intl. hacen un llamado a todos los gobiernos, especialmente a las Partes del Convenio de Cambio Climático y su Protocolo de Kyoto, a prohibir la
plantación de árboles transgénicos. La campaña en contra de los árboles GM fue lanzada en Enero del 2004 por la Asociación de Bioseguridad de la Sociedad Finlandesa y la Unión de
Ecosilvicultura (ver "No a los árboles GM", SiS 23).
Contaminación transgénica inevitable e ineludible
Los árboles forestales son altos, de larga vida y producen abundante polen y semillas que pueden ser transportados bien lejos. Estos árboles también se reproducen asexualmente mediante
clones que se dispersan largas distancias de la planta madre promoviendo, por lo tanto, una mayor contaminación transgénica. De esta manera, la contaminación de árboles nativos por parte
de árboles GM es inevitable e ineludible.
Los árboles GM con poca lignina aumentan la destrucción de bosques y formas de vida. Los árboles con poca lignina son más susceptibles, no solo a daños por tormentas, sino también a
ataques de insectos, hongos y bacterias (ver "Árboles transgénicos con poca lignina y cultivos para forraje", SiS 23).
La característica de lignina reducida diseminándose por los bosques nativos los hará susceptibles a tormentas, ataques de pestes y enfermedades bacterianas y por hongos. Las poblaciones
de insectos plaga también aumentarán.
Aunque las plantaciones de árboles GM con poca lignina beneficiarán a la industria del papel, también destruirán las formas de vida locales, forzando a las comunidades a desplazarse hacia
lugares donde tendrán que talar otros bosques para poder cultivar [2].
Las plantaciones forestales a menudo están seguidas por la destrucción de bosques nativos. En Sumatra, por ejemplo, extensas áreas de bosques fueron destruidas para alimentar las fábricas
de pulpa y papel; las zonas desbrozadas fueron reemplazadas por plantaciones de acacia. El argumento de que plantar árboles GM de crecimiento más rápido es "cultivar más madera en menos
tierra" es engañarse. El producir más fibra para la industria del papel no cambiará la demanda de maderas finas tropicales de alta calidad para la industria de la construcción. Además, la
demanda de madera no es la única causa de la deforestación; la construcción de vías, las represas, los monocultivos (como la soya en Brasil o Argentina) o la ganadería, minería y
extracción petrolera también contribuyen a la destrucción de los bosques nativos, y la plantación de árboles GM no harán nada para detener la destrucción.
Los árboles GM de crecimiento rápido consumirán más agua que las plantaciones de árboles industriales actuales, drenando aún más los pocos acuíferos que quedan e impactando en los bosques
adyacentes.
La mayor parte de la pulpa producida en el Sur se exporta al Norte. El consumo de papel per capita en Alemania es 70% más elevado que en EEUU. Vietnam consume en promedio el 2% de la
cantidad de papel consumida en EEUU, a pesar de que los niveles de alfabetización en EEUU, Alemania y Vietnam son casi idénticos [2]. Cerca del 40% del papel es utilizado para
empaquetamiento, y el 60% del espacio utilizado en los periódicos estadounidenses es para propagandas. Según Jukka Hamala, directora de Stora Enso - la segunda compañía más grande del
mundo en producción de papel, embalaje y productos forestales, cuyas ventas bordearon los 12.4 billones de dólares en 2004 - el factor clave para una mayor demanda fue el aumento de
anuncios y propagandas en los periódicos y revistas. Por lo tanto, el aumento del consumo de papel no es ni necesario ni tampoco deseable.
Los árboles transgénicos de crecimiento rápido exacerban el cambio climático.
El argumento de que plantar árboles transgénicos puede revertir el cambio climático también es una falacia. La empresa productora de autos Toyota empezó en 1993 sus ensayos de campo con
árboles genéticamente modificados para
absorber más carbono. Desafortunadamente, mientras la absorción de carbono aumentaba, también lo hacía el consumo de agua.
Las plantaciones de árboles son mucho menos efectivas en secuestrar carbón que los ecosistemas forestales nativos. Un ecosistema nativo forestal es un sumidero de carbono efectivo. Se ha
estimado que los bosques neo-tropicales de América Central y del Sur secuestran, por lo menos, una tonelada de carbono por hectárea al año gracias al aumento de biomasa por encima del
suelo (es posible que se secuestre más carbono en el suelo). En contraste, la destrucción de una hectárea de bosque emite 200 toneladas de carbono (ver "Por qué Gaia necesita de selvas
tropicales", Isis 23).
Los árboles de crecimiento rápido y de poco contenido lignínico también se enraizarán más fácilmente, devolviendo dióxido de carbono a la atmósfera con mayor rapidez, exacerbando el
calentamiento global en vez de aminorarlo.
Unos investigadores utilizaron un escáner multiespectral térmico infrarrojo de la NASA para averiguar el contenido energético de los bosques experimentales en Oregon en 1989 [3].
Encontraron que un área desbrozada tenía una temperatura superficial de 51.8°C, es decir, era más caliente que una cantera cercana, la cual registró 50.7°C. Una plantación de abetos con
árboles maduros registró 29.9°C, comparado con los 29.4°C del bosque de abetos naturales; en contraste, la temperatura más baja fue de 24.7°C y fue registrada en un bosque de 400 años de edad. El
efecto de enfriamiento del ecosistema forestal natural no solo es importante para aliviar el calentamiento global; también es un indicador significativo de sustentabilidad [4].
Los árboles transgénicos insecticidas destruyen la biodiversidad
No hay duda de que los árboles transgénicos insecticidas matarán a muchos insectos, tanto a especies deseadas como a especies no deseadas; es decir, antes de que las plagas desarrollen
resistencia en unos seis o siete años, según una estimación de Liu Xiaofeng del Departamento de Agricultura de Henan, un científico que cuestiona el algodón transgénico plantado en China
(ver "El fiasco del algodón transgénico en todo el mundo", SiS25). En ese punto, más insecticidas serán utilizados, especialmente a medida que nuevas clases de plagas aparezcan.
La mayor amenaza a la biodiversidad es la expansión de las características insecticidas hacia bosques naturales. Los experimentos de laboratorio han demostrado que las toxinas Bt
producidas en los cultivos transgénicos pueden
perjudicar a los predadores beneficiosos que se alimentan de insectos plaga, incluso cuando las pestes no sean afectadas por las toxinas [5]. Se encontró que una clase de toxinas Bt
(Cry1A) afectaban a ratones, mariposas y otras especies benéficas. Otra clase (Cry3A) actúa contra los insectos del orden Coléoptera (escarabajos y gorgojos) [6], que abarca a unas 28 600
especies. Las toxinas Bt son conocidas por salir de las raíces y penetrar en el suelo impactando potencialmente a la biota. La reducción de las poblaciones de insectos impactarán a su vez
en aves y mamíferos que se alimentan de ellos.
Los árboles GM tolerantes a herbicidas producen desiertos verdes
Los árboles GM han sido construidos para ser tolerantes a herbicidas de amplio espectro que matan a cualquier otra planta. Si esto no suficiente para creer lo perjudiciales que son, estas
sustancias también afectan a toda clase de animales incluyendo a los seres humanos (ver El caso de un Mundo Sustentable libre de transgénicos, reporte ISP www.indsp.org ). Las plantaciones de árboles GM tolerantes a herbicidas realmente son desiertos verdes y el daño colateral a bosques y cultivos adyacentes debido a la aspersión de herbicidas es
inevitable como también la contaminación de agua potable.
El glifosato es la causa más frecuente de quejas y envenenamientos en Gran Bretaña. Se han reportado trastornos de varias funciones del organismo después de su uso a niveles normales.
Además duplicó el riesgo de aborto espontáneo tardío y los hijos de personas expuestas al glifosato tenían defectos neurológicos de comportamiento elevados. El Roundup (la marca comercial
del glifosato producido por Monsanto) causó una disfunción de la división celular que podría estar vinculada con el cáncer humano. También causó el desarrollo tardío del esqueleto fetal
en ratas de laboratorio. Inhibe la síntesis de esteroides y es genotóxico en mamíferos, peces y sapos. Es letal y altamente tóxico para gusanos y lombrices.
El glufosinato de amonio está relacionado con la toxicidad neurológica, respiratoria, gastrointestinal y hematológica y con defectos congénitos en los seres humanos. Es tóxico para las
mariposas, un sinnúmero de insectos beneficiosos, larvas de almejas, ostras y otros invertebrados acuáticos, así como a algunos peces de agua dulce como la trucha arco iris. También
inhibe a las bacterias y hongos benéficos presentes en el suelo, especialmente, aquellos que fijan el nitrógeno.
Peligros a la salud
Los peligros a la salud de los árboles transgénicos son similares a los producidos por otros cultivos GM, pero podrían ser más intensos. Mencionaremos dos de los más destacados. El
Agrobacterium, utilizado como vector para crear muchos árboles transgénicos, es una bacteria del suelo que ocasiona tumores en plantas infectadas y es capaz de transferir genes hacia las
células humanas y animales (ver "Vector común vegetal inyecta genes a células humanas" http://www.i-sis.org.uk/Agrobacterium.php). Los científicos han advertido que la Agrobacterium es extremadamente difícil de erradicar de las plantas transgénicas creadas y,
por lo tanto, pueden servir como un vehículo potencial para la transferencia horizontal no intencionada de genes hacia bacterias del suelo y otras especies, incluyendo seres humanos que
entran en contacto con cultivos transgénicos. Este peligro aumenta enormemente con los árboles GM, especialmente debido a su extenso sistema de raíces. La rizósfera - sistema radicular
vegetal - es un conocido "punto caliente" para la transferencia horizontal de genes.
El potencial que tiene Agrobacterium para mediar la transferencia horizontal de genes, y los peligros resultantes de la diseminación de marcadores de resistencia antibiótica; la creación
de nuevas bacterias y virus que causan enfermedades como el cáncer en animales incluyendo los seres humanos fueron revisados en el capítulo 11 el reporte ISP (www.indsp.org).
Otra amenaza para la salud constituyen las toxinas Bt y otros transgenes, que podrían extenderse ampliamente en el polen de los árboles transgénicos. Todas las toxinas Bt utilizadas como
transgenes, incluyendo las que confieren tolerancia al glifosato, tenían similitudes con alérgenos conocidos y, por tanto, pueden provocar alergias (ver "¿son alérgenas las proteínas
transgénicas?" reporte de ISIS 05/01/ 2005 http://www.i-sis.org.uk/ATPA.php)
Referencias 1. Lang C. Genetically Modified Trees The ultimate threat to forests. World Rainforest Movement and Friends of the Earth, December 2004 http://www.wrm.org.uy/subjects/GMTrees/text.pdf 2. Van Frankenhuyzen K and Beardmore T. Current status and environmental impact of transgenic forest trees. Can J For Res 2004, 1163-1180. 3. Luvall JC and Holbo HR. Measurements of short term thermal responses of coniferous forest canopies using thermal scanner data. Remote Sensing and the Environment 1989, 27, 1-10. 4. Ho MW. Are sustainable economic systems like organisms? In Evolution, Development and Economics (P. Koslowski, ed.), Springer-Verlag, Berlin, 1998b. 5. Dutton A, Klein H, Romeis J and Bigler F. "Uptake of Bt-toxin by herbivores feeding on transgenic maize and consequences for the predator Chrysoperia carnea", Ecological Entomology 2002, 27, 441-7. 6. Wu S-J, Koller CN, Miller DL, Bauer LS and Dean DH. Enhanced toxicity of Bacillus thuringiensis Cry3A d-endotoxin in coleopterans by mutagenesis in a receptor binding loop. FEBS Letters 2000, 473, 227-232. 7. Reviewed in Ho MW and Lim LC. The Case for a GM-Free Sustainable World, ISP Report, ISIS & TWN, London & Penang, 2003
* La Dra. Maewan Ho es editora de la revista Ciencia en Sociedad (SiS) y asesora científica de la Red del Tercer Mundo. Para más información sobre su trabajo visite:www.i-sis.org.uk
http://www.i-sis.org.uk
Ningún derecho para la contaminación Prohibición Mundial a los árboles transgénicos
La Madre Pachamama nos llama, !Escuchemosla!
PROTEJAMOS NUESTRAS SEMILLAS. VALOREMOS NUESTRAS SEMILLAS. RESCATEMOS NUESTRO CAMPO Y CAMPESINOS COLOMBIANOS
El cruce de especies, tanto de plantas como animales, por parte del ser humano, se remonta a tiempos inmemoriales. Ahora, gracias a la biotecnología, un proceso de siglos se reduce a meses,
semanas, e incluso se produce aquello que parecía imposible.
¿Qué son los transgénicos?
Los transgénicos u organismos genéticamente modificados (OMG), son aquellos organismos a los que se les ha introducido genes de otro organismo. Podríamos decir entonces que, por ejemplo, una
planta transgénica es aquella a la que se le ha introducido un gen de una bacteria. O un animal transgénico es aquel al que se le ha introducido un gen de otro animal.
¿Qué es un gen?
Un gen es la unidad de información dentro del ADN que permite producir una proteína. Un ser vivo está lleno de ADN, y el ADN a su vez está lleno de genes. Cada proteína producida tiene una
función específica dentro del ser vivo y algunas, según qué trabajo realicen dentro del organismo, pueden conferirle a este una propiedad especial.
¿Cuál es el objetivo de los OMG?
Los OMG se fundamentan en una habilidad o propiedad especial adquirida. Por ejemplo, un maíz transgénico que resiste a las plagas, gracias al gen de una bacteria -Bacillus thurgensis- que
le permite producir una toxina venenosa para los insectos que lo devoran. O, por poner un ejemplo más descabellado, un conejo fluorescente que brilla bajo luz azul, gracias a los genes de una
medusa luminiscente.
La aplicación genética en la industria de alimentos
Los OMG tienen como fin último el beneficio humano. Alguien, después de leer las últimas líneas, podría pensar, ¿para qué nos serviría un conejo fluorescente? Para nada, pero a esta tecnología
aplicada a la agricultura y a la industria de la alimentación se le presuponen muchas ventajas.
La posibilidad de criar animales para el consumo humano que crecen más rápido y son tres veces más grandes, como los salmones estadounidenses considerados ya aptos para el consumo; o poder
cultivar plantas resistentes a los herbicidas o a la escasez de agua, como el caso anterior del maíz capaz de sintetizar una toxina contra los insectos pero inofensiva contra el ser humano.
Las posibilidades son infinitas, pero la polémica viene con el desconocimiento y la duda. Aquello que se desconoce asusta. De ahí vienen las preguntas: ¿todos estos cambios afectan a nuestra
salud? ¿Cómo? ¿Existen secuelas medioambientales? ¿Cuál es el impacto económico? En definitiva, ¿dónde está la trampa?
Consecuencias: la salud y los alimentos transgénicos
Se parte de la base de que no existen consecuencias a la salud probadas hasta la fecha. Las teorías más respaldadas son: posibles reacciones alérgicas debidas a la transmisión de genes de
organismos alérgicos a otros que no lo son y la posible transmisión de resistencia a los antibióticos de los alimentos modificados a bacterias o patógenos de nuestro organismo.
“En el pasado hemos visto que allí donde se hace un pequeño cambio puede haber grandes consecuencias que no se ven. Sin embargo, hasta donde yo sé, aparte de los posibles riesgos de alergia, no
existe impacto conocido en la salud. Si la tecnología se usa con control no tendríamos por qué tener miedo” le dijo a DW Boris Jerchow, científico del Instituto de Medicina Molecular Max Delbrück
en Berlín, Alemania.
Consecuencias: impacto directo en el medioambiente
Entre los posibles impactos a la naturaleza, el mayor miedo de todos es la pérdida de la biodiversidad. El cruce natural de las plantas modificadas y las plantas originales podría ocasionar la
pérdida de estas últimas. El resultado sería una generalización de las semillas, poniendo en riesgo la pluralidad de las especies de cultivo.
Por otro lado se teme la contaminación del suelo por el abuso de los herbicidas y el impacto que tiene eso en polinizadores clave como las abejas. La relación entre estos tóxicos y lo cultivos
transgénicos proviene de un gen que confiere a las plantas resistencia a los herbicidas.
“El glifosato es un herbicida que mata todo tipo de planta verde. Y esta tecnología está mal aprovechada porque sólo se enfoca en permitir el abuso de esta sustancia y de promover el monocultivo”
contó a DW Birgit Wilhelm, experta agrónoma de la asociación WWF, en Alemania.
Consecuencias: movilizaciones y polémicas comerciales
El miedo a la enfermedad no es mucho mayor que el miedo a la dominación. La gran polémica detrás de los transgénicos es la del control del mercado. La compañía puntera a nivel mundial en
agrobiotecnología es la norteamericana Monsanto -y sus empresas subsidiarias.
Esta multinacional está bajo la polémica, entre otras, de comercializar semillas modificadas para un solo uso, lo cual obliga a los agricultores a comprar semillas cada año.
“En EE.UU. hay casos de juicios de compañías que demandan a gente por tener cultivos modificados en sus campos sin licencia. El problema es que los cultivos transgénicos pueden mezclarse con los
cultivos de otros granjeros con la simple acción del viento” explicó Wilhelm.
Los cultivos transgénicos en el mundo
Los cinco grandes países en producción de cultivos transgénicos, en orden de mayor a menor, son: EEUU, Brasil, Argentina, India y Canadá. La soja es el cultivo estrella, seguido del maíz y el
algodón. En Europa la importación es mucho más grande que la producción de OMG, sin embargo la mayor parte se destina a la industria textil y los piensos para animales.
“En Europa existe un gran rechazo por parte de los consumidores, principalmente porque no le ven ningún beneficio. Probablemente los comerciantes y agricultores noten una reducción en los costes
de producción”, comentó a DW Peter Karim Ben Embarek, encargado del Departamento de Seguridad de Alimentos y Zoonosis de la Organización Mundial de la Salud.
Un gran interrogante, dos versiones enfrentadas
Esta nueva tecnología es foco de duda, miedo y discusión. Por un lado existen posturas que apoyan la viabilidad de este sistema y lo nombran como la solución al hambre en el mundo, como una ayuda
a reducir la deforestación y un alivio de emisiones de CO2.
“Podría ser una manera de solventar el problema de la creciente superpoblación del planeta, pero no la solución última. Habría que enfocar el tema desde la sostenibilidad y regularlo con
inteligencia” remarcó Embarek.
En la otra cara de la moneda encontramos actitudes que rechazan el método por la dominación económica de patentes, el impacto negativo medioambiental y la amenaza económica para los agricultores
ecológicos. “No va a ayudar a hacer frente los retos a los que nos enfrentamos, como el cambio climático. El funcionamiento del ecosistema es mucho más complejo que unos simples genes”, recalcó
Wilhelm.
Ya son aproximadamente 20 años de cultivo transgénico y sigue habiendo muchas incógnitas. Pero como en tantos otros dilemas a los que ha tenido que hacer frente el ser humano, el tiempo lo dirá
todo.
En una carta publicada hace unos días, más de 100 premios Nobel critican a Greenpeace por su postura
contra el uso de organismos modificados genéticamente (OGM) y específicamente por su posición crítica contra la eficiencia del arroz dorado como recurso para atajar la deficiencia de
vitamina A. En su documento usan un lenguaje particularmente duro, llegando a acusar a la ONG de “crimen contra la humanidad”. Es indiscutible que los nobeles son personas sumamente
capacitadas que han ayudado a la humanidad por medio de su ciencia. Sin embargo, ello no los convierte necesariamente en personas especialmente sensibles, bien informadas o
suficientemente críticas como para abordar asuntos tan complejos como la malnutrición humana o el desarrollo sostenible.
Existen pruebas abundantes sobre los efectos potenciales del uso de los organismos modificados genéticamente sobre el medio ambiente. Está bien documentado que es frecuente la
contaminación involuntaria del genoma de especies silvestres (por ejemplo, CN Stewart y col, Transgene introgression from genetically modified crops to their wild relatives Nature Rev
Genetics, 2003), aunque los efectos a largo plazo de dicha contaminación no son siempre obvios. Por otra parte, los indicios sobre los efectos directos de los OGM sobre la salud
humana son, en efecto, muy limitadas o inexistentes. Esta carencia de pruebas en humanos podría ser debida, en parte, a la falta de estudios que examinen los potenciales efectos sobre la
salud con el transcurso del tiempo. En realidad es muy difícil hacer predicciones a largo plazo y a gran escala de los efectos potenciales de los OGM sobre el medio ambiente y la salud
humana (D Caruso, Intervention: Confronting the Real Risks of Genetic Engineering and Life on a Biotech Planet, Hybrid Vigor Institute, 2006).
Es muy difícil hacer predicciones a largo plazo y a gran escala de los efectos potenciales de los OGM sobre el medio ambiente y la salud humana
Desde este punto de vista, la posición global adoptada por Greenpeace contra el uso de biotecnología moderna parece obsoleta. Por otra parte, aceptar de manera acrítica –como creo que
están haciendo los premios Nobel- argumentos propuestos principalmente por la industria agroalimentaria sobre los beneficios de las nuevas tecnologías y de soluciones que no han
demostrado ser ni sostenibles ni efectivas tampoco parece la más sabia de las aproximaciones. Por ejemplo los beneficios de la aplicación de cultivos OGM en la agricultura de pequeña
escala que proporciona la inmensa mayoría de productos alimentarios en Asia o África no se ha comprobado nunca (no me refiero aquí a productos como el algodón). Agencias especializadas de
la ONU como el International Fund for Agricultural Development (IFAD) u otras instituciones independientes no se cansan de repetir que las nuevas
tecnologías, por sí mismas, no son suficientes para lograr el desarrollo rural sostenible y la eliminación de la pobreza rural, y que no existe una solución única o mágica para solucionar
problemas complejos como la malnutrición.
Acusar de “crimen contra la humanidad” a una organización que tiene un historial admirable en la defensa del medio ambiente en tiempos de cambios climáticos es indicativo de una visión
sesgada de la realidad global. Ciertamente, debemos valorar las contribuciones científicas de los nobeles, pero ellos harían mejor en centrar sus críticas y acciones en prevenir las
numerosas actividades que están produciendo la destrucción en masa del medio ambiente y la salud en nuestro planeta. Las posturas extremas, como la que han adoptado contra Greenpeace, no
solo no ayudan, sino que además son peligrosas.
En una conferencia de la Industria Biotecnológica en enero de 1999, un representante de Arthur Anderson, una Compañía de Responsabilidad Limitada (LLP), explicó cómo habían
ayudado a Monsanto a diseñar un plan estratégico. Se dijo a los ejecutivos de Monsanto que pensasen cómo les gustaría que fuese el mundo dentro de unos 15 o 20 años: describieron
un mundo en el que todas las semillas comercializadas estuviesen patentadas y modificadas genéticamente (transgénicas). Así esta empresa Consultora se puso manos a la obra,
desarrollaron la estrategia y las tácticas necesarias para lograr el objetivo: que Monsanto ocupase una posición de dominio en la Industria en un mundo donde las semillas
naturales estuviesen en vías de extinción.
Era una propuesta audaz necesaria para limpiar su controvertida imagen. Una Empresa química que había contaminado la tierra con las sustancias de las más tóxicas nunca producidas,
a los seres humanos y las especies animales, siendo condenada por estas atrocidades. De acuerdo con el ex Vicepresidente de Monsanto: “Éramos despreciados por todos nuestros
clientes”.
Así que se redefinen así mismos como la Empresa de las “Ciencias de la Vida”, y luego procedieron a contaminar la tierra con tóxicos herbicidas, contaminar la reserva
genética para todas las generaciones futuras con plantas transgénicas, y fueron condenados a pagar una elevada multa por falsedad y actuar de mala fe. El principal portavoz
europeo de Monsanto admitió en 1999: “Todo el mundo nos odia”. Ahora, el resto del mundo se impone.
Salvar el mundo y otras mentiras
La historia de las relaciones pública de Monsanto en relación a los transgénicos se basa en cinco conceptos:
Se necesitan los transgénicos para alimentar al mundo
Se ha probado y demostrado que los transgénicos son seguros
Los transgénicos aumentan los rendimientos
Los transgénicos reducen el uso de pesticidas
los transgénicos pueden ser contenidos, y por lo tanto coexistir con los cultivos no transgénicos.
Estos cinco puntos son falsedades, falsedades descaradas sobre la naturaleza y los beneficios de esta tecnología en pañales. La experiencias del ex empleado de Monsanto Kirk
Azevedo ayuda a desenmascarar las dos primeras mentiras, y a comprender mejor la naturaleza de las personas que dirigen esta empresa.
En 1996, Monsanto contrata al joven Dr. Kirk Azevedo para vender el algodón transgénico. Azevedo acepta la oferta de empleo, no por el sueldo, sino por las ideas del Director
General de Monsanto, Robert Shapiro. Shapiro pinta un mundo en el que es posible alimentar a todas las personas manteniendo el ambiente limpio con la ayuda de las nuevas
tecnologías de su Empresa. Cuando visitó la sede de Monsanto en San Louis para la formación de nuevos empleados, Azevedo compartió su entusiasmo con Shapiro durante la reunión.
Cuando terminó, un Vicepresidente de la Compañía le habló en privado y le puso las cosas claras: “Espera un segundo. Una cosa es lo que dice Robert Shapiro y otra lo que
hacemos. Aquí estamos para hacer dinero. Él cuenta su historia, pero nosotros ni siquiera entendemos de qué habla”. Azevedo se dio cuenta de que estaba trabajando para
una Empresa cuya único afán era el lucro, y todas la palabrería ampulosa sobre cómo ayudar a la tierra es sólo una fachada.
Pocos meses después recibe otro sobresalto. Un científico de la Empresa le dice que las plantas de algodón Roundup Ready ( es decir, preparado para resistir al
herbicidaRoundup) contienen proteínas nuevas, no inicialmente previstas, como resultado del proceso de inserción de genes. No se han realizado estudios de seguridad sobre
estas nuevas proteínas, y que con esas plantas de algodón, con las que se estaban realizando pruebas de campo, se alimentaba al ganado. Azevedo “tenía miedo de que algunas de
estas proteínas fuese tóxica”.
Le pidió al doctor encargado de la parcela en la que se realizaba el ensayo que se destruyese el algodón en lugar de dárselo de comer al ganado hasta que se evaluase la seguridad
de las proteínas, ya que podrían pasar a la carne o la leche de las vacas y podrían ser perjudiciales. El científico se negó. Azevedo habló con otros miembros del equipo
científico de Monsanto para plantearles sus inquietudes acerca de aquellas proteínas desconocidas, pero nadie mostró el menor interés. “Fui condenado al ostracismo, poco a
poco. Cualquier cosa que interfiriese en el avance de esta tecnología debía ser apartado del camino”. El Dr. Azevedo decidió dejar Monsanto: “No quería formar parte de
este desastre”.
Monsanto, un pasado envenenado
El Dr. Azevedo sólo conoció una pequeña parte del carácter de Monsanto. Unos años más tarde fue declarado culpable en el juicio celebrado el 22 de febrero de 2002 de generar
productos tóxicos en la ciudad de Anniston, Alabama, en su fábrica de PCB (policlorinato de bifenilo), algo que estuvo encubriendo durante décadas,:culpables de negligencia,
ocultamiento de la verdad. De acuerdo con las leyes de Alabama, para ser declarado culpable de generar una indignación generalizada “se debe haber realizado algo tan
escandaloso y grave en extremo que supera todos los límites de la decencia, considerándose atroz e intolerable en una sociedad civilizada” (1).
La multa de 700 millones de dólares impuesta a Monsanto fue la sentencia de un juicio iniciado por los habitantes de Anniston, en cuya sangre se encontraron altos niveles de PCB,
del orden de cientos o miles de veces el promedio. Este producto
químico es muy tóxico, y se utiliza como refrigerante y lubricante desde hace más de 50 años, de modo que ahora está presente en la sangre y en los tejidos de los seres
humanos y en la vida silvestre de todo el mundo. Ken Cook, del Grupo de Trabajo Ambiental, dice que en base a los documentos de Monsanto que se hicieron públicos durante el
juicio, la empresa “sabía la verdad desde el principio. Mintieron a este respecto. Escondieron la verdad a los vecinos”. Un informe de Monsanto da una justificación:
“No podemos dejar de escapar ni un sólo dólar en nuestros negocios”. Bienvenidos al mundo de Monsanto.
Infiltrándose en las mentes y en los recovecos del Gobierno
Para obtener autorización para comercializar sus productos transgénicos, Monsanto ha ejercido coacciones, se ha infiltrado y ha pagado a funcionarios gubernamentales de todo el
mundo. En Indonesia, Monsanto sobornó y realizó pagos un tanto oscuros a por lo menos 140 funcionarios para obtener la aprobación del algodón transgénico (2). En 1998, seis
científicos del Gobierno canadiense declararon ante el Senado que estaban recibiendo presiones de sus superiores para aprobar la hormona de crecimiento
bovino recombinada (rBGH) y que habían desaparecido una serie de documentos de un archivador cerrado en una oficina gubernamental. Monsanto les ofreció un
soborno de 1 a 2 millones de dólares para que la hormona fuese aprobada sin la realización de pruebas de seguridad. En la India, un funcionario manipuló un Informe sobre el
algodón transgénico Bt para hacer creer que sus rendimientos eran mayores, algo que beneficiaba a Monsanto (3). Y los empleados de Monsanto parecen haberse infiltrado en puestos
claves del Gobierno de la India, de Brasil, Europa y en otros países.
Las semillas transgénicas de Monsanto fueron introducidas de forma ilegal tanto en Brasil como en Paraguay, antes de que fuesen aprobadas. Roberto Franco, delMinisterio de
Agricultura de Paraguay, señala con cautela: “Hemos tenido que autorizar las semillas transgénicas porque ya habían entrado en nuestro país, digamos, de una forma un poco
ortodoxa”.
En Estados Unidos, los empleados de Monsanto están infiltrados en las altas esferas del Gobierno y la Empresa ofrece puestos destacados a los altos funcionarios una vez que cesan
en el servicio público. Esta política de puertas giratorias ha incluido a personas clave de la Casa Blanca, de las Agencias de Regulación, incluso entre la Tribunal Superior de
Justicia. Monsanto ha contado con el beneplácito de George Bush padre, como se pone en evidencia por las muchas ayudas que ha tenido Monsanto para que se viesen aprobados sus
productos y la burocracia gubernamental no interfiriese.: “Estamos en el mismo negocio. Tal vez podamos ayudar”.
La influencia de Monsanto continuó con el Gobierno de Clinton. Dan Glickman, que por entonces era Secretario de Agricultura, dijo: “Había un sentimiento
generalizado dentro del Gobierno de que si no se aprobaban con rapidez los productos biotecnológicos, como los transgénicos, entonces, de alguna manera, íbamos contra la Ciencia y
en contra del Progreso”. Glickman resume la mentalidad del Gobierno con las siguientes palabras:
“Teníamos la idea de que esta actitud a favor de esta tecnología de la Ingeniería Genética era buena, y que era casi inmoral decir que no, porque iba a resolver los problemas
de la Humanidad; dar de comer al hambriento y vestir al desnudo... Se había invertido mucho dinero en esto, y si estabas contra esta tecnología eras considerado un estúpido
ludita. Eso es lo que nuestro Gobierno puso en marcha. Habíamos considerado este asunto desde un punto de vista comercial, y aquellos, los luditas, lo que querían era impedir su
comercialización. Eran tontos y estúpidos, y no pensaban en nuestros sistemas de regulación. Hubo mucha retórica incluso en nuestro Departamento. Te sientas como si no fueras
leal, casi un extranjero, si te oponías a aquella visión de mente tan abierta. Así que hubo gran cantidad de retórica, y eso aparecía también en mis discursos (4)”.
Admitió: “Cuando expresé algunas dudas en la Administración Clinton sobre las débiles regulaciones existentes sobre los transgénicos, sólo me dieron unas palmaditas en la
espalda”.
El secuestro de la FDA para conseguir la aprobación de los transgénicos
En Estados Unidos para obtener la aprobación de un nuevo producto alimentario son necesarias pruebas muy exhaustivas, incluyendo estudios a largo plazo de alimentación en animales
(5). Existe una excepción: la de aquellos productos que son generalmente reconocidos como seguros (GRAS). Un producto con el estatus de GRAS permite que sea
comercializado sin realizar pruebas de seguridad. De acuerdo con la ley estadounidense, para que un producto sea considerado GRAS deben realizarse una importante cantidad de
estudios revisados por pares y debe existir un abrumador consenso dentro de la comunidad científica de que el producto es seguro. Los alimentos transgénicos no tenían ninguno. Sin
embargo, en un movimiento que algunos expertos consideran ilegal, en 1992 la FDA declaró que los cultivos transgénicos eran GRAS, siempre y cuando sus productores dijeran que lo
eran. Por lo tanto, la FDA no exigió pruebas de seguridad o etiquetado de ningún tipo. Una Empresa puede introducir un producto transgénico en los alimentos sin comunicárselo
antes a la Agencia.
Un enfoque tan indulgente con los cultivos transgénicos fue el resultado de la amplia influencia de Monsanto sobre el Gobierno de Estados Unidos. Según el New York
Times: “Lo que Monsanto deseaba, y por extensión toda la Industria Biotecnológica, era concedido en Washington... Cuando la Compañía decidió que debían suavizarse los
reglamentos y acelerar el proceso para su comercialización, la Casa Blanca aplicó una política muy generosa de autovigilancia”. Según el Dr. Henry Miller, quien tuvo un papel destacado en cuestiones de Biotecnología en la FDA desde 1979 hasta 1994, “En esta área,
las Agencias del Gobierno de Estados Unidos han hecho exactamente lo que la Industria Biotecnológica les pedía y les dijo que hiciesen”.
La persona encargada de supervisar la política sobre las transgénicos de la FDA fue elComisionado Adjunto de Política, Michael Taylor, un puesto que había sido creado
especialmente para él en 1991. Con anterioridad Taylor actuó como un abogado externo, tanto para Monsanto como para el Consejo de Biotecnología de los Alimentos. Luego
volvió a la FDA, como el zar de la seguridad alimentaria de Estados Unidos.
Creció el área de transgenicos en Colombia
Estas semillas ya representan el 89 % del algodón y el 19 por ciento del maíz que se siembra en el país.
Durante el 2014 se sembraron 118.899 hectáreas de cultivos transgénicos en Colombia, 16.879 más que en 2013, informó la ONG Agro–Bio.
Del total, 89.048 hectáreas se sembraron con maíz, que tiene características de resistencia a algunas plagas y/o tolerancia a algunos herbicidas. El área representó el 19 por ciento del total
del maíz cultivado en el país.
Los departamentos líderes en siembra de maíz transgénico fueron: Meta con 22.031 hectáreas, Córdoba con 18.724, Tolima con 16.112 y Valle del Cauca con 15.386 hectáreas; también se sembró en
Vichada, Cesar, Huila, Risaralda, Casanare, Cauca, entre otros.
“Así mismo, se muestra que hay dos departamentos nuevos que le apuestan a este tipo de cultivos (maíz genéticamente modificado), Arauca y Boyacá”, dijo María Andrea Uscátegui, directora de
Agro–Bio.
Para el caso de algodón transgénico, resistente a algunas plagas y/o tolerante a algunos herbicidas, se sembraron 29.838 hectáreas, que representaron el 89 por ciento del área total sembrada
en Colombia.
Los departamentos líderes en siembras fueron: Córdoba con 14.872 hectáreas, seguido de Tolima con 9.119 y Huila con 1.695 hectáreas; otros como Cesar, Bolívar, Valle del Cauca, Sucre,
Cundinamarca, Magdalena, Antioquia y Guajira también le apostaron a la siembra de este cultivo.
Colombia siembra transgénicos desde el 2002.
Cada día se sirven más transgénicos
Cultivo
de maíz en Meta, departamento que más siembra el maíz transgénico.
FOTOJULIO
HERRERA
La siembra y el consumo de transgénicos viene en aumento en Colombia. A los tradicionales maíz y algodón se sumarán en el futuro otros como papa, caña
y yuca. Hay avances en ese frente.
Llegan cada día a la mesa sin que nadie se entere. Y cada día conquistan nuevas tierras. Sí, el algodón y el maíz transgénicos son una realidad nacional
El año pasado se sembraron casi 17.000 hectáreas más de esos cultivos, incluidas algunas para las flores azules de exportación, completándose 119.000
hectáreas sembradas. Y aunque no hay forma de verificarlo, expresa María
Andrea Uscátegui, directora ejecutiva de Agro-Bio, buena parte es para consumo humano.
No es una novedad, aunque el tema suscita todavía controversia en especial en el plano internacional si bien a ciencia cierta no se ha demostrado algún
efecto nocivo de estos cultivos pese a campañas discontinuas dirigidas contra las pocas empresas que producen las semillas transgénicas, Monsanto y DuPont.
El maíz y el algodón modificados que se siembran contienen características para hacerlos más resistentes a ciertas plagas o a los herbicidas.
Un reporte este mes del Instituto Worldwatch recuerda que los transgénicos no han aliviado el hambre de la población sino ahorrado tiempo y recursos a los
productores. En el planeta estos cultivos también avanzan: 181,5 millones de hectáreas sembradas, siendo Estados Unidos, Brasil, Argentina, India y Canadá
los principales productores.
Pero la idea no era esa. Sergio
Valencia, agricultor del Meta que siembra maíz transgénico, confirma que con estos cultivos, por los cuales optó en 2009, ahorra en la aplicación
de insecticidas y herbicidas concediéndole tranquilidad para dedicarse a otras labores y reduciendo la contaminación.
Transformación
Pero no son los únicos cultivos con semillas modificadas genéticamente. Soya y canola son otros y algunos para producir biocombustibles.
Las semillas transgénicas para cultivos nacieron para mejorar rasgos como la tolerancia a herbicidas y a plagas, pero han ido evolucionando.
“Al comienzo era la inserción de genes provenientes de organismos como bacterias, pero ya se introducen genes de plantas con las características requeridas
de la misma especie o en otra del reino vegetal”, explica IngridSchuler,
docente e investigadora de la Universidad Javeriana.
Se han agregado valores nutricionales, como mayor contenido de vitamina A en el llamado arroz dorado.Cosa que la Naturaleza no ha creado y nos dan valores
nutricionales artificiales que cambian nuestro ADN, volviendonos mas debiles en nuestro Sistema Inmunologico.
En el país, el principal cultivo con semilla modificada es el maíz, con un crecimiento sostenido, seguido del algodón. Uscátegui informa que se aprobó la
soya para los Llanos y el Valle del Cauca, pero no ha comenzado a sembrarse. Y de los productos en estudio el más avanzado es la papa resistente a la
polilla guatemalteca, de la CIB en Medellín. Otros son la yuca con más vitamina A que desarrolla el Ciat y la caña de azúcar resistente al virus de la hoja
amarilla.
Los productos que llegan del extranjero como soya y maíz están orientados a la alimentación animal.
Hay 12 hectáreas dedicadas al cultivo de rosas y claveles azules, pero son para exportar.
“El 96% del algodón sembrado es genéticamente modificado y el 15% del maíz”, dice. De algodón había sembradas 29.838 hectáreas en 2014.
Schuler indica que la tecnología es adoptada incluso por pequeños agricultores porque les es rentable.
Guerra sucia contra los pueblos del maíz
Por Silvia Ribeiro*, La Jornada, 22 de agosto de 2015
El 19 de agosto 2015, el juez Francisco Peñaloza Heras, del juzgado décimo segundo de distrito en materia civil, canceló la medida precautoria que desde hace dos años
mantiene suspendida la siembra de maíz transgénico en México en respuesta a una demanda colectiva por los daños que estos granos causan a la biodiversidad y la salud. Sin embargo, la
suspensión sigue vigente, ya que su decisión fue inmediatamente apelada por Colectivas AC, representantes legales de la colectividad de 53 ciudadanos y 20 organizaciones que presentaron la
demanda en 2013.
La forma en que el juez Peñaloza tomó la decisión, ignorando los argumentos de los demandantes y científicos independientes, pero basándose en los dichos de Monsanto y otras empresas, es otro
escalón en la guerra sucia contra el maíz campesino y los pueblos del maíz.
En sincronía con su decisión, las trasnacionales de transgénicos desataron un aluvión de comentarios a la prensa asegurando que estaba liberada la siembra. Como denunció René Sánchez Galindo,
abogado de la colectividad demandante, Monsanto inició una nueva campaña de mentiras, ya que es falso que la siembra de maíz transgénico estuviera liberada.
Las mentiras de la empresa de transgénicos no se limitan sólo a los aspectos legales de la demanda. Dedican mucho tiempo y recursos a falsear datos para ocultar lo que realmente pasa con los
transgénicos en los países donde su siembra es masiva, como Estados Unidos, país sede de Monsanto.
La realidad, basada en estadísticas oficiales de ese país durante casi dos décadas (no en estudios puntuales financiados por las empresas que toman datos parciales) muestra que los
transgénicos son más caros que los híbridos que ya existían, que en promedio su rendimiento es menor y que han provocado un aumento exponencial del uso de agrotóxicos, con efectos
devastadores en suelos, agua, y surgimiento de más de 20 supermalezas resistentes al glifosato.
La industria afirma que el maíz manipulado con la toxina Bt disminuyó el uso de agrotóxicos, pero omite explicar que las plagas se han ido haciendo resistentes
al Bt, y que luego de una inicial disminución, el uso de agrotóxicos ha ido aumentado cada año. Por ello, las empresas están abandonando la venta de semillas de
maíz Bt, para vender maíces transgénicos con rasgos apilados, o sea junto a Bt, tolerantes a uno o más herbicidas de alta toxicidad, como glifosato, glufosinato,
dicamba y hasta 2,4-d, con lo cual el aumento del uso de tóxicos se multiplica vertiginosamente.
Las empresas aseguran también que es posible la coexistencia de maíz transgénico con el maíz campesino. Existen múltiples estudios científicos y estadísticas en muchos países que demuestran
lo contrario: donde hay cultivos transgénicos, siempre habrá contaminación, sea por el polen llevado por viento e insectos (a distancias mucho mayores de las previstas por las leyes) o por el
trasiego en transportes, almacenamiento, puntos de venta, donde no hay segregación de transgénicos y otras semillas.
Muchos estudios en México, incluidos los de la propia Semarnat, muestran cientos de casos de contaminación transgénica de maíces campesinos, aun cuando su siembra es ilegal. Legalizar la
siembra aumentaría brutalmente esa contaminación que amenaza directamente la biodiversidad y el patrimonio genético agrícola más importante de México, legado por los millones de campesinos e
indígenas que lo crearon y lo siguen manteniendo.
Planta de soja en la localidad de Olivera, Argentina. / EFE
La soja crece robusta en los campos alrededor de Lima, un pueblo de 10.000 habitantes al norte de Buenos Aires. Las lluvias del verano austral hacen prever una cosecha histórica del oro
verde, la oleaginosa que gracias al uso de semillas transgénicas ha revolucionado la agricultura del sur de Latinoamérica en las últimas dos décadas. Allí, Esteban Barbi, uno de los dueños de
la empresa agrícola Barbi Hermanos, y su ingeniero agrónomo, Jaime Mestre, cuentan los días que faltan para la cosecha de abril. Pero están preocupados, este año perderán el 5% del capital
invertido en la cosecha de 4.000 hectáreas de soja. Y la razón fundamental es clara: la soja valía hasta el pasado miércoles un 27% menos que un año antes, unos 364 dólares por tonelada.
¿Por qué cultivan a pérdida? "¿Cómo hacés para parar este circo? Todas esas máquinas están compradas con crédito. Todas las empresas tenemos compromisos a cinco años", comenta Barbi. "La soja
es un 50% más barata de producir que el maíz", apunta su asesor financiero Adrián Seltzer, de la consultora Granar. Además, en Argentina rigen cupos para la exportación de trigo y maíz, con el objetivo de reducir los precios
de los alimentos para la población local; mientras que está desregulado el envío de soja al exterior, que es adonde apuntan las cosechas sudamericanas de este grano. China acapara el 66% de
las importaciones mundiales de la oleaginosa. Lo sigue la Unión Europea, con el 11%.
Pero no solo Argentina mira con preocupación el abaratamiento del oro verde, cuya cotización se ha reducido ante el final de un ciclo de diez años de altos precios de las materias primas, y también
por el encarecimiento del dólar y por la buena cosecha que se espera en Estados Unidos, Argentina e incluso Brasil, a pesar de la sequía. El 52% de la producción mundial está concentrada en
cuatro de los cinco países del Mercosur y en un quinto que está en proceso de sumarse al bloque, Bolivia. Brasil produce el 30% de la soja en el mundo, solo por debajo de EE UU. Lo sigue
Argentina, que aporta el 17%. Paraguay, sexto productor mundial, cosecha el 3%; Uruguay, el octavo, el 1,2% y Bolivia, el décimo, el 0,8%.
La Soja o Soya que actualmente se consigue en casi cualquier pais del mundo es transgenica y es un peligro no solo para la salud de miles de personas en todos los paises, sino que esta acabando
con la biodiversidad y el medio ambiente. Los tratados de Libre Comercio obligan a que muchos productos de supermercado deban contener entre sus ingredientes Soja, para que la gente consuma
obligatoriamente soja y de esta forma se enferme mas y tenga que ir al medico para ayudar a las multinacionales de la salud, otro GRAN MONSTRUO DEL CONSUMISMO.
NO A LOS PRODUCTOS
GENETICAMENTE MODIFICADOS NO COMPRE
PRODUCTOS QUE CONTENGAN SOJA O SOYA CUIDE A SU FAMILIA Y NO LE DE VENENOS A SUS PROPIOS
HIJOS
Leyes Semillas
Normativas sobre Semillas en América Latina al servicio del control corporativo
RALLT | | 02/02/2015
Las industrias agroquímicas y biotecnológicas han dedicado
muchos esfuerzos para poder transformar a la semilla en mercancía, lo que no resulta muy fácil, pues a diferencia de un objeto inanimado, la semilla es un ser vivo que se reproduce, por lo que
los campesinos pueden volver a usarlas, mejorarlas y conservarlas de manera indefinida, como se ha hecho desde que se desarrolló la agricultura hace unos 10 mil años. Esto dificulta enormemente
la posibilidad de controlar empresarialmente las semillas.
En este esfuerzo las empresas han desarrollado mecanismos legales y mecanismos tecnológicos para poder controlarlas.
Con este libro, la RALLT hace una contribución a este debate. Aquí analizamos las legislaciones nacionales en materia de leyes de
semillas, propiedad intelectual y normativas sobre acceso a recursos genéticos; los tratados internacionales en los que estas leyes se sustentan, así como lo negociado en los tratados bilaterales
de libre comercio. Además se hace un análisis de cómo lo que las empresas no han podido alcanzar a través de las normas, lo hacen a través de contratos.
Un streaming en vivo documenta la "descomposición" de la hamburguesa.
MUNDO
Después de seis años esta hamburguesa de McDonalds sigue intacta
Hace seis años McDonalds cerró sus puertas en Islandia. Sin embargo, el último combo vendido no se ha descompuesto.
Corría el año 2009, Islandia se encontraba en una crisis económica que había logrado la dimisión del gobierno y gracias a numerosas protestas ciudadanas se habían realizado elecciones
anticipadas. Ante tal panorama varias multinacionales se plantearon seguir o no en el país nórdico.
La cadena de comidas rápidas McDonalds fue una de las multinacionales que decidió abandonar el país ante la crisis y las bajas ventas. El 31 de octubre de 2009, fue el último día en
el que abrió la cadena y ese mismo día al caer la tarde un hombre llamado Hjörtur Smárason, fue el receptor del último combo vendido en tierras islandesas. Smárason recuerda que nunca
tuvo la intención de comerse el combo, sino que lo compró porque lo consideró un recuerdo, un “pedazo de historia”.
Después de estar unos meses en la casa de Smárason, la hamburguesa fue llevada al Museo Nacional de Islandia. Allí los curadores pensaron que el ‘pedazo’ de historia no duraría más de
un año. No obstante, allí estuvo cerca de cinco años y luego fue cedido al Bus Hostel de Reikjavík donde reposa acompañado de una cámara web que documenta, en vivo y en directo, su
proceso de descomposición aplacado aparentemente por un sinnúmero de conservantes puestos en una comida que está pensada para consumirse en poco tiempo.
El hecho ha abierto el debate sobre si se necesitan tantos conservantes para un producto destinado al consumo inmediato. Porque más allá de que el hecho es bastante curioso, vale la
pena detenerse a pensar en la cantidad de conservantes artificiales que tiene la comida que consumimos a diario y qué tan beneficioso es para nuestro cuerpo la ingesta de este tipo de
alimentos.
Europa renuncia a unificar su política sobre cultivos transgénicos
Cada país podrá decidir el uso de semillas modificadas dentro de su territorio
"No estamos satisfechos con los cambios", sostiene el Gobierno español
Campo de ensayos de maíz transgénico en en Aranjuez (Madrid). / Manuel Escalera
El Parlamento Europeo, gracias al respaldo mayoritario de socialdemócratas y populares, ha aprobado este martes la reforma de la directiva comunitaria sobre cultivos transgénicos, unos
cambios que llevaban bloqueados desde hace cuatro años. En este polémico asunto, en el que los Estados están enfrentados en bloques, la Unión Europea se ha decantado por no
fijar una posición única y ofrece la posibilidad a los distintos Gobiernos de prohibir los cultivos que otros Gobiernos sí pueden admitir. Hasta ahora, las escasas
autorizaciones para semillas modificadas genéticamente eran para todos los países de la Unión Europea, según ha resaltado Fernando Miranda, director general de Producciones y
Mercados Agrarios del Ministerio de Agricultura español.
España, el principal productor de maíz transgénico de la UE, se ubica claramente en el bloque de Estados favorables a este tipo de cultivos. "No estamos satisfechos con los
cambios", sostiene Miranda. "Esperábamos que hubiera supuesto una agilización, pero es solo un paso", ha añadido.
Los cambios no parecen haber contentado a nadie. Para Monsanto, la única empresa que opera ahora en Europa con
su maíz transgénico, que los Estados puedan prohibir las autorizaciones para nuevos cultivos modificados "socava el mercado único". "Es un precedente peligroso", ha sostenido
Carlos Vicente Alberto, responsable de Sostenibilidad para Europa y Oriente Medio de Monsanto.
Los ecologistas alertan de que se agilizan los nuevos permisos
Justo en la postura opuesta está Tom Kucharz, de Ecologistas en Acción, para quien los cambios aprobados este martes —que entrarán en vigor en primavera— implican "agilizar la
tramitación de nuevos transgénicos", algo de lo que se beneficiarán las empresas. "Puede suponer una entrada masiva de transgénicos en España", ha alertado Kucharz.
Miranda, del Ministerio de Agricultura, no ha ocultado que el objetivo que ha perseguido España en las negociaciones ha sido que se desbloqueara la aprobación de los permisos
para los nuevos cultivos que ya cuentan con el aval de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria. Cinco de esas autorizaciones llevan años a la espera de una decisión de la
Comisión Europea, ha apuntado Carlos Vicente, de Monsanto. Pero la división de opiniones entre los países hace que no exista una mayoría suficiente para aprobar o rechazar
esos nuevos permisos que están en cola.
Los cambios introducidos ahora en la directiva sobre cultivos permitirán que cualquier Estado pueda vetar un transgénico en su territorio. "Y autoexcluirse del proceso de
autorización", añade Miranda. "El problema es que no se ha establecido que los países que se autoexcluyan queden fuera de las votaciones sobre nuevos permisos", ha resaltado
este cargo de Agricultura. Es decir, los Estados que decidan vetar un cultivo modificado en su territorio podrían seguir decidiendo sobre las autorizaciones que afectan a
otros países favorables al uso de las semillas transgénicas. "El bloqueo a los permisos se podrá mantener", ha indicado Miranda.
"El debate entre los pro y los antitransgénicos está lejos de concluir", ha apuntado el eurodiputado liberal belga Frédérique Ries, ponente de la legislación durante su
tramitación parlamentaria. "Este acuerdo permitirá más flexibilidad para los Estados miembros", ha añadido. Entre los grandes países de la UE las posiciones se dividen entre
los favorables a este tipo de cultivos (Reino Unido y España) y aquellos que se oponen a su desarrollo (Alemania y Francia).
Greenpeace, al igual que Ecologistas en Acción, ha interpretado que los cambios introducidos permitirán que algunas comunidades autónomas cumplan su deseo de vetar los
transgénicos. "Animamos a las comunidades autónomas a seguir los pasos del País Vasco y solicitar la prohibición de estos cultivos en su territorio", ha sostenido Greenpeace.
El Ministerio de Agricultura recuerda que las autorizaciones para cultivos son competencia estatal.
Los 10 productos más polémicos de la empresa de biotecnología Monsanto
Foto: Archivo
La histórica empresa de transgénicos y líder mundial en agroquímicos Monsanto ha inventado varios productos a lo largo de décadas que han desatado la polémica en algunos sectores ecologistas o de
la salud.
Sus detractores tienen la firme convicción de que si algunos productos, cancerígenos o dañinos para la salud humana no han sido prohibidos, es debido al gran poder que ostenta la
multinacional, que mantiene estrechos vínculos con el Gobierno de Estados Unidos.
Por su parte, Monsanto asegura que sus productos son completamente seguros, que han pasado los controles de calidad correspondientes y que, más allá de ello, los transgénicos representan una
oportunidad para acabar con el hambre en el mundo.
Procedemos a enumerar algunos de sus productos más polémicos.
1. Sacarina
John Francisco Queeny fundó Monsanto Chemical Works con el objetivo de producir sacarina para la Coca-Cola. Algunos estudios que fueron realizados durante la década de 1970 mostraban que el
químico produce cáncer en ratas, mamíferos y, posteriormente, en humanos. Sin embargo, hasta ahora se sigue comercializando.
2. Agente Naranja
Monsanto fue el principal fabricante de Agente Naranja en la década de 1979. Este herbicida fue utilizado como arma química en la guerra de Vietnam por Estados Unidos.
Vietnam calcula que más de 400.000 personas fueron asesinadas o mutiladas, 500.000 niños nacieron con defectos de nacimiento y más de un millón de personas quedaron discapacitadas o sufrieron
problemas de salud por el Agente Naranja, además de que los propios soldados americanos y sus descendientes también se vieron afectados.
Todos aquellos que denunciaron a Monsanto buscando una compensación financiera por daños nunca ganaron los juicios.
3. 'Roundup Ready'
También en la década de 1970 Monsanto fundó 'Agricultural Chemicals' ('Químicos agrícolas') para sacar al mercado el herbicida 'RoundUp Ready' o glifosato, que podía erradicar, según la compañía,
las malezas de un día para otro.
Más tarde, la campañía sacó a la luz las semillas transgénicas 'RoundUp Ready', resistentes al glifosato, que permiten a los agricultores utilizar el herbicida sin acabar con los cultivos
transgénicos.
Aunque el glifosato está aprobado por organismos reguladores y se usa en América Latina y Estados Unidos, ha sido erradicado prácticamente en Europa. El 'RoundUp' ha sido hallado en muestras de
agua subterránea, así como en el suelo y el mar, e incluso en las corrientes de aire y lluvias, además de en los alimentos.
4. PCBs
Durante la década de 1920 Monsanto comenzó a expandir su producción química mediante bifenilos policlorados (PCB), para producir fluidos refrigerantes de transformadores eléctricos y motores.
Cincuenta años después, la Agencia de Protección Medioambiental (EPA, por sus siglas en inglés) publicó un informe citando a los PCBs como causantes de cáncer en animales, con pruebas adicionales
indicando que produce cáncer en seres humanos.
Casi 30 años después los PCBs fueron prohibidos en Estados Unidos. Este químico sigue apareciendo en la sangre de las mujeres embarazadas, como se informó en un estudio de 2011. En muchas áreas
de Argentina se sigue utilizando PCBs.
5. Poliestireno
En 1941 Monsanto desarrolló el poliestireno sintético, que todavía se utiliza frecuentemente para envasar alimentos. Algunos estudios demuestran que el polestireno es causa de depresión, cáncer y
daños a los nervios.
Los recipientes fabricados con este material son difíciles de reciclar. Sus consecuencias para el medioambiente son desastrosas: flota en el océano, se descompone en pequeños fragmentos que los
animales comen. Algunos como las tortugas, al ingerirlo, pierden la capacidad de sumergirse y mueren de hambre.
6. Cultivos Genéticamente Modificados
Monsanto es un la empresa pionera de los transgénicos. A principios de 1990 Monsanto comenzó el 'empalme' de genes de maíz, algodón, soja etc. El 'RoundUp', que hemos descrito anteriormente, mata
con los insectos y mamíferos que devoran estas plantas, pero a su vez mantiene intactos a los cultivos.
La multinacional sostenía que los cultivos genéticamente modificados podrían alimentar al mundo, tendrían más nutrientes, resistirían a la sequía etc. Ninguna de estas promesas parece haberse
cumplido.
Sin embargo, los agricultores cada vez se ven obligados a usar más y más químicos debido a que han surgido nuevas malezas que evolucionan desarrollando resistencia al glifosato.
7. Semillas terminator
A finales de 1990, Monsanto desarrolló tecnología para producir granos estériles incapaces de germinar. Estas semillas obligarían a los agricultores a comprar nuevas semillas de Monsanto cada
año, en lugar de guardar y reutilizar las semillas en sus cosechas como se ha hecho durante siglos.
Aunque este producto fracasó inicialmente en el mercado, Monsanto decidió exigir a los agricultores la firma de un contrato acuerdo para que no reutilicen ni vendan las semillas, lo que les
obliga a comprar nuevas semillas.
8. La hormona del crecimiento bovino
La hormona del crecimiento bovino (rBGH) es una hormona modificada genéticamente que fue desarrollada para ser inyectada en las vacas y aumentar la producción de leche.
Las vacas sometidas a rBGH sufren un dolor insoportable debido a la inflamación de las ubres, y mastitis. La leche rBGH produce cáncer de mama, cáncer de colon, y cáncer de próstata en seres
humanos.
El uso del rBGH está permitido en Estados Unidos. En cambio está prohibido en Canadá, en la Unión Europea, Japón, Australia, Nueva Zelanda y Argentina.
9. Abono a base de petróleo
Es un invento de 1955 que Monsanto creó después de comprar una refinería petrolera. Los "fertilizantes" a base de petróleo matan microorganismos benéficos del suelo esterilizando la tierra y
creando dependencia. Además, debido a los aumentos del precio del petróleo no es algo rentable económicamente.
10. Dioxinas
En 1945, Monsanto comenzó a promover el uso de pesticidas químicos en la agricultura con la fabricación del herbicida 2,4,5-T (uno de los precursores de Agente Naranja), que contiene dioxina.
Las dioxinas son un grupo de compuestos químicamente relacionados que son contaminantes ambientales persistentes que se acumulan en la cadena alimentaria, principalmente en el tejido adiposo de
los animales. Monsanto fue acusada de encubrimiento o no informar sobre la contaminación por dioxinas en una amplia gama de sus productos.
Los países europeos podrán vetar los cultivos transgénicos en su territorio
La nueva normativa permite a los Estados prohibir los organismos genéticamente modificados
La titular española de Agricultura, Isabel García Tejerina, este jueves en Luxemburgo. / EFE
Los países europeos tendrán autonomía para prohibir los cultivos transgénicos en su territorio. Tras cuatro años de intenso debate, el Consejo de ministros de Medio Ambiente y Agricultura ha acordado este jueves que cualquier
país de la Unión Europea (UE) pueda desmarcarse en la implantación de organismos genéticamente modificados, pese a que estos
cuenten con la autorización de Bruselas. Para lograr el permiso de la Comisión Europea, los Estados deberán alegar razones de
impacto ambiental, agrícola, socioeconómico o de gestión del territorio. El Ejecutivo comunitario espera que, al incrementar el margen de maniobra de los Gobiernos, las reservas de los
países más beligerantes sean menores y el proceso europeo de aprobación de nuevos transgénicos se desbloquee. Para que el acuerdo —que ha recibido el voto favorable de 26 de los 28
Estados miembros, con la única oposición de Bélgica y Luxemburgo— se convierta en definitivo, aún debe ser ratificado por el recién elegido Parlamento Europeo en una votación que está prevista para otoño.
Cuando esta modificación de la legislación comunitaria entre definitivamente en vigor, el procedimiento de aprobación de nuevos cultivos transgénicos se dividirá en dos fases. En una
primera, los países que muestren reticencias sobre la inclusión de una nueva variedad en sus territorios deberán notificarlo a la Comisión Europea. Si, pese a la restricción geográfica,
la empresa que desarrolla la cepa decide seguir con el proceso de autorización, debería solicitar el visto bueno de Bruselas para su comercialización en los países que no se oponen.
En el supuesto de que la compañía rechazara esta restricción geográfica, se abriría una segunda fase en la que los Estados miembros deberían justificar los motivos por los que pretenden
prohibir la nueva variedad. Al final del proceso, una vez que el cultivo transgénico reciba la autorización de la Agencia Europea de Seguridad
Alimentaria (el organismo encargado de evaluar su impacto sobre la salud y el medio ambiente), los Estados miembros que hayan mostrado reservas sobre su implantación podrán prohibirla
de manera definitiva en su territorio.
Las negociaciones sobre la modificación de la directiva de transgénicos de 2001, enquistadas por las demandas de los tres países más poderosos de la UE (Alemania, Francia y Reino Unido),
quedaron definitivamente bloqueadas durante el proceso de aprobación de una nueva variedad de
maíz transgénico —el Pioneer 1507—. En la votación en la que Bruselas pensaba obtener el visto bueno de los Estados miembros a esta cepa, 19 de los 28 Gobiernos europeos se negaron a
aprobarla y solo cinco —entre ellos el español— votaron a favor.
Una decisión con implicaciones directas en España
El texto adoptado hoy los ministros de Medio Ambiente y Agricultura es de especial relevancia para España, el país europeo con mayor porcentaje de superficie de cultivo dedicado a este
tipo de cepas (el 91% del maíz transgénico del Viejo Continente se cultiva en España, según cálculos del Ejecutivo comunitario), por delante de Portugal, República Checa, Rumanía y
Eslovaquia. España también fue el primer país de la UE en cultivar
una cepa de maíz genéticamente modificado, en 1998. Desde entonces, la superficie de cultivo ocupada por transgénicos
se ha multiplicado por
cuatro.
En el transcurso del debate en el seno del Consejo de ministros de la UE, la titular española de Agricultura, Isabel García
Tejerina, ha apoyado las "ventajas" de la biotecnología aplicada y ha subrayado que Europa "no puede quedarse al margen" de los avances en este campo. García Tejerina ha defendido el,
a su juicio, "modélico" procedimiento de autorización de nuevos cultivos que sigue Europa y ha destacado que la nueva norma hará "más fluida" la toma de decisiones. "Es un avance
importante para España; llevábamos mucho tiempo tratando de desbloquear la situación actual".
La UE importa más de 50 variedades transgénicas y solo plantan una”
José Miguel Mulet, especialista
José Miguel Mulet, profesor de biotecnología molecular de la Universidad Politécnica de Valencia, se muestra crítico con una decisión que "contribuirá a
la huida de empresas del mercado comunitario". Mulet echa mano de las cifras europeas para censurar el pacto intergubernamental sellado hoy. "Actualmente la UE importa más de 50 variedades transgénicas y sus agricultores solo plantan una. La posibilidad de que cada Estado miembro pueda
prohibir nuevas variedades perjudicará a los hortelanos de algunos países, que no podrán acceder al mercado de los transgénicos, y a los consumidores, que seguirán comprando más caro".
Mulet pone como ejemplo de esta "fuga" a la multinacional alemana BASF, que ha "abandonado" el mercado europeo para centrarse en el
estadounidense y asiático.
Las organizaciones ecologistas también cargan contra con la propuesta de normativa pero por un motivo muy diferente: la consideran excesivamente laxa con las firmas biotecnológicas. Mute
Schimpf, responsable de alimentación de Friends of Earth Europe —la mayor red de grupos ambientalistas de Europa—, remarca que estas empresas
tendrán voz sobre cualquier intento de prohibición de nuevas variedades transgénicas, rompiendo así el modo de actuación de los últimos 15 años. "El riesgo de contaminación alimentaria
aumentará drásticamente", vaticina.
En la misma línea, Blanca Ruibal, responsable de agricultura y alimentación de la ONG Amigos de la Tierra, considera que el cambio legal
aprobado hoy otorga a compañías como Monsanto o Syngenta un poder "sin precedentes", al concederles, según su opinión, "la última palabra" en las decisiones sobre los cultivos
transgénicos. Ruibal sostiene que el texto tiene el objetivo de fomentar que los Gobiernos europeos voten a favor de estos cultivos en Bruselas a cambio de otorgarles el poder de veto en
su país. "Provocará una expansión de nuevos cultivos transgénicos en España", concluye.
Monsanto, una de las empresas líderes del sector de los transgénicos, cargó ayer contra una decisión que califica de "tragicómica"
y que, según sus responsables, manda una "mala señal" al resto del mundo y prohíbe "cosas" por razones populistas.
El Tribunal de Justicia de la UE prohíbe la patata transgénica
En la Unión Europea, los productos transgénicos solo se pueden vender con una autorización previa. La Comisión Europea permitió a la empresa alemana BASF comercializar la patata Amflora, modificada genéticamente, en marzo de
2010. El Tribunal de Justicia de la UE ha dictaminado este viernes que, en ese caso, Bruselas vulneró las normas de los procesos de autorización y prohíbe la venta del tubérculo en
todo el territorio comunitario.
El tribunal de Luxemburgo considera que si se hubieran seguido las normas al pie de la letra, el resultado del procedimiento “habría podido ser sustancialmente distinto”. Cuando la
Comisión recibe una solicitud para autorizar la venta de un producto transgénico, pide un informe a la Autoridad Europea de
Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) que después deben validar dos comités que representan a los Estados miembros. Bruselas respetó todos los pasos a seguir,
pero durante los trámites, en 2005, recibió información sobre incoherencias entre los dictámenes científicos de la EFSA. Fue entonces cuando no respetó el proceso por completo:
solicitó un nuevo informe a la agencia, que dio el visto bueno al transgénico, pero no lo sometió al visto bueno de los dos comités, que también debían pronunciarse. El nuevo
documento, que se presentó en 2009, certificaba que la patata Amflora no presentaba riesgos ni para la salud humana ni para el medio ambiente, y la Comisión autorizó su
comercialización en marzo de 2010.
Los jueces estiman que las votaciones de los comités estuvieron “muy divididas” en 2005 y que el último informe de la EFSA expresaba “más incertidumbres” que el primero. No se puede
excluir, según el tribunal, la posibilidad de que los dos comités hubieran decidido esta vez no otorgar a la empresa química alemana la autorización para cultivar y poner en el
mercado la patata modificada si hubieran podido valorar el segundo informe. Hungría sí consideró que el tubérculo podía ser perjudicial para la salud, e interpuso un recurso contra la
Comisión que apoyaron Francia, Luxemburgo, Austria y Polonia. El tribunal les da ahora la razón y suspende la comercialización de Amflora.
La Comisión se limita de momento a “tomar nota”, ha declarado esta mañana un portavoz, y analizará “con los abogados la sentencia”. Bruselas reitera su intención de seguir trabajando
con los países miembros de la UE en la regulación sobre los transgénicos, que tanto recelo suscita entre los ciudadanos europeos, pero recuerda que corresponde al Consejo –que
representa a los Estados– tomar una decisión sobre este tipo de productos.
Los alimentos transgénicos no acaban de convencer a los consumidores europeos. Esta reticencia, sumada a
la oposición de agricultores, representantes políticos y ONG como Greenpeace, llevó en enero de 2012 a que la empresa BASF suspendiera sus planes de desarrollo y comercialización de
tres tipos distintos de patata transgénica, incluida la que el Tribunal de Luxemburgo acaba de prohibir.
Maíz, el más importado entre transgénicos
25 Agosto, 2014 - 23:50
Credito:
Roberto Morales / El Economista
Para evitar altos costos para consumidores de carne, lácteos y avícolas, el gobierno permite la importación.
México importó 13 millones 766,000 toneladas de productos agrícolas transgénicos en el ciclo 2013-2014, al tiempo que ha mantenido restricciones y un bajo fomento al cultivo
de organismos genéticamente modificados.
De ese total, 56.7% correspondió a compras de maíz, el producto más importado, el más cultivado por los agricultores mexicanos y con trascendencia económica, política y social
del país.
México depende de importaciones de maíz que utiliza como alimento para animales, mientras que trata de reconciliar preocupaciones sobre los costos asociados con políticas
restrictivas para transgénicos en cultivos de ese grano, entre otras razones, por ser su centro de origen.
Con una balanza comercial deficitaria en granos, el gobierno mexicano ha instituido políticas comerciales que permiten importar éstos para alimento humano y de animales, con
el fin de evitar más altos costos para los consumidores de carne de bovino, productos lácteos y avícolas. “De manera irónica, las importaciones de maíz provienen de países que
producen principalmente cultivos genéticamente modificados, como Estados Unidos y Sudáfrica”, dijo Adriana Otero, analista del Departamento de Agricultura de Estados Unidos.
El gobierno mexicano permitió el uso de la ingeniería genética en el maíz, pero en septiembre del 2013 un juez federal emitió una medida precautoria en la que ordena no
otorgar permisos a trasnacionales como Monsanto, Pioneer, Syngenta y Dow AgroSciences para la siembra de maíz transgénico experimental, piloto y comercial.
En el ciclo 2013-2014, importó otros tres productos genéticamente modificados: soya (3 millones 450,000 toneladas), canola (1 millón 480,000 toneladas) y algodón (1 millón
36,000 toneladas).
A pesar de que la producción de algodón de México es importante, ésta sólo cubre la mitad del consumo doméstico; la otra mitad la compra de Estados Unidos. También depende de
productos transgénicos: soya, importada casi toda de su vecino del norte, y la canola, en su mayoría en Canadá.
Los transgénicos dan cualidades a las semillas, como resistencia a ciertas plagas o herbicidas, a la sequía o la humedad. Pero son comercializados por un puñado de empresas
extranjeras.
Mientras la controversia continúa, agricultores de 27 países produjeron cultivos biotecnológicos en 175 millones de hectáreas en el 2013, un alza interanual de 2.9%, según el
Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones Agrobiotecnológicas.
GREENWICH VILLAGE – Uno de los herbicidas utilizado por los Departamentos de Parques y Jardines en los espacios verdes de las ciudades puede estar relacionado con la aparición de linfoma no
Hodgkin y con cáncer de mama, según los estudios científicos recientemente publicados, lo que ha generado preocupación por la situación de riesgo en que también se pone a los niños.
Se ha generalizado el uso del herbicida Roundup ( cuyo ingrediente activo es el glifosato) para matar las malas hierbas que crecen en los parques infantiles, y se suele colocar una advertencia de
que no se utilice en las 24 horas posteriores a la pulvericación del producto.
“Con el fin de mantener a raya a las ratas debemos usar Roundup en los parques infantiles y en los zonas verdes públicas”, dijo un portavoz del Departamento de Parques, Phil Abramson.
“No lo utilizamos en los patios escolares, pero sí en las zonas poco utilizadas de los patios exteriores, precisamente porque en esas malezas que se encuentran cerca de los parques infantiles
se esconden las ratas”.
[…]
Los expertos creen que esto supone un riesgo para los niños. El pasado mes de abril la Revista Internacional de Investigación del Medio Ambiente y Salud Públicapublicó un
estudio en el que se relaciona el ingrediente activo de Roundup, el glifosato, con la aparición del linfoma.
El Dr. Philip Landrigan, profesor de pediatría en el Hospital Monte Sinaí, afirmó que se trata de un estudio muy acreditado y cree que se debe tener en cuenta para el uso de esta sustancia química en las
ciudades.
“Los trabajadores son los que presentan un mayor riesgo de exposición a estas sustancias químicasya quese realiza día tras día”, dijo Landrigan. “Pero los niños
son el segundo grupo de mayor riesgo, porque por sus patrones de juego son los que ponen en mayor contacto con los productos químicos.La exposición a cualquier cantidad de un
carcinógenoquímico supone un peligro, y si es de forma constante, el riesgo es mayor”.
También es motivo de preocupación por otro estudio publicado el año pasado y que plantea interrogantes sobre el efecto potencial del glifosato en las hormonas, lo que se
relaciona con el cáncer de mama, dijo el toxicólogo Gary Ginsberg, autor del libro Qué es tóxicoy cuál no.
Ginsberg cree que los carteles de advertencia de que se ha rociado Roundup deben mantenerse durante al menos 72 horas después de la fumigación, y no sólo las 24 horas actuales.
Pero Abramson dijo que en la ciudad se están tomando las suficientes precauciones mediante la colocación de carteles de precaución durante las 24 horas posteriores al rociado, porque “de
acuerdo con la información del producto, es inerte a las 24 horas y se considera ya inofensivo en ese momento”.
El fabricante de Roundup, Monsanto, también defiende la seguridad de su producto:
“Los estudios toxicológicos exhaustivos realizados durante los últimos 40 años han demostrado una y otra vez que el glifosato... no causa cáncer, ni tiene efectos mutagénicos, ni afecta al
sistema nervioso, ni tiene efectos sobre el sistema inmunológico, ni produce alteraciones endocrinas, ni defectos de nacimientos o problemas reproductivos”, dijo la portavoz de la Compañía,
Charla Lord.
Del estudio sobre la relación de Roundup con el linfoma añadió: “Son afirmaciones hipotéticas no apoyadas por las evidencias de que disponemos”.
Las ciudades deciden qué productos químicos son seguros en su uso en base a la lista de las Agencias de Protección Ambiental, como la de Estados Unidos, que publica la relación de productos
químicos que son posibles carcinógenos.
La Agencia de Protección Ambiental actualmente clasifica al glifosato como un no-cancerígeno, pero está revisando los últimos estudios para actualizar la lista de productos químicos,
algo que hace anualmente, dijeron las autoridades:
“Revisamos los datos utilizando un marco de revisión por parespara establecerlos vínculos entre el uso de los pesticidas y los efectos ambientales.Muchos de los
estudios que muestran una correlación en realidad no establecenuna relación causa-efecto, y la causa sigue siendo desconocida”.
Independientemente de la clasificación de la EPA, Ginsberg cuestiona el rociado de pesticidas en los campos de juego y parques, ya que los pesticidas pueden derivan hacia las áreas circundantes.
Los niños son los que particularmente tienen mayores riesgos, ya que ponen las manos en la hierba y luego se las llevan a la boca, lo que puede dar lugar a una exposición sustancial, dijo
Ginsberg, profesor de la Universidad de Yale y de la Universidad de Connecticut.
“Los padres siempre deben lavar con frecuencia las manos de los niños, sobre todo antes de comer. Es buena idea utilizar un desinfectante en las manos después de haber ido al parque con los
niños”, aconsejó Ginsberg.
Eso también es lo que piensa Michael Boskett, de 53 años de edad, que lleva a su hija Bianca de 2 años de edad:
“Lavamos las manos de nuestros hijos y, por supuesto, no les dejamos llevarse a la boca cualquier cosa que encuentren”, dijo Boskett mientras se encontraba en el parque infantil, donde
un cartel apenas visible advertía de la aplicación en el parque de un rodenticida.
Algunos padres que se encontraban en el parque dijeron con los carteles de advertencia debían de ser mayores o que los Departamentos de Parques y Jardines debían dar mayor publicidad cuando
utilizan los productos químicos, Pero muchos señalaron que es difícil que la experiencia en un parque de las ciudades sea verdaderamente sana:
“Si usted tratase de proteger a sus hijos de todo, entonces nunca se divertirían”, dijo Boskett.
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Paraguay, donde la tierra siembra
desposesión y muerte
Meses después de la masacre de Marine Kue y del golpe de Estado parlamentario que derrocó a Lugo, los monocultivos y los transgénicos se han apoderado de la vida política y económica del país
con mayor concentración de tierras del mundo y con la tasa más alta de deforestación. Las expulsiones de población campesina y la represión aumentan con la llegada del Partido Colorado, que
ya estuvo 61 años en el poder.
08.05.2014
Por Jairo Marcos y Mª Ángeles Fernández
“Nosotros lo que más queríamos era un pedazo de tierra un poco más grande. Queríamos plantar caña dulce en una cantidad suficiente, queríamos plantar mandioca, maíz…”. Era lo que reclamaban pero
recibieron muerte, expulsiones y criminalización. Como añadido, el derrocamiento de Fernando Lugo al frente del Gobierno de Paraguay, en un juicio político exprés tachado de golpe de Estado
parlamentario.
La masacre de Curuguaty, en la que murieron once campesinos y seis policías en junio de 2012 tras el violento desalojo de unas tierras ocupadas por los agricultores, significó la apertura total
del país sudamericano a los monocultivos, a los agrotóxicos y a la persecución del campesinado. Un año y medio después de los hechos que cambiaron abruptamente la historia paraguaya, la pregunta
acerca de qué pasó en Curuguaty sigue repicando sin respuesta. Ni se ha determinado la propiedad del terreno. Esclarecer estas incógnitas supone analizar la realidad del país con mayor
concentración de tierras del mundo: el 85 por ciento del territorio está en manos del 2,6 por ciento de los propietarios, muchos de ellos extranjeros.
Encogido en el corazón de América del Sur entre dos gigantes como Argentina y Brasil, casi el 20 por ciento del territorio paraguayo, en concreto unos 7,7 millones de hectáreas o el 32 por ciento
de las tierras cultivables, están controladas por foráneos. Son mayoritariamente brasileños, quienes controlan unas 4,8 millones de hectáreas. Mientras tanto, carecen de tierras 300.000 familias
de campesinos de entre los más de seis millones de habitantes. “Paraguay es un país no industrializado en el que la exportación de las materias primas agrícolas es la única fuente de generación
de riqueza. De ahí que las disputas sobre la propiedad de la tierra, que en el caso de los latifundios tiene muchos claroscuros en términos legales, sea una cuestión estratégica por donde pasa la
distribución del poder económico y político. Hablar de la tierra es hablar de la democracia”, explica el abogado paraguayo Hugo Valiente.
Tierra y democracia. Dos palabras que en la república guaraní tienen múltiples lecturas e interpretaciones. La tierra y el territorio son el hilo articulador del trabajo y de la vida en el mundo
rural, tanto para las poblaciones campesinas como para las indígenas de este país agrario y latifundista. Tierra y trabajo, trabajo y tierra permiten “abordar problemáticas como el derecho al
trabajo, la contribución a la economía de los países y la región, la gestión de recursos naturales, la identidad, gobierno local, el enfoque de género, la seguridad alimentaria y la cultura,
entre otros”, recoge el informe ‘La tierra en el Paraguay: de la desigualdad al ejercicio de derechos’.
Familia paraguaya. Foto: Cedida por Luis Alberto Wagner
La abrupta salida de Lugo del Ejecutivo ha desempolvado lastres como la disputa por el acceso a la tierra, la existencia de terrenos con orígenes espurios, las pugnas políticas y las carencias
del sistema de justicia. “Una de las deudas que tenemos en la transición democrática es que no se ha impulsado una política en torno a la recuperación de las tierras ‘mal habidas’. Una de las
grandes herencias de la dictadura es que, de los doce millones de hectáreas que la dictadura debía destinar a la reforma agraria, casi ocho millones fueron destinadas a personas que no eran
beneficiarias de esa reforma”, explica el secretario ejecutivo de la Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay (Codehupy), Enrique Gauto.
Las tierras de la masacre, reclamadas por un empresario colorado
Para saber qué pasó en Curuguaty, población situada en departamento de Canindeyú y precisamente uno de los que concentra el mayor número de propietarios extranjeros, hay que entender la situación
de la propiedad de la tierra y en concreto la de los terrenos en los que se produjo la tragedia: en teoría del Estado, los campos de Marine Kue son reclamados por Campo Morombi, empresa del
recientemente fallecido empresario Blas N. Riquelme, quien llegó a presidir el Partido Colorado, la formación que estuvo 61 años en el poder, entre ellos los 35 de la dictadura.
“El caso de la tierra ‘mal habida’ de Marina Kue refleja un conflicto histórico por la desposesión a las familias campesinas de su principal medio de producción, la tierra”, recoge el informe de
la Misión Internacional de Observación sobre la Situación de los Derechos Humanos en Paraguay, que acudió al país meses después de la catástrofe. Enrique Guato continúa la explicación: “La alta
concentración de las tierras facilita la continuidad y profundización de un modelo excluyente, apoyado fuertemente en el monocultivo y la ganadería. La soja instalada en nuestro país, sin
regulación y con cero control por parte del Estado, hace que el esquema económico excluyente se profundice”.
A comienzos del siglo esta planta ocupaba un millón de hectáreas en Paraguay, cuarto exportador mundial de esta planta de la que cerca del 60 por ciento se envía a Europa para alimentar al ganado
y producir biocombustibles. Ahora se contabilizan tres millones y el objetivo es llegar a los seis.
Mujeres paraguayas en medio de una plantación. Foto: Cedida por Luis Alberto Wagner
Como si de una partida de dominó se tratara, la salida de Lugo provocó la llegada al poder del que hasta entonces era su vicepresidente, Federico Franco, del Partido Liberal, formación con la que
gobernaba en coalición. Las fichas siguieron cayendo tras las elecciones de abril de 2013, que devolvieron al país a la legalidad internacional y a foros como Mercosur y Unasur, aupándose en el
poder el candidato del Partido Colorado Horacio Cartes, el empresario más rico del país, relacionado con el narcotráfico y el blanqueo de dinero. El círculo se cerraba de nuevo. “Paraguay, junto
a Honduras, es el único país de América Latina donde sigue gobernando el mismo esquema bipartidista de elites oligárquicas del siglo XIX”, añade Valiente.
Y es que, todo ‘cuadra’ en el país guaraní. Cristina Coronel, del Servicio Paz y Justicia, recuerda que “Cartes quiso postular como embajador ante la ONU a Alfredo ‘Goli’ Stroessner, un nieto del
dictador que antepuso el apellido materno para tener el mismo nombre que su abuelo y que públicamente defendió la dictadura. ‘Goli’ fue un mediocre senador cuyo único aporte ha sido intentar
traer el cadáver de su abuelo con honores, iniciativa que se paró mediante movilizaciones”.
Plan sistemático de ejecuciones y desapariciones
La llegada de Federico Franco al poder supuso la legalización casi automática del uso de semillas transgénicas (de las nueve variedades de algodón, maíz y soja que se utilizan hoy, ocho de ellas
han sido aprobadas desde 2012), proceso que había paralizado Lugo. “El objetivo del golpe de Estado era frenar el ascenso de la lucha popular en el país, donde las ocupaciones de tierra de
Ñacunday y de Marina Kue fueron algunos de los puntos más fuertes, y reinstalar un gobierno servil a los intereses del imperialismo norteamericano y brasileño, profundizando la dependencia”,
considera Cecilia Vuyk, del Movimiento 15 de Junio.
Curuguaty no es un hecho aislado. Desde la caída de la dictadura hasta hoy, Hugo Valiente ha registrado 114 casos de ejecuciones y desapariciones forzosas de dirigentes y militantes de
organizaciones campesinas. “Existe un plan sistemático de ataque desplegado sobre una parte significativa de la población campesina con el objetivo de forzar su desplazamiento para apropiarse de
sus territorios, mediante la perpetración generalizada de métodos del terrorismo de Estado que gozan de la impunidad judicial”, añade el abogado.
“Las medidas de Franco están siendo profundizadas con el Gobierno de Cartes”, afirma el secretario ejecutivo de la Codehupy. Y es que, apenas diez días después de asumir la presidencia, los
colorados promulgaron un decreto para militarizar los departamentos Amambay, San Pedro y Concepción. Incluso el senador liberal Luis Alberto Wagner critica ante Periodismo Humano que la situación
“ha empeorado notablemente, sobre todo porque los latifundistas cuentan con el apoyo de los poderes judicial y ejecutivo del Estado, mientras los que practican la agricultura familiar campesina
son perseguidos inmisericordemente”.
Aníbal Alegre, campesino de 68 años, acaba de perder un ojo víctima de un balín de goma mientras trataba de impedir la fumigación de una plantación de soja de un brasileña protegida por
militares. “Fuimos a pedir que respeten nuestros derechos, principalmente a la vida, ya que las fumigaciones únicamente hacen daño, principalmente a los niños y ancianos como yo. Los agrotóxicos
destruyen nuestras cosechas de autoconsumo”, explicó el herido a la prensa paraguaya. “Qué lástima que el afán desmedido de enriquecimiento ilimitado de unos pocos afecte a tanta buena gente como
don Aníbal Alegre”, ha escrito en las redes sociales Wagner, que trabaja en la denuncia de casos de fumigaciones.
Aníbal Alegre, justo después de ser herido. Foto: Cedida por Luis Alberto Wagner
Detenciones de campesinos
La militarización del país, la dureza represiva en todo tipo de protestas y el aumento de las fumigaciones esconden la apuesta por una economía agroexportadora, sustentada en un desigual reparto
de la tierra. Las noticias sobre desalojos de campesinos, fumigaciones, quema de casas y enfrentamientos ocupan cada día más espacio en los medios nacionales y en las redes sociales. Wagner es
uno de los que nutre el debate: “El agronegocio de granos, principal y casi exclusivamente la soja, sólo da ventajas a los que más tienen; la expansión de los grandes cultivos arrasa con los
pequeños productores, con los que practican la agricultura familiar campesina usando semillas nativas”.
El presidente de la Federación Nacional Campesina, Marcial Gómez, explica que “existe una clara persecución al campesinado en general y a las organizaciones campesinas en particular; en estos
últimos tres meses tenemos más de cien compañeros y compañeras imputados, con orden de captura, ocho con prisión domiciliarias, dos en la cárcel solamente por luchar contra la fumigación de
sojales y contra el modelo de producción empresarial”.
Además de la reforma de la Ley de Defensa Nacional y Seguridad Interna, por la cual el poder ejecutivo tiene mayores atribuciones para la utilización de las Fuerzas Armadas en asuntos que son
seguridad interna del país, Cartes ha promulgado otras dos regulaciones que han despertado controversia e inquietudes. “La Ley de Responsabilidad Fiscal, que otorga más facultades al poder
ejecutivo respecto a limitar o definir el tope de utilización de recursos en el presupuesto nacional; y la Ley de Alianza Público-Privada, porque da amplias facultades al Ejecutivo para definir
la asignación privada de determinados servicios que debieran estar en manos del Estado”, concreta Enrique Gauto.
Todo ello en seis meses. En los primeros pasos de un Gobierno que “tiene cinco años para realizar la venta y alquiler del país. Apuesta a deshacerse del Estado tal cual es ahora, privatizando lo
que hay y lo que no hay, especialmente lo que no hay: sistemas ‘modernos’ de rutas, puertos, aeropuertos, transporte interno, ferrocarriles y obras públicas en general. En política interior
tiende a resolver todo por la vía de la represión”, vaticina Pelao Carvallo, del grupo ‘¿Qué pasó en Curuguaty?’.
Policías custodian armados la fumigación de una plantación de soja. Foto: Cedida por Luis Alberto Wagner
La mayor tasa de deforestación del mundo
El campesinado no el único grupo de población que sufre los envites del modelo agroexportador de desarrollo. También las poblaciones indígenas padecen la deforestación de sus territorios
ancestrales. Según denuncia la organización de derechos humanos Survival, Paraguay ha otorgado una licencia a los ganaderos para el desmonte de una reserva de la biosfera de la Unesco y el último
refugio de indígenas ayoreros no contactados. Por otro lado, un estudio de la Universidad de Maryland alerta de que el bosque de arbustos del Chaco paraguayo “está experimentando una rápida
deforestación por el desarrollo de las haciendas ganaderas. El resultado es que registra la tasa más elevada de deforestación del mundo”.
El panorama es gráfico y visual. Las estadísticas completan la realidad del sexto peor país de todo el continente americano respecto al Índice de Desarrollo Humano del PNUD (ocupa el puesto 111
de 180 Estados); y el peor situado de América del Sur. El agronegocio genera el 28 por ciento del PIB, pero sólo contribuyen un dos por ciento a los ingresos fiscales del país, revela el diario
paraguayo E’a. La presión tributaria gira en torno al 13 por ciento, mientras que el promedio del Mercosur es del 25 por ciento y el de América Latina, del 18 por ciento. “Difícilmente podamos
crecer en presión tributaria si no se realiza una reforma, porque aquellos sectores con más ingresos y ganancias son los que menos tributan, los que producen soja y los que producen ganado”,
explica Enrique Gauto.
El modelo agroexportador avanza a través del capital transnacional, como denuncia Fabricio Arnella, de la Articulación Curuguaty. Y no se basa sólo en los monocultivos, sino también en la
ganadería, que ocupa más del 57 por ciento de las tierras. El informe ‘La tierra en el Paraguay: de la desigualdad al ejercicio de derechos’, uno de los últimos publicados al respecto, subraya
que “la relación da una cantidad de 1,75 hectáreas de tierra para cada animal. Como contraste, las familias con pequeñas tierras –de hasta cinco hectáreas– y las que carecen de ella suman un
total aproximado a 420.000 familias. Este contrasentido en la distribución y utilización de la tierra es el principal causante de los numerosos conflictos de tierra”.
El abogado Hugo Valiente finaliza recordando que “Curuguaty es el canto de cisne de la lucha campesina en Paraguay. Es el portazo que la elite terrateniente da a cualquier posibilidad de discutir
la distribución de la tierra. Y se lo hace con un castigo de una brutalidad ejemplarizante, para sembrar y reproducir un terror que paralice”. Marine Kue no es ninguna excepción, aunque sí el
caso con mayores repercusiones, no sólo por muertes y encarcelaciones, sino por el punto de inflexión en la política paraguaya.
Andrés Carrasco: El científico del pueblo
Andrés Carrasco tal vez pasó a la historia como el científico que demostró la toxicidad del glifosato en Argentina desafiando a Monsanto. Sin dudas, ese pudo ser su principal contribución a
la lucha ambiental, pues fue como Jefe de Laboratorio de Embriología Molecular de la UBA una voz experta que escuchó a los pueblos fumigados.
Pero el suelo por el cual pudo sembrar esta semilla es una visión crítica del rol del conocimiento científico, en el marco de un modelo político y económico que concibe a la ciencia como
proveedora de tecnología para la acumulación de capital.
Por Eduardo Soler
El pensamiento de Andrés Carrasco. Fuente de la foto: GM Wacht.
Ayer Darío Aranda escribió para La Vaca la crónica que comienza cinco años atrás. Fue el
momento en que se conocieron por una entrevista que llegó a ser tapa de Página/12. Era el contexto post "conflicto del campo" por el cual había llegado a hacerse conocido el glifosato, el
agroquímico (agrotóxico, como nos confirmaría la investigación científica) asociado a la sojización del país. Esa nota aparecida en un contexto propicio (Darío nos cuenta que el diario no quiso
publicar una nueva entrevista con él) fue un hito que desencadenó un debate en otro nivel, en el buen sentido de la palabra
Sucedió lo impensado para las corporaciones del agronegocio. Un científico (de las "ciencias exactas") con la suficiente trayectoria y autoridad como Andrés Carrasco había comprobado con
investigaciones propias que el glifosato no era el insumo amigable que quería vendernos Monsanto. Eso de por sí ya dice mucho. Sin embargo, quiero destacar aquí algo más importante, desde cierto
punto de vista. Andrés Carrasco era muy consciente (muy crítico) de su rol como científico. Sabía que la ciencia es el lenguaje de la Modernidad, y también que el conocimiento es otra cara del
poder.
Ciencia y compromiso
Por ello lo repetía siempre: “No descubrí nada nuevo. Digo lo mismo que las familias que son fumigadas, sólo que lo confirmé en un laboratorio”. Este postura sobre su propio trabajo resulta lo
más trascendente, ya que nos deja como legado un posicionamiento crítico sobre el lugar de la tecnociencia en la crisis ambiental y civilizatoria. Como decíamos en ese entonces: "puso en evidencia que el conocimiento científico no es ajeno a
los intereses económicos, que también operan en los medios de comunicación y los discursos que circulan legítimamente por la sociedad".
Como fuimos conociendo luego, este era el propio pensamiento de Andrés Carrasco. Fue cada vez más común verlo en diversas charlas, donde escapa el estereotipo del científico ("objetivo y neutro")
para ofrecerse como un científico que trabaja con seriedad y con compromiso junto con organizaciones sociales. Un científico del pueblo. Especialmente, de los pueblos fumigados, que necesitaban
su palabra autorizada para que empiecen a "creer" en su testimonio sobre el drama que vivían a diario: niños intoxicados, gravemente enfermos, muertos.
Por eso vale rescatar su pensamiento lúcido sobre la ciencia: "La adopción de tecnologías es tan poderosa y poco inocente como la espada colonial. Con ellas se condicionan irreversiblemente modos
de producción y el uso de recursos naturales. Y para ello la tecnología es diseñada a medida de las formas productiva hegemónicas de las corporaciones". En este mismo sentido: "los relatos que se
estructuran alrededor de la llamada `sociedad del conocimiento´ resignifican sistemas e instituciones públicas para generar conocimiento-mercancía", nos decía en un artículo del 2011.
Conocimiento en disputa
Así como al menos la sociedad tiene en claro luego del debate por la Ley de Medios que la información puede convertirse en mercancía, también el legado de Carrasco puede dejarnos en claro que el
conocimiento científico también puede ser una mercancía al servicio de las corporaciones. Ello fue lo que entendió rápido el Ministro de Ciencia, Lino Barañao, quien primero pidió que el Comité
de Ética del CONICET juzgara a Carrasco. Como la información se filtró y no pudo seguirse, se inició el trabajo de un Comité de Ética sobre el glifosato, pero fuertemente condicionado por el
gobierno.
Entonces, como parte de esta contienda en la cual la producción científica también entra en relación con las condiciones de producción de ese conocimiento (condicionamientos económicos,
ideológicos) Andrés Carrasco tuvo malas y buenas experiencias. Una de las malas le sucedió en Chaco, en 2010, cuando políticos locales impidieron una presentación junto a otro científico
comprometido, Hugo Lucero, Jefe del Área de Bioquímica Molecular de la Universidad Nacional del Noreste. Ambos lograron exponer su experiencia en el programa Científico Industria Argentina, en la propia Televisión Pública.
La experiencia más positiva fue tal vez observar como su investigación contribuyó a reforzar la lucha de las Madres de Ituizangó, en Córdoba, en quienes el propio Carrasco dijo que se inspiró
para sus propias investigaciones. Como informara también Darío Aranda en esa
oportunidad, en junio de 2012, el Juicio por los agroquímicos marcaba un hito "por justicia, por la salud para sus hijos, por un modelo de producción que no sume más víctimas". Y lo definía
en términos claros: "Se juega algo muy importante, las transnacionales o los pueblos”. Este enfrentamiento desigual continúa hoy.
Un científico ambientalista
En el último artículo de Andrés Carrasco publicado en su blog ("Ciencia y otras yerbas") reflexiona
sobre declaraciones de Alberto Kornblihtt, autoridad científica en el campo de la biotecnología. Allí criticaba aquel "relato legitimador que desmienta cualquier impacto de los OGM en la
naturaleza". Y en particular, que se suele denominar "a todos aquellos que defienden el principio de precaución del impacto tecnológico, de `ambientalistas anticientíficos´. En realidad definir
sin fundamentos y desde el podio político, quien tiene un pensamiento científico o anticientífico, es un signo de dogmatismo cerril".
El mismo artículo continuaba: "El atractivo del determinismo radica en que ofrece explicaciones científicas creíbles a las contradicciones civilizatorias generadas por el capitalismo. Si los OGM
son plenamente aceptable en su explicación científica no tenemos que pensar en los efectos a mediano plazo sobre el medioambiente, biodiversidad, salud humana, efectos socioeconómicos, etc. Ni lo
que ellos representan en términos de negocio global de alimentos, la apropiación, privatización y monopolio de las semillas por parte de las grandes transnacionales, ni la desigual [distribución
]de ingresos"
Y más aún: "Nos quieren hacer creer que todo es técnico, disfrazando la ideología de ciencia o mejor suplantándola con una ciencia limitada y sin reflexión critica. Una manera de abstraerse de
las relaciones de fuerza en el seno de la sociedad, poniéndola al servicio del poder dominante". Por ello la idea del progreso universal es cuestionada. Por ello señalamos este pensamiento como
su legado más importante: "El ambientalismo, no es una mala palabra o una postura caprichosa consumada por eco-terroristas delirantes. Es una posición ideológica que perfora el dogmatismo
científico legitimante".
Primera victoria de la Unidad Agraria en Colombia
Luego de 15 días de movilización y seis jornadas de diálogo con Gobierno Nacional, Cumbre Agraria logra llegar a acuerdos en puntos iniciales de confianza para la instalación de la Mesa Única
de Diálogo y Concertación.
1. Este triunfo radica en el reconocimiento de la Cumbre Agraria como actor político en la definición de la política pública para el agro colombiano que abordará los 8 ejes de nuestro pliego de
exigencias, mandatos populares en tierra y territorio, derechos políticos de comunidades agrarias, minería y medio ambiente, economía étnica y campesina, cultivos de coca, marihuana y amapola,
derechos sociales y paz con justicia social. La lucha agraria y popular triunfará totalmente cuando logremos los cambios de fondo que requiere el campo colombiano.
2. Hemos logrado la creación de un Fondo Para el fortalecimiento de la economía campesina, indígena y afrocolombiana; y garantías en DDHH para movilización, entre otros acuerdos alcanzados; sin
embargo, no hubo acuerdos en la normatividad que incluya la categoría de campesino al censo Nacional agropecuario realizado por el DANE, por lo tanto las organizaciones de la Cumbre Agraria
Campesina, Étnica y Popular llama a la oponerse a la aplicación de este instrumento en los territorios de las comunidades campesinas.
3. Para la semana siguiente presentaremos un informe detallado de los acuerdos alcanzados a nuestras comunidades y procesos, así mismo que a toda la opinión pública.
4. Naciones Unidas acompañarán el retorno de las caravanas a sus lugares de origen para garantizar la integridad de manifestantes, luego adelantaran procesos de revisión en denuncias hechas por
parte de las comunidades, en las que se presentaron violaciones a los DDHH por parte de la fuerza pública.
5. Desde la Cumbre Agraria saludamos y nos solidarizamos con nuestro procesó hermano de las Dignidades Agropecuarias, a su vez demanda del gobierno nacional abordar con celeridad sus exigencias.
6. Volvemos a nuestras parcelas, resguardos, territorios colectivos y barrios populares, con un primer parte de victoria, convencidos de la efectividad de la unidad, las propuestas desde la base
y la movilización.
Agradecemos al grupo de garantes y facilitadores por su compromiso y labor en su ejercicio de acompañamiento. Así mismo subrayamos el papel desempeñado por la oficina del coordinador residente de
las Naciones Unidas y a la Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
Todo nuestro reconocimiento a las compañeras y compañeros que en las calles y carreteras ejercieron su derecho a la movilización y brindaron las condiciones favorables para que la negociación se
cumpliera en el marco de los mandatos acordados en la Cumbre.
Comisión Política
Cumbre Agraria, Campesina, Étnica y Popular
9 de mayo de 2014
Organización Nacional Indígena (ONIC), Congreso de los Pueblos, Movimiento Político y Social Marcha Patriótica, Coordinador Nacional Agrario (CNA), Mesa Nacional de Interlocución y Acuerdo (MIA),
Coalición de Movimientos y Organizaciones Sociales de Colombia (COMOSOC), Proceso de Comunidades Negras (PCN), Federación Nacional Sindical Unitaria Agropecuaria (FENSUAGRO), Mesa de Unidad
Agraria (MUA) Asociación Nacional de Zonas de Reserva Campesina (ANZORC) y Movimiento por la Constituyente Popular (MCP)
Informes:
Comisión de Comunicaciones
Cumbre Agraria Campesina, Étnica
Mosquitos transgénicos en América Latina
El 10 de abril de este año, La agencia oficial de bioseguridad de Brasil CNT BIO aprobó la liberación comercial de un mosquito transgénico transmisor del dengue de la empresa británica
Oxitec. "El OX513A es el primer insecto genéticamente modificado que obtiene esa licencia en el país", informó el organismo de bioseguridad del gobierno brasileño (CTN-Bio) en un comunicado.
RED POR UNA AMÉRICA LATINALIBRE DE TRANSGÉNICOS
BOLETÍN 564
MOSQUITOS TRANSGÉNICOS EN AMÉRICA LATINA
BRASIL:SE APROBÓ EL MOSQUITO TRANSGÉNICO CON FINES COMERCIALES
RALLT
El 10 de abril de este año, La agencia oficial de bioseguridad de Brasil CNT BIO aprobó la liberación comercial de un mosquito transgénico transmisor del dengue de la empresa británica
Oxitec.
"El OX513A es el primer insecto genéticamente modificado que obtiene esa licencia en el país", informó el organismo de bioseguridad del gobierno brasileño (CTN-Bio) en un comunicado.
La empresa británica Oxitec que lo produce necesita todavía registro y autorización de la agencia sanitaria brasileña. La tecnología consiste en la inserción de dos genes en mosquitos machos
que, liberados, se reproducen generando descendientes que no llegan a la fase adulta.
La ciudad de Juazeiro, en el interior del Estado de Bahía, se ha convertido en el primer laboratorio vivo para probar el mosquito. Allí se inauguró la primera biofábrica de la empresa
Moscamed, donde se crían semanalmente medio millón de Aedes aegypti genéticamente modificados. En la misma ciudad, los investigadores de Moscamed han soltado cada semana millones de
insectos transgénicos para evaluar su comportamiento.
Esto ha despertado la preocupación de varios grupos de la sociedad ambientales y civiles, quienes advirtieron a la CTNBio, que no se debería aprobar la liberación comercial de los mosquitos
transgénicos en ese país sin que haya un proceso de consulta pública que cuente con información sobre ensayos de campo ensayos concluyentes sobre los riesgos de esta tecnología y un plan de
seguimiento posterior a la liberación. Los grupos advirtieron que las consecuencias para la salud humana y el medio ambiente son poco conocidos y que no se ha realizado una evaluación de
riesgos.
Los mosquitos transgénicos Aedes aegypti son producidos por la empresa británica Oxitec y la decisión es el resultado de una intensa presión ejercido por el gobierno del Reino Unido para
tratar de crear un mercado de exportación para sus productos. La compañía, que tiene estrechos vínculos con la multinacional de agronegocios Syngenta, también ha desarrollado plagas agrícolas
transgénicas, tales como moscas de la fruta transgénicas, y que están en una etapa y la aprobación para que se hagan ensayos de campo experimental en Brasil.
Gabriel Fernandes, asesor de la organización brasileña AS- PTA dijo que "No hay datos que demuestran que este mosquito transgénico en realidad reduce la incidencia del dengue. En el caso de
ser aprobado para su uso comercial, la decisión se habría basado mucho más en propaganda que en datos concretos a partir de los estudios de campo".
Por su parte, la Dra. Helen Wallace , Directora de GeneWatch en el Reino Unido dijo que "Los insectos transgénicos de Oxitec son ineficaces y arriesgados; son un mal escaparate para las
exportaciones británicas a Brasil, un deseo desesperado de apuntalar británica de biotecnología y recompensar a los inversores de capital de riesgo. Esta tecnología no debería cegar a las
autoridades del Reino Unido y Brasil dado los riesgos de esta tecnología"
Oxitec aún no tiene resultados concluyentes de las pruebas que ya ha hecho en Brasil que se iniciaron en febrero de 2011. Los resultados de los ensayos anteriores con el mismo mosquito
transgénico en las Islas Caimán muestran que se requiere una liberación previa de más de 7 millones de mosquitos transgénicos a la semana para reprimir una población silvestre de sólo 20.000
mosquitos inicialmente, seguido de una relación de liberación continua de 2,8 millones a la semana. El número de mosquitos en las áreas circundantes también parecen aumentar durante las
liberaciones.
La liberación de los mosquitos transgénicos plantean riesgos poco conocidos para la salud humana y el medio ambiente.
Los experimentos de Oxitec no han incluido ningún seguimiento de los impactos sobre la enfermedad en los lugares donde ha liberado sus mosquitos transgénico, y la empresa ha dejado de
considerar los posibles impactos negativos sobre la incidencia de dengue o el dengue hemorrágico (la forma más grave de la enfermedad). Esta es una omisión grave, porque la fiebre del dengue
podría empeorar si la tecnología funciona sólo de manera temporal o es parcialmente efectiva, debido a los efectos complejos sobre la inmunidad humana a los cuatro tipos de virus del dengue.
Un riesgo ecológico importante es que las poblaciones de Aedes albopictus (mosquito tigre asiático , que también transminte dengue, pueden aumentar como resultado de las liberaciones y
establecerse en nuevas áreas.
Informe de la ONU: hay que poner fin al control de los alimentos por parte de las Corporaciones
Un nuevo Informe presentado al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas sobre el Derecho a la Alimentación, apunta directamente a cómo se producen los alimentos y su distribución a
escala mundial. Con un análisis de nuestro sistema alimentario por parte de expertos, como Vandana Shiva y Michael Pollan, el autor del Informe, Olivier de Schutter, solicita una menor
intromisión de las grandes empresas agrícolas y un control democrático de los alimentos.
Aunque las recomendaciones del Informe son revolucionarias, con grandes de medios de comunicación no se han hecho eco de su publicación.
De Schutter, relator especial de la ONU para el Derecho a la Alimentación, ha pasado seis años visitando más de una docena de países, concluyendo que el sistema de alimentación de todo el mundo
debe ser reconstruido, en base a la incentivación de la agricultura local, sostenible, para que las personas tengan un mayor control sobre lo que desean cultivar y comer. Esto es algo que no
suena radical en Estados Unidos, donde se está produciendo una rápida expansión de los mercados locales y el cultivo en los patios y jardines. Pero en las comunidades pobres, sean de Estados
Unidos o de otros países, esta idea sí que suena radical. Se trata en definitiva de promover el cultivo local, una agricultura sostenible y una gestión democrática del sistema de
alimentación.
El Sistema Alimentario mundial está controlado por un puñado de gigantescas Corporaciones, la mayoría de las cuales tienen sus sede en Estados Unidos, tales como ConAgra, Cargill y PepsiCo. Por
las manos de estas Empresas pasan la mayor parte de los alimentos del mundo. Este es un Sistema ambientalmente insostenible, debido a la excesiva dependencia de los fertilizantes químicos,
plaguicidas y combustibles fósiles, pero también en su ineficacia en alimentar a la gente. El Programa Mundial de Alimentos estima que 842 millones de personas padecen hambre en todo el
mundo.
¿Cómo se ha llegado a esta situación? La llamada Revolución Verde, a partir de la década de 1940, fue una promesa de que una solución tecnológica con semillas de alto rendimiento, en combinación
con fertilizantes y plaguicidas químicos, acabarían con el hambre en el mundo. En cierta medida, la Revolución Verde tuvo éxito en producir grandes cantidades de granos de cereales que alimentan
a una gran parte de la población del mundo. Pero, ¿cómo tan pocas empresas lo controlan todo? ¿Y por qué tanta gente aún pasa hambre?
En una entrevista publicada en Uprising con el activista Raj Patel, le hice una pregunta sobré qué ha salido mal en la Revolución Verde y por qué el Informe de De Schutter puede aportar
soluciones. Patel es escritor, activista y académico; escribió el libro “Obesos y famélicos: los mercados, el poder y la batalla oculta por el control del Sistema de Alimentos” y “El valor de la
nada”, un best-seller según The New York Times. Da clases en la Universidad de Berkeley con Pollan, y es asesor de Schutter. Patel me dijo: “el sistema alimentario del mundo está forjado por una
historia de colonialismo, esclavitud e imperialismo”.
Más recientemente, Patel me ha dicho que la Revolución Verde ha dado lugar a “que la agricultura industrial haya sustituido a los trabajadores, teniéndose que desplazar estos a las ciudades. Allí
son las personas que tienen más probabilidades de pasar hambre”. Patel también dijo: “Sí, hay más alimentos que se producen a partir de los grandes cultivos básicos, pero se sacrifican otros
tipos de cultivos más nutritivos que crecían junto a los cereales”. Poniendo de ejemplo el caso de América Latina, Patel señaló que durante el período de máximo apogeo de la Revolución Verde, “la
producción de alimentos aumentó en un 9%, pero también aumentó el hambre”.
Patel sostiene que hay alimentos suficientes para todos, pero “la forma de distribuir la comida es injusta”. En otras palabras, el control de las Corporaciones de las vastas extensiones de
monocultivos hizo que muchas personas fueran expulsadas de sus tierras, hasta que sólo han quedado un puñado de empresas que producen más alimentos que nunca, pero persiste una población
hambrienta de pobres sin tierra que no pueden permitirse el lujo de alimentarse a sí mismos.
No sólo las empresas de alimentos controlan el Sistema Alimentario, sino que también lo hacen las grandes empresas químicas y de semillas, como Monsanto y Dow Chemical. Durante décadas, Monsanto
se ha estado beneficiando de su monopolio en la creación de semillas de maíz y soja modificadas genéticamente, que son resistentes al herbicida Roundup, que fabrica esta empresa. Estas semillas
se denominan Roundup Ready (RR), y se vendieron como eficaces y fáciles de usar, pero son semillas que se han diseñado para ser estériles, por lo que los agricultores no pueden guardar sus
semillas para la cosecha del próximo año, y dependen por tanto de Monsanto. Pero también resultó que el uso intensivo de productos químicos venenosos, ha dado lugar a que las hierbas se hagan
resistentes a los pesticidas (super malas hierbas).
Deseoso de entrar en el mismo juego, Dow Chemical está esperando que se apruebe una nueva semilla modificada genéticamente que es resistente a un pesticida denominado Enlist. El pesticida Enlist
contiene una sustancia química que formó parte de las sustancias tóxicas utilizadas en la guerra de Vietnam, el Agente Naranja. Patel se lamentaba de que “se concentra el poder sobre los
fertilizantes y las semillas en muy pocas empresas, siendo capaces de manejar el mercado a su antojo”.
En el Informe enviado a las Naciones Unidas, De Schutter propuso como solución la agroecología, que describe como “una forma de recuperar los sistemas alimentarios y en favor de la
sostenibilidad”. La agroecología, según Patel, es “un sistema en el que en vez de suplantar a la naturaleza, se trabaja con ella, Así, en lugar de depender de los plaguicidas, por ejemplo, se
utilizarían los insectos depredadores para el control de las plagas, por lo que la gestión de las plagas se integra en un ecosistema diverso y complejo”. Esta forma de producir alimentos
sustituirá a los monocultivos de maíz, soja y trigo, por una amplia variedad de cultivos, que mejoran el suelo, controlan las plagas y dan cobijo a diferentes especies. Lo más importante, un
sistema alimentario agroecológico, dice Patel, es un sistema que frena el cambio climático y es “mucho más fuerte para soportar situaciones climáticas extremas”.
La agroecología va al lado de la soberanía alimentaria, un término adoptado por un fuerte movimiento de más de 200 millones de campesinos, Vía Campesina, que exige el control local y democrático
de los alimentos. Así que no es de extrañar que la Industria dominada por las Corporaciones sea muy cautelosa cuando se habla de soberanía alimentaria. Sin embargo, en su Informe dirigido al
Consejo de Derechos Humanos de la ONU, De Schutter escribe: “La soberanía alimentaria es una condición para la plena realización del derecho a la alimentación”. Apunta directamente a las grandes
Corporaciones, diciendo de ellas que “los sistemas alimentarios actuales son eficientes desde el punto de vista de maximización de las ganancias a través de los negocios agrícolas”, y añade “a
niveles local, nacional e internacional, el marco normativo debe adaptarse con urgencia a otra alternativa, un control democrático”.
Patel insiste en que la noción de democracia “es el meollo, lo más radical de este Informe”. En lugar de hablar de soberanía alimentaria, las Corporaciones y los Gobiernos emplean el término de
seguridad alimentaria. Pero técnicamente, dijo Patel, “se puede tener seguridad alimentaria en la cárcel y se le dará suficiente comida para sobrevivir. Pero usted no tiene control sobre este
proceso, en la forma en que se cultiva el alimento o cómo la sociedad decide cómo acabar con el hambre”. En otras palabras, el control democrático de nuestro sistema alimentario es lo único que
puede romper el control de las Corporaciones sobre lo que comemos y cómo y dónde cultivamos nuestros alimentos, y de eso es precisamente lo que De Schutter ha informado al Consejo de Derechos
Humanos de la ONU.
Igual que otras necesidades humanas básicas, como el agua, la vivienda y la asistencia sanitaria, la comida no debe estar sujeta a los fines de lucro. Al solicitar el control democrático de
nuestros alimentos, De Schutter y Patel están amenazando los intereses comerciales de las más grandes y poderosas Corporaciones del mundo. Teniendo en cuenta que el Informe de De Schutter ha sido
presentado a los más altos representantes internacionales de la sociedad civil, tiene el potencial de provocar un cambio, pero sólo si hay suficiente presión desde abajo.
Patel me dijo que el Informe es “tan bueno como lo sea la movilización en favor de su consideración”. Aunque proporciona nuevas argumentos a grupos como Vía Campesina en su lucha en la
democratización del sistema alimentario, advierte que es mucho el trabajo por hacer: “necesitamos mantener la organización y la presión, y esto nos permite tener un sueño mucho mayor que el que
nos lanzan los Gobiernos, que dicen representarnos”.
Herbalife: promotor de los transgénicos y de productos químicos peligrosos
Muchas personas me han preguntado sobre Herbalife, un Compañía Multinacional de Marketing multinivel (MLM) que vende productos
relacionados con la salud, pero que son cualquier cosa menos saludables. Dice su publicidad que sus productos son nutricionalmente superiores, combustible para los campeones, y promueven campañas
de patrocinio muy caras para presentarlos mejor de lo que realmente son. Aquí vamos a intentar descubrir que Herbalife vende productos envasados no muy saludables.
En primer lugar, se ha descubierto hace poco que Herbalife opera según un esquema piramidal muy sofisticado. Además de las ganancias por la venta de sus productos, los distribuidores de
Herbalife obtienen comisiones adicionales por las ventas de otros distribuidores, según una línea descendente. Como la mayoría de las MLM y Network Marketing, se trata de una estafa y
las únicas personas que se benefician de este tipo de operaciones son los que se encuentran en la cúspide de la pirámide, ya que tienen elevados incentivos por la contratación de otros
distribuidores que por la venta de productos. Es decir, que al final se olvidan de sus productos y de las personas.
Desde el comienzo de este año, la cotización de Herbalife ha caído alrededor de un 20% en Estados Unidos. El senador Edward Markey, del Partido Demócrata por Massachusets, envió cartas a finales de enero a la Comisión de Valores y de la Bolsa de Estados Unidos, y la
Comisión Federal de Comercio, instando a las Agencias a investigar las prácticas de negocio de Herbalife.
El principal Agencia de regulación del Consumo de Canadá ha puesto en marcha una investigación formal
sobre las denuncias hechas sobre el sistema piramidal en que se basa Herbalife. La investigación realizada por la Oficina de la Competencia de Canadá está relacionada, en parte, por las
quejas que ha recibido por parte de los consumidores.
La Oficina de la Competencia ha entrevistado a antiguos empleados y distribuidores, indicando que creen se trata de una estructura piramidal, un modelo de negocio que involucra a personas para el
pago de cantidades o servicios, principalmente para inscribir a otras personas en el programa, en lugar obtener los ingresos por la venta de los productos de Herbalife al público.
Esto no es algo sorprendente, después de conocer qué son realmente los productosHerbalife.
Todos sus productos tienen algunos ingredientes nocivos, pero vamos a echar un vistazo a uno de ellos, Shake Mix, que es considerado por la compañía como la línea principal de
sus productos. Casi todos ellos tienen los mismos ingredientes.
SHAKE MIX
Herbalife afirma que sus batidos alimenticios llevan vitaminas esenciales, minerales y nutrientes. Por razones obvias, se olvidan de mencionar la gran cantidad de otros que pueden resultar
perjudiciales. Veamos uno de los batidos más populares, el Dulce de Leche.
Proteína aislada de soja. Proteína desnaturalizada transgénica. Numerosos saborizantes artificiales, especialmente MSG (glutamato monosódico) se añade a la proteína aislada de soja.
Salvado de maíz. Transgénico
Saborizantes artificiales
Color caramelo
Lecitina de soja. Un emulsionante, transgénico.
Aceite de canola (Aceite de colza transgénica) . Se ha encontrado en el aceite de colza ácidos grasos de cadena larga que potencialmente pueden destruir la esfingomielina que rodea las
células nerviosas del cerebro, que en algunas ocasiones puede conducir a enfermedades neurodegenerativas, algo muy similar a la enfermedad de las vacas locas; en casos avanzados el tejido
cerebral se parece a un queso agujereado. A parte de estas enfermedades, también se ha asociado con el consumo de aceite de colza la pérdida de visión ( los capilares de la retina son muy
sensibles y se dañan con facilidad), y una amplia gama de trastornos neurológicos.
Carragenano. Emulsionante. Todos los carragenanos se extraen usando potentes disolventes alcalinos. Incluso a bajas dosis, puede destruir células humanas, y se le vincula con el cáncer y
trastornos digestivos. El carragenano también puede deteriorar y deprimir el sistema inmunitario y favorecer la proliferación de un tumor. El mecanismo responsable de la depresión
inmunitaria está inducido por el carragenano, que se cree tiene un efecto degenerativo selectivo sobre las glóbulos blancos de la sangre.
Si usted tiene algunas duda de cualquiera de estos productos, puede enviar un correo electrónico o realizar una llamada a la Compañía para solicitar aquellos ingredientes que no son transgénicos.
Pídales también por qué presenta entre sus ingredientes saborizantes y colorantes artificiales, y sucralosa, que también se encuentra en sus productos. También puede pedir una declaración sobre
la aprobación por parte de la FDA ( Agencia de Alimentos y Medicamentos) (En España, puede solicitar información en AECOSAN, Agencia Española de Consumo, Seguridad alimentaria y Nutrición:
http://www.aecosan.msssi.gob.es/)
Lo anterior sólo es uno de los muchos productos de Herbalife, llenos de fructosa, edulcorantes artificiales, soborizantes artificiales, colorantes y gran cantidad de
ingredientes transgénicos. Cualquier empresa que utilice los ingredientes enumerados anteriormente es que no se preocupa por la salud. Sólo buscan ganancias, y de ahí que los utilicen. Son
baratos, proceden de China y es fácil montar algo que sepa bien, que sea dulce y bajo en nutrientes, pero tóxico para el cuerpo humano. Cualquier empresa que utilice sucralosa como edulcorante,
es signo seguro de que algo va mal.
[…]
Natasha Longo tiene el título de maestría en nutrición clínica y un certificado de aptitud y consejero en materia nutricional. Ha revisado la política de salud pública en Canadá,
Australia, España, Irlanda, Inglaterra y Alemania.
Dow Chemical dispuesta a tratar con el Agente Naranja los nuevos cultivos transgénicos
Una vez que el pasado martes finalizó el período de consulta pública para la aprobación de las nuevas semillas transgénicas de Dow AgroSciencies, resistentes a herbicidas, cientos de miles de
personas están exigiendo al Departamento de Agricultura de Estados Unidos que detenga esta carrera de armas químicas, que está envenenando a la gente y al planeta entero.
“Enlist” son las nuevas semillas transgénicas de maíz y soja resistentes al herbicida tóxico 2,4-D, una conocida neurotoxina, que formaba parte de las sustancias químicas utilizadas en el Agente
Naranja.
De acuerdo con el grupo de seguridad alimentaria Food & Water Watch, más de 387.000 personas han respondido a la consulta pública de Impacto Ambiental de la USDA. Las personas que hicieron
sus comentarios, expresaron sus inquietudes con respecto a estas semillas, e instan a la Agencia que rechace su aprobación.
“Esta Empresa tiene la despiadada intención de solicitar el empleo de un veneno, el 2,4-D, un componente del Agente Naranja, que se aplicaría a los cultivos transgénicos”, escribió Lori
Nakamura-Higa, sobrina de un veterano de Vietnam que sufrió envenenamiento por el Agente Naranja, de Kaneohe, Hawai. “Esto supondría una pérdida en la calidad de vida, que tratamos de
preservar”.
“Esta loca carrera de armamento químico significa más contaminación, más daños al medio ambiente y mayores costes de producción. De aprobarse su uso iríamos hacia atrás, poniendo en grave peligro
la salud humana y el medio ambiente”, dijo Gary Rost, de Falon Heights, Minnesota.
“Ustedes tienen el deber de proteger la salud y la seguridad de la gente. La intención de Dow es claramente peligrosa y representa una violación del orden público”, escribió Ken Mason , Wilmette,
Illinois.
“¿Por qué deberíamos aprobar un nuevo cultivo resistente a otro pesticida si la soja y el maíz transgénicos resistentes a Roundup lo único que han hecho ha sido aumentar el uso de pesticidas. Los
pesticidas no son saludables para nadie, y el Gobierno debería buscar otras formas de reducir su uso o eliminarlo, no aumentarlo”, dijo Jean Bixley , Cambridge, Minnesota.
“La agricultura y las grandes empresas químicas no son honestas al decirnos los riesgos que todo esto comporta y algún día vamos a pagar el precio de su codicia”. -Kevin Peroni, Denver,
Colorado
“Por una vez tengan en cuenta al pueblo estadounidense y no a las grandes Corporaciones que le están pagando para que acceda a sus deseos. Esto podría ser catastrófico para la salud pública”. -
Rachel Wood , Hudsonville, Mich
Aunque el período de consulta pública ha terminado, el Centro de Seguridad Alimentaria está tramitando una petición a la Casa Blanca para detener la aprobación de las nuevas semillas
transgénicas.
Como la propia USDA ha admitido, la aprobación de estas semillas transgénicas supondría a un “aumento entre el 200 y el 600% en el uso agrícola del 2,4-D en 2020”. Este producto químico ha sido
relacionado con el Parkinson, defectos de nacimiento, problemas reproductivos y alteraciones endocrinas.
“¿Por qué con todos estos riesgos asociados, compañías como Dow y Monsanto desarrollan semillas resistentes a estas sustancias químicas que tienen tras de sí un terrible historial sanitario?,
dice Anna Lappé, autora de Dieta para un Planeta Caliente y cofundadora del Instituto Small Planet.
Lappé responde a su propia pregunta, diciendo que con la introducción de semillas resistentes a los herbicidas aumentan las ventas de estos, y por tanto suben los beneficios. “El verdadero motivo
que se encuentra detrás de su introducción no es otro que la venta de productos de Dow y Monsanto”.
A principios de esta semana, Reuters publicó un artículo en profundidad sobre el intento de Dow para que se aprueben estas semillas transgénicas, que han sido publicitadas como “el lanzamiento
más importante”, según Dan Kittle, Vicepresidente de Investigación y Diseño de Dow Agrosciences. La Empresa prevé duplicar sus ventas, en torno a los 7.000 millones de dólares anuales en los
próximos 5 a 7 años.
“La clave para el ascenso de Dow dentro de la agricultura y el uso de herbicidas es la venta conjunta de la nueva semilla transgénica y el herbicida, el sistema de control de malezas Enlist”,
decía el artículo de Reuters.
Séralini hace pública una declaración sobre la retractación de su trabajo sobre el maíz transgénico NK603
El equipo del profesor Séralini condena la violación de la ética científica por el editor de la revista Food and Chemical Toxicology, que se retractó del artículo inicialmente publicado,
y también dirige su carta al Comité de Conducta Ética (COPE).
Injusta retractación del trabajo sobre el maíz transgénico NK603: confusión en torno a la ética científica
La inquietante
violación de la ética científica, como se demuestra en la correspondencia con el editor de la revista Food and Chemical Toxicology (FCT) y el Comité de Vigilancia Ética
(COPE)
El 28 de noviembre de 2013, Wallace Hayes, editor jefe de la revista Food and Chemical Toxicology (FCT), anunció que retiraba el artículo sobre el estudio de toxicidad a largo plazo del maíz transgénico NK603 y
el herbicida al que era tolerante (Roundup), publicado por Séralini y al. Tras un proceso posterior de revisión, el editor de la revista dijo que no detectaba ningún fraude, justificando
su decisión en el mero hecho de que los datos de la investigación no eran concluyentes. Hasta la fecha, tal justificación en torno a un estudio nunca se ha utilizado para retirar la
publicación de un trabajo de investigación después de haber sido publicado. Sólo una posterior revisión del estudio y un análisis científico de los datos obtenidos podría permitir avanzar
hacia una mayor seguridad.
En diciembre de 2013, presionado para que explicase el por qué de esta decisión, el Dr. Hayes publicó un artículo en su revista que revestía la forma de una confesión: “La revisión de
los datos deja claro que no hubo mala práctica científica. Sin embargo, es la afirmación de que existe un vínculo entre los transgénicos y el cáncer lo que decidió su retirada”. El
análisis del Dr. Hayes para motivar su decisión de retracción en la publicación del artículo, aunque afirma que fue una reflexión “profunda y prolongada”, incurre en dos graves errores:
confusión y sobregeneralización.
El estudio de Séralini y al. nunca tuvo la intención de seguir el protocolo experimental que se utiliza en los estudios de carcinogenicidad. Por otra parte, el término cáncer
nunca se menciona en el artículo. Como dice el título del estudio, es un análisis de toxicidad a largo plazo. Este es uno de los primeros estudios a nivel mundial realizado durante un
período de dos años y que tenía la intención de analizar un conjunto más amplio de parámetros biológicos (sangre, órganos, orina, …). El análisis estadístico realizado y los resultados no
han sido motivo de disputa por el editor de la revista FCT.
Con el deseo de continuar con el debate con los científicos que realizan la revisión por pares, a finales de 2014 los autores del estudio recurrieron al Comité de Vigilancia Ética (COPE),
que desde 1997 ha publicado recomendaciones sobre las condiciones para la retracción de
un artículo publicado en una revista científica. El grupo Elsevier y la revista FCT han firmado la carta de la COPE sobre buenas prácticas éticas. En una carta publicada aquí, los miembros de la COPE sólo pueden actuar como asesores y
no como árbitros para la resolución de conflictos. Según esta organización de vigilancia ética, “la decisión de la editorial de retractarse de la publicación de un artículo pertenece
al editor y al director, y la justificación de por qué se llegó a esa decisión, en el marco de las directrices de la COPE, también recae en ellos”. Pues bien, creemos que la
retractación no cumple con los requisitos éticos establecidos por la COPE.
Frente a la posición del editor Hayes, el equipo de investigación de Séralini y al. no tiene otra opción que hacer públicos los documentos y opiniones presentadas a la COPE, para que
todos puedan participar en este debate sobre la independencia de los editores científicos, la libertad de publicar y la defensa de los fundamentos éticos de la ciencia.
Cientos de investigadores están apoyando al equipo de Séralini, en lo que se ha convertido en una lucha por la defensa de la ética científica y la independencia de la investigación. A
finales de febrero, fue el turno de un ex miembro de la Junta editorial de FCT, Marcel Robertfroid, para expresar su indignación sobre la retractación decidida por el Dr. Hayes: “Su
decisión puede interpretarse como el deseo de eliminar toda información científica que no apoye los intereses de la Industria, lo cual me parece algo inaceptable”. Por otro lado, el
profesor Séralini dice: “ Esta situación es aún más grave, ya que en este caso particular se trata de una cuestión de salud
pública; queremos un debate con el editor y las Academias sobre la base científica de sus argumentos, que no parecen ni serios ni justificados”.
Estudio indica que los agroquímicos son peligrosos
Posted: 09 Mar 2014 03:21 PM PDT
Pesticidas, más peligrosos de lo que nos quieren hacer creer
Fecha de Publicación: 09/03/2014
Fuente: Ecoticias
País/Región: Internacional
El estudio, publicado recientemente, ha desvelado que los test que suelen hacerse para evaluar la peligrosidad de los pesticidas y luego establecer qué cantidad de ellos es segura o no, dejan
mucho que desear.
Sus ingredientes "secretos" podrían hacerlos cientos de veces más tóxicos para las células
Una investigación realizada por científicos franceses podría echar por tierra buena parte de la confianza de mucha gente que se tranquiliza cuando escucha a un responsable de la Administración
decir que algo es seguro. Por ejemplo, cuando dice que no hay que inquietarse porque la presencia del residuo de un pesticida en un alimento o en el agua no entraña riesgo al no superar los
niveles legales.
El estudio, publicado recientemente, ha desvelado que los test que suelen hacerse para evaluar la peligrosidad de los pesticidas y luego establecer qué cantidad de ellos es segura o no, dejan
mucho que desear. Tanto que a veces pueden llegar a subestimar un riesgo que, según dice este estudio, puede llegar a ser en algún caso mil veces superior de lo que se pensaba.
El problema es que, entre otras cosas, los test usuales suelen basarse en estudiar solo una mínima parte de los productos -lo que se llaman los "principios activos"- pero no la mayoría de su
contenido. Normalmente, los test de seguridad de los pesticidas se hacen solo sobre el ingrediente activo destinado a la plaga. Es así cómo, según los autores del estudio, se hace "el cálculo de
la Ingesta Diaria Aceptable -el nivel de exposición que se dice que es seguro para los humanos a largo plazo- y justifica la presencia de residuos de ésos pesticidas a niveles "admisibles" en el
medio ambiente y los organismos". Lo malo es que los principios activos no están solos.
En realidad los principios activos solo suelen ser una ínfima parte de la composición del producto que se pone a la venta el cual puede ser una compleja mezcla de muchas sustancias. Ésos otros
compuestos que acompañan al principio activo han sido bautizados como "inertes", como presuponiendo que no tendrían efectos. Sin embargo, la realidad parece no ser tan sencilla.
Lo que han visto los investigadores galos, es que cuando se analiza el efecto del producto en su conjunto, tal y como se fumiga sobre enormes superficies agrícolas del planeta, la toxicidad sobre
las células humanas es mucho mayor que la de los principios activos solos. Eso es lo que dice el trabajo publicado por la revista BioMed Research International, y realizado por científicos de la
Universidad de Caen y del CRIIGEN. Ocho de los nueve productos comerciales testados resultaron ser, de media, cientos de veces más tóxicos que sus ingredientes activos solos (oscilando entre las
2 y las más de 1000 veces). Los test se realizaron sobre células humanas embrionarias, placentarias y del hígado de adultos jóvenes, pertenecientes a unas líneas celulares que, según los
científicos que han realizado el estudio "en algunos casos son incluso menos sensibles que las células primarias y por lo tanto no sobreestiman la toxicidad celular".
Los principios activos testados por separado y como parte de las mezclas comerciales fueron: los herbicidas glifosato, isoproturon y fluroxypyr, los insecticidas pirimicarb, imidacloprid, y
acetamiprid, y los fungicidas tebuconazole, epoxiconazole y prochloraz. Entre estas sustancias figuran algunas de las más ampliamente usadas en el mundo y que en algún caso han sido detectadas
como residuos en los alimentos o en el cuerpo humano.
Ello lleva a estos científicos, como Nicolas Defarge o Gilles Eric Seralini, a concluir que sus resultados "desafían la relevancia" de parámetros oficiales como el de "la Ingesta Diaria Aceptable
de pesticidas porque ésa norma es calculada sobre la toxicidad del principio activo solo. El estudio de los efectos combinatorios de varios principios activos juntos puede ser solo de importancia
secundaria si la toxicidad de las combinaciones de cada principio activo con sus adjuvantes es descuidado o desconocido. Los test crónicos sobre pesticidas pueden no reflejar exposiciones
ambientalmente relevantes" -es decir, las exposiciones que se dan realmente- "si se testa solo un ingrediente de estas mezclas".
Tal y como denuncia el científico John Peterson Myers, de Environmental Health Sciences , "el hallazgo, de confirmarse, tendría importantes implicaciones para la seguridad de los pesticidas
porque si los ingredientes "inertes" amplifican normalmente los efectos de los pesticidas los estándares de seguridad que se aplican podrían no estar protegiendo la salud humana".
Lo llamativo es que la normativa permite que ésas otras sustancias, que son la inmensa mayoría del producto que se fumiga, ni siquiera sean declaradas. Son componentes secretos de los pesticidas
que, al parecer, harían a los pesticidas más peligrosos para la salud de lo que los tests convencionales han venido diciendo.
Los científicos expusieron cultivos de células humanas a los ingredientes activos de tres herbicidas, tres insecticidas y tres fungicidas. Después, hicieron lo mismo con las formulaciones
comerciales (es decir, conteniendo los "inertes" que las acompañan) y compararon los resultados. Los fungicidas eran por lo común, los más tóxicos (viéndose citotoxicidad a dosis cientos de veces
más bajas que las diluciones agrícolas) seguidos de herbicidas e insecticidas.
En el estudio, se analizaron los efectos de pesticidas muy usados en la actualidad como los insecticidas Confidor (cuyo principio activo es el imidacloprid, sustancia muy célebre por el problema
de las abejas) y Polysect (otro neonicotinoide cuyo principio activo es el acetamiprid). Así como el fungicida Eyetak (procloraz) o el herbicida Starane (fluoxypyr).
El famoso Roundup, de la multinacional Monsanto, uno de los herbicidas más usados en el planeta y cuyo principio activo es el glifosato, resultó ser el más toxico de los herbicidas
testados.
Con la excepción del Matin (un herbicida cuyo principio activo es el isoproturon) resultaba que las fórmulas comerciales eran todas más agresivas que si se testaba el ingrediente activo solo. La
palma se la llevaba el fungicida con tebuconazole -sustancia que incluida en listas de posibles cancerígenos, además de estudiarse su capacidad de alteración hormonal- donde la diferencia era de
más de 1.000 veces.
Desde hace muchos años una serie de científicos claman, sin éxito, para que las autoridades obliguen a las industrias a desvelar qué sustancias son añadidas, como "inertes" en las formulaciones
de pesticidas. La industria se resiste alegando que es un "secreto comercial". Pero entre ésas sustancias pueden contarse algunas que, aparte de lo comentado en el estudio, ya por sí solas,
pudieran contribuir a algunos efectos incluso más que los principios activos.
Leyendo las conclusiones de esta investigación francesa -en la que se comenta como hay algunas sustancias, de las llamadas "inertes", que son más tóxicas que el propio principio activo (el único
que se testa)- es inevitable pensar aquello de "quien hizo la ley hizo la trampa" y es que, ciertamente, parece demasiado tramposo juzgar la posible toxicidad de un producto que puede contener
muchas sustancias diferentes evaluando la toxicidad de solo una de ellas.
¿Cómo es que las autoridades consienten estas cosas? Podemos imaginárnoslo. La historia de la toxicología oficial es, en demasiadas ocasiones, tal y como denuncian importantes científicos, la
historia de la toxicología dictada por las propias industrias químicas. Cuando la salud pública y el beneficio privado se enfrentan..., ya se sabe quién es más fácil que salga perdiendo. Y por
los oscuros agujeros de cierta toxicología podrían estar colándose, según denuncian estos científicos, cosas no demasiado buenas para la salud y la ecología.
5 razones por las que los estudios de Monsanto no cuadran
Puede oír a los vendedores de pesticidas y de comida basura: cualquiera que cuestione el valor, la legitimidad o la seguridad de los cultivos transgénicos es un ingenuo, va en contra de la
Ciencia y su punto de vista es irracional e histérico.
Pero, ¿cuánto tiempo puede Monsanto seguir ignorando muchos
estudios científicos y mantener su montaje tecnológico, que falla en sus promesas y pone en riesgo la salud pública?
Jim Goodman, un agricultor, activista y miembro de la Asociación de Consumidores Ecológicos, recientemente escribió sobre el uso engañoso que hace Monsanto de lo que denomina Ciencia
Concluyente:
“Lo que se denomina Ciencia Concluyente no tiene una definición científica. No significa revisión por pares o investigación bien documentada. Ciencia Concluyente es un término ideológico, que
se utiliza para apoyar un punto de vista particular, una determinada visión política o el apoyo a una determinada tecnología. Ciencia Concluyente es poco más que las opiniones de los llamados
expertos, que representan los intereses corporativos”.
En pocas palabras, Ciencia Concluyente se refiere al apoyo a lo que dice la Industria, en favor de las ganancias empresariales por encima de la seguridad alimentaria, el medio ambiente y
la salud pública.
Aquí mostramos cinco nuevos estudios publicados en los últimos dos meses, que perforan unos enormes agujeros en la Ciencia Concluyente de Monsanto. Los estudios abarcan varias aspectos, desde el
herbicida Roundup de Monsanto, que causa enfermedad renal crónica, contrariamente a las afirmaciones de la Industria, un herbicida que persiste durante años, contaminado
el suelo, el aire y el agua, hasta que los cultivos transgénicos no son la solución para alimentar al mundo, ni se ha reducido con ello el uso de herbicidas y pesticidas.
¿Qué pasa cuando se mezcla el glifosato con el agua dura, es
decir, el agua que contiene minerales, tales como el calcio, magnesio, estroncio, hierro, que se encuentran de forma natural en el suelo, o como resultado de la utilización de fertilizantes
químicos?
El glifosato se convierte en muy tóxico para los riñones. Esta es la teoría planteada por los investigadores que tratan de descubrir la causa de las miles de muertes por enfermedad renal crónica
entre las personas de las zonas agrícolas de Sri Lanka, El Salvador y Nicaragua.
Monsanto siempre ha insistido ( a pesar de las pruebas en sentido contrario) de que su herbicida Roundup es benigno, y que su toxicidad no persiste. Según un estudio publicado el mes de febrero
en la revista Toxicología y Química Ambiental, los investigadores dicen que si sólo se estudia el ingrediente activo de Roundup, el glifosato, es posible que como afirma Monsanto,
Roundup sea benigno. Pero hay otros ingredientes en Roundup, entre ellos el ácido aminometilfosfónico o AMPA. En un estudio denominado “Plaguicidas en el aire y la lluvia de Mississippi: una
comparación entre 1995 y 2007”,encontró que el glifosato y el subproducto tóxico AMPA, se detectaron en más del 75% de las muestras de aire y lluvia
recogidas en Mississippi en 2007.
¿Qué significa esto? De acuerdo con los análisis: “Si estuviéramos respirando el aire analizado, estaríamos inhalando aproximadamente 2,5 nanogramos de glifosato por metro cúbico de aire. Se
ha estudiado que un adulto promedio inhala aproximadamente 11 metros cúbicos de aire por día, lo que equivale a 27,1 nanogramos de glifosato al día”.
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos, que nunca ha rechazado en toda su historia un cultivo transgénico, publicó un Informe que confirma lo que científicos independientes han estado
diciendo durante años: la Ingeniería Genética no se ha
traducido en un aumento de los rendimientos ( como la Industria nos quiere hacer creer), sino que lo que ha crecido es el uso de pesticidas y herbicidas.
Aunque el Informe, en general, hace críticas favorables a los cultivos transgénicos. No es algo de extrañar, ya que este Departamento mantiene una relaciones muy cómodas con Monsanto. Esto hace
más rara esa crítica por parte de un acérrimo defensor de los cultivos transgénicos, haciéndose preguntas y dejando en evidencia los estudios pocos científicos y no probados, pero afirmando
finalmente que la Biotecnología es la mejor cosa que le puede haber pasado al pan ( el trigo transgénico).
Sustainable Pulse ha hecho un buen trabajo buscando el Informe de la USDA en el que aparecen críticas de la Agencia a los
cultivos transgénicos.
4.- Los pesticidas son más peligrosos de lo que pensábamos,artículo publicado
en BioMed Research International, febrero de 2014.
Malas noticias sobre los plaguicidas. Un estudio publicado en Investigación Internacional BioMed en el mes de febrero de 2014, dice que no sólo tenemos que preocuparnos de los productos químicos
tóxicos, sino también de los plaguicidas. Son ingredientes inertes que interactúan con los ingredientes activos, tóxicos.
Generalmente los estudios que se realizan para determinar la seguridad de los plaguicidas se centran únicamente en los ingredientes activos. Pero los científicos de la Universidad de Caen
probaron ocho productos comerciales, incluyendo Roundup, y encontraron otros nueve ingredientes que eran ciento de veces más tóxicos que el ingrediente activo por separado.
¿Cuál era de todos el herbicida más tóxico? Roundup de Monsanto, que era de lejos el más tóxico de los herbicidas, según el estudio.
5.- La agricultura ecológica a pequeña escala es necesaria para alimentar al mundo. Comisión de la ONU sobre el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD), Despertad antes de que sea demasiado tarde, diciembre de 2013.
En diciembre de 2013, la Comisión de las Naciones Unidas sobre el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD) publicó los resultados de un estudio que hace otro gran agujero en las pretensiones de
Monsanto, esa de que
necesitamos los transgénicos para alimentar al mundo. El estudio, titulado “Despertad antes de que seademasiadotarde”, concluye
con una advertencia: la agricultura ecológica a pequeña escala es la única forma de alimentar al mundo.
De acuerdo con un análisis realizado por uno de los colaboradores del Informe, contiene éste varias secciones dedicadas a un cambio por una agricultura más sostenible, la producción ganadera y el
cambio climático, la importancia de la investigación, los usos de la tierra, y la reforma de las reglas del comercio mundial.
Más de 60 expertos de todo el mundo han contribuido a la elaboración de este informe.
Las evidencias en contra de los transgénicos están aumentando, y estos cinco estudios publicados en un par de meses viene a sumarse a los ya publicados con anterioridad.
¿Cuánto tiempo va a tardar la Agencia de Protección Ambiental y la Agencia de Control de Alimentos y Medicamentos en dejar de apoyar a una Industria cuyos estudios están en entredicho? ¿Y cuándo
va a empezar a poner por delante la salud pública de los beneficios empresariales?
El pasado mes de diciembre, más de 200 científicos, médicos y expertos de diferentes campos, firmaron un comunicado declarando de la Industria Biotecnológica está
engañando a la opinión pública cuando afirma que los transgénicos son seguros. No existe consenso científico que apoye las demandas de la Industria, que asegura que los transgénicos son seguros.
Pero a medida que salen a la luz nuevos estudios, resulta cada vez más claro que debemos despertar, pronto, ante las amenazas que plantea una tecnología temeraria, que ya domina nuestra comida y
los sistemas de producción agrícola, sin control, y esto ya dura demasiado tiempo.
Ronnie Cummins es un veterano activista, autor y organizador. Es el Director Internacional de la Asociación de Consumidores Ecológicos y su afiliado de México: Via
Organica. http://www.organicconsumers.org; http://www.viaorganica.org
Katherine Paul es Directora de Comunicaciones de la Asociación de Consumidores Ecológicos
Nuevos estudios demuestran que los transgénicos no son sustancialmente equivalentes a sus homólogos no transgénicos
Nuevos estudios documentan las diferenciales sustanciales entre el maíz y la soja transgénicos y sus homólogos nos transgénicos, mostrando una regulación normativa muy permisiva que
ha fracaso de forma estrepitosa en en la protección de la salud pública y la biodiversidad, dice la Dra. Eva Sirinathsinghji
Nuevos estudios realizados por científicos independientes de la Industria Biotecnológica están descubriendo que hay
diferencias notables entre los transgénicos y sus homólogos no transgénicos. Esto supone el descrédito delprincipio de equivalencia sustancialque es el que ha facilitado la aprobación de
los transgénicos, lo que implica una falta de protección para la salud pública y el medio ambiente [1] (véase [2] The Principle of
Substantial equivalence is Unscientific and Arbitrary, ISIS news).
El principio de equivalencia sustancial
El concepto de equivalencia sustancial se introdujo por primera vez en 1993 por parte de la Organización para el Desarrollo Económico (OCDE), una organización internacional de
carácter económico y comercial, no un organismo de salud pública. Este principio establece que si se encuentra que un nuevo alimento es sustancialmente equivalente a un producto alimenticio ya
existente, se puede tratar de la misma forma que el producto existente en materia de seguridad. De este concepto se han beneficiado los productos transgénicos, permitiéndoles eludir los
requisitos reglamentarios que se aplicarían a los nuevos alimentos y productos, entre los que están incluidos los nuevos compuestos químicos, los productos farmacéuticos, los plaguicidas y
aditivos alimentarios, todos los cuales requieren de una serie de pruebas toxicológicas y pueden estar sujetos a limitaciones legales sobre su consumo seguro y nivel de admisión.
Las Agencias de Regulación, como la FDA estadounidense (Administración de Alimentos y Medicamentos), la Agencia Canadiense de Inspección de Alimentos o el Ministerio de Salud y Bienestar de
Japón, por lo general basan sus regulaciones de seguridad alimentaria de los transgénicos en el principio de equivalencia sustancial.
Hay buenas razones para pensar que los consumidores están desprotegidos por las políticas de regulación, entre otras cosas porque este principio está pensado para que sea lo más flexible y
abierto en la interpretación para la aprobación de casi todos y cada uno de los productos transgénicos presentados. En la práctica, este principio permite la comparación de una línea de productos
transgénicos con otra variedad existente de la misma especie, e incluso entre una entidad abstracta compuesta por ingredientes de varias especies. Esto significa que una variedad transgénica
podría presentar las peores características de varias especies diferentes y todavía se seguiría considerando como sustancialmente equivalente (1,2). Los rasgos utilizados para las comparaciones
se basan únicamente en la composición química bruta, sin tener en cuenta los diferentes niveles de hidratos de carbono, proteínas y azúcares. Este método no aborda cuestiones de seguridad.
Irónicamente, para que los transgénicos puedan ser patentados, ya que se trata de algo nuevo, se exige que exista una diferencia o equivalencia no sustancial.
Evaluaciones independientes de la equivalencia sustancial han demostrado que esta práctica no sólo es insuficiente, sino poco fiable (3-5), y los nuevos estudios lo vienen a confirmar con
claridad .
Estudios realizados en Egipto han mostrado que no hay equivalencia sustancial y la toxicidad del maíz transgénico
En abril de 2013, una publicación egipcia dirigida por el profesor El-Sayed Shaltout de la Universidad de Alejandría, encontró que el maíz de Monsanto MON810 (Ajeeb-YG®), modificado para expresar
el gen Bt (Bacillus thuringiensis) que produce el insecticida Cry1Ab, tenía un mayor contenido en proteínas totales, en grasas, fibra y sacáridos totales, y una disminución en el contenido de
almidón en comparación con el maíz no transgénico Ajeeb. También se encontraron niveles anormales de ciertos aminoácidos, ácidos grasos y otros elementos (6). Estas diferencias en la composición
dieron un indicio de la posible toxicidad del maíz transgénico, que ya fue revelado en estudios de alimentación en ratas macho, realizados con anterioridad por el mismo equipo: anomalías en
varios órganos y tejidos (7,8). Las células del hígado muestran vacuolización y degeneración grasa. Los riñones tenían los vasos sanguíneos congestionados y dilatados los túbulos renales. Los
testículos mostraron signos de necrosis y descamación de las células germinales que revisten los túbulos seminíferos. El bazo se encontraba congestionado por depleción linfocítica leve. El
intestino delgado mostraba hiperplesia e hiperactivación de las glándulas secretoras de la mucosa, con necrosis de las vellosidades intestinales. Sin duda alguna, el maíz transgénico no es
sustancialmente equivalente a su homólogo no modificado genéticamente.
Las sojas transgénica y no transgénica no son sustancialmente equivalentes
Un estudio más reciente dirigido por Thomas Bohn, del Centro Noruego para la Seguridad Biotecnológica (9), investigó con 31 lotes de semillas de soja de Iowa, pertenecientes a tres
categorías: 1) soja transgénica tolerante al glifosato; 2) soja no modificada cultivada de forma convencional utilizando productos químicos; 3) soja ecológica no modificada genéticamente. Se
analizaron en los tres grupos la presencia de contaminantes químicos ( organoclorados, organofosforados, piretroides, PCB, glifosato y AMPA, ácido aminometilfosfónico, el principal producto de
degradación del glifosato, en base a la lista de pesticidas utilizados por los agricultores), así como su contenido nutricional. La comprobación de los niveles de pesticidas es muy importante ya
que la evaluación de la equivalencia sustancial de la soja transgénica tolerante al glifosato no se hizo con anterioridad con los restos de herbicidas presentes en la cosecha, a pesar de que se
sabe que el glifosato persiste en la planta, que altera el metabolismo y la bioquímica, y por lo tanto la composición química de los cultivos. Cualquier evaluación de su equivalencia sería
irrelevante de no incluirse el glifosato.
Los resultados no pueden ser más claros. Como se muestra en la Figura 1 (N. del T.: para acceder a las ilustraciones que acompañan a este artículo es preciso estar registrado en el sitio
web de ISIS), el glifosato y AMPA sólo estaban presentes en las muestras de soja transgénica y no en las variedades convencional y ecológica no modificadas genéticamente. En las muestras de soja
transgénica, la concentración de AMPA (concentración media = 5,74 mg / kg) fue de promedio casi dos veces superior a la del glifosato (3,26 mg/Kg). Se detectaron otros herbicidas:
FLUAZIFOP-p-BUTIL, un herbicida selectivo, en una concentración de 0.02 mg/kg en una de las muestras soja transgénica; MALATION, en una concentración de 0.078 mg/kg en una de
las muestras de soja convencional; dieldrín en la muestra de soja ecológica ecológica (0,002 mg/kg). No se detectaron otros residuos. Pruebas adicionales para los residuos de plaguicidas en las
semillas de soja transgénica, soja convencional y soja ecológica, mostraron trazas de niveles de alfa-endosulfán, Trans-nonacloro y Trans-clordano, todos en una concentración muy cerca de los
límites de detección (0,05 µg/kg), en todo tipo de soja. Dieldrín también fue encontrado en niveles muy bajos, en concentraciones de 0.51, 0.45 y 0.6 µg/kg en la soja transgénica, convencional y
orgánica, respectivamente.
Los investigadores analizaron la composición química de las muestras de soja, incluyendo la composición del contenido de proteínas, grasas y azúcares, así como la presencia individual de
aminoácidos, vitaminas, ácidos grasos y otros elementos. Mientras que la soja ecológica mostraba diferencias significativas con respecto a la soja transgénica, la soja convencional no modificada
genéticamente presentaba los niveles mayores y menores de proteínas y grasas saturadas, además de diferencias significativas en los niveles totales y distintos cantidades de aminoácidos,
vitaminas y minerales. Un análisis adicional estadístico multivariante de los resultados encontró sin excepción que cada muestra individual de soja podía ser caracterizada estadísticamente de su
respectivo medio agrícola, incluso excluyendo los datos sobre los niveles de glifosato y AMPA. La soja ecológica era superior nutricionalmente a la soja convencional no transgénica y a la soja
transgénica.
Perfiles tecnológicos para análisis de bioseguridad
Las tecnologías de obtención de perfiles, como la proteómica, permiten la medición y comparación de miles de componentes de las plantas, en este caso de las proteínas, sin conocer previamente su
identidad. Este método está siendo utilizado actualmente por los científicos independientes para así proporcionar un perfil más completo, imparcial y global de la composición de los cultivos
transgénicos para la evaluación de riesgos.
Un nuevo estudio realizado en Brasil por Agapito-Tenfen y sus colegas de la Universidad Federal de Santa Catarina, es un ejemplo de este tipo de análisis, que expresa el análisis completo de las
proteínas del maíz transgénico MON810 en comparación con el maíz no modificado genéticamente, cultivados en dos condiciones ambientales diferentes. El análisis el proteoma foliar, mostró 32
proteínas expresadas diferencialmente ( de un promedio de 458 y 643 proteínas detectadas en cada una de las condiciones) entre el maíz transgénico y no transgénico, la mayoría de las cuales están
involucradas en el metabolismo de los hidratos de carbono, la respuesta al estrés, así como el procesamiento de la información genética, tales como la modificación posterior a la traducción de
las proteínas (10). Dieciséis proteínas se expresaron diferencialmente entre el maíz transgénico y no transgénico cultivados en los dos diferentes lugares (Campos Novos y Chapecó). En Campos
Novos, el experimento detectó 8 proteínas que sólo aparecían en las muestras de maíz transgénico; las 8 restantes estaban ausentes en las muestras de maíz transgénico. En Chapecó, fueron 7 las
proteínas detectadas únicamente en las plantas transgénicas; 2 proteínas mostraron diferencias cuantitativas en la expresión. Por ejemplo, el gliceraldehído
deshidrogenasa-3-fosfato (GAPDH) y la fructosa-bifosfato, ferredoxina-NAPD,se presentaban
únicamente en las plantas transgénicas de Campos Novos, proteínas que están directamente relacionadas con el metabolismo energético. Cuando se trata del metabolismo de los carbohidratos, los
datos resultan consistentes con los datos obtenidos en estudios previos que observaron un aumento de los niveles de azúcares en las plantas del maíz transgénico MON810, con un aumento de 14, 7 y
1,8 en los niveles de glucosa, fructosa y sacarosa, respectivamente (11). Las plantas de maíz pasan por muchas etapas en el desarrollo de sus hojas que se basan exclusivamente en el metabolismo
de los hidratos de carbono. Además, se ha demostrado que la presencia de los promotores con altos niveles de expresión tiene un alto coste energético, por ejemplo, el promotor 35S del virus del
mosaico de la coliflor (12,13), que los autores especulan que puede acarrear problemas a las plantas transgénicas.
Los genes de respuesta al estrés, por ejemplo, los relacionados con el metabolismo del glutatión (glioxilato 1 y IN2-1), peróxidos y proteínas relacionadas con la patogénesis se expresaron sólo
en las plantas no modificadas genéticamente. También se descubrió que la 2-cisteína peroxirredoxina BAS1 (2-CP) está sobreexpreada en las plantas modificadas genéticamente, en ambos
lugares. Las peroxidasas son de gran importancia en la eliminación de H2O2 resultante de la fosforilación oxidativa.
Cuatro proteínas de información genética se expresaron diferencialmente. Dos de ellas sólo estaban presentes en las plantas transgénicas de Campos Novos, la adenina fosforribosil transferasa
(APT), y la subunidad de unión a ATP Clp, la proteasa dependiente de ATP CLPA (Clp-CIPA). La APT salvaguarda la adenina de las plantas, mientras que las proteasas Clp-CLPA ejercen
la actividad de despliegue, ejerciendo un papel clave en la regulación de la disponibilidad de ciertas proteínas reguladoras de vida corta. Las proteínas chaperonina y S-adenosilmetionina
sintetasa 1 mostraban un incremento en la regulación en las plantas no modificadas genéticamente. La S-adenosilmetionina sintetasa 1 está implicada en la transmetilación de
proteínas, ácidos nucleicos, polisacáridos y ácidos grasos. Curiosamente, muchas de estas proteínas de información genética están directamente relacionadas con el control de la expresión génica.
Este estudio es el primero en su género que utiliza estas tecnologías para evaluar cómo el medio ambiente y el genotipo pueden influir en la composición de las plantas y destaca la disponibilidad
de un análisis de rutina para las proteínas, las transcripciones y los metabolitos, que todavía no son requeridos por los Gobiernos para la aprobación de los transgénicos, como debiera hacerse.
Además, este estudio muestra el efecto de las condiciones ambientales sobre la composición de los cultivos. Los defensores de los transgénicos argumentan a menudo que otros factores, como las
condiciones ambientales, así como las variedades híbridas, determinan la composición y la fisiología de la planta, pero la propia modificación genética puede influir en esas condiciones. De
hecho, el medio ambiente causó variaciones en la composición de los cultivos, Pero, curiosamente, el perfil de la expresión de las proteínas del maíz transgénico estaba más afectado por el medio
ambiente.
Para concluir, las numerosas diferencias mostradas entre las variedades de maíz transgénico y su homólogo no transgénico pueden afectar a la salud de los consumidores y a la biodiversidad, y
expone con claridad que el principio de equivalencia sustancial es pseudociencia. En realidad, la modificación genética provoca cambios muy reales y sustanciales, imprevisibles e incontrolables
en el genoma del huésped, incluyendo mutaciones y reordenamientos, así como nuevas transcripciones y nuevas proteínas. Además, ya se ha demostrado que los cultivos transgénicos y el glifosato
pueden causas daño a la salud y el medio ambiente, según han revelado estudio independientes (véase el informe especial [14] Ban GMOs Now,
ISIS ). Estos nuevos estudios lo vienen a confirman plenamente.
—–
Video: transgénicos, tecnología obsoleta e insegura
¿Qué es un Transgénico? según el Profesor Carlos Sentís, de la Comisión Docente de Genética del departamento de Biología de la Facultad de Ciencias, Universidad Autónoma de Madrid.
Los transgénicos se basan en preceptos de biotecnología obsoletos de los años 70, son aprobados para el consumo del ciudadano sin los estudios pertinentes sólo presentando los estudios
realizados por las mismas empresas que los venden, los científicos independientes que presentan estudios en contra de los OGM son atacados y silenciados por las Corporaciones
Agroindustriales y Farmacéuticas creadoras de la semilla transgénica y el agrotóxico(glifosato) tales como Monsanto, Bayer, Basf, Dupond, Pioneer, Syngenta.
Agricultor denuncia que herbicida de Monsanto causa deformidades y defectos de nacimiento en cerdos
Gracias a los cultivos y creaciones genéticamente modificadas de Monsanto, un criador de cerdos en Dinamarca está haciendo sonar la alarma sobre lo que él cree son las deformidades causadas por
alimentos modificados genéticamente, paralizando los cerdos que cría.
Según la revista The Ecologist, el criador Ib Pedersen ha encontrado cerdos nacidos con deformidades de la columna vertebral, tumores y anomalías visibles, e incluso gemelos siameses. Él culpa al
glifosato, el herbicida que se encuentra en los cultivos modificados genéticamente.
Un ingrediente principal en el producto Roundup de Monsanto es el glifosato, un químico para eliminación de malezas rociados rutinariamente en los cultivos que han sido genéticamente modificados
para resistir sus efectos mortales. El glifosato se ha encontrado en cantidades asombrosas en la orina humana y no sólo se encuentran en nuestros alimentos, sino también en el sistema de
agua.
Para los agricultores como Pedersen, hay varios problemas con el glifosato. No sólo tiene que preocuparse de que lo está consumiendo por sí mismo, sino que tiene crecientes preocupaciones acerca
de sus efectos sobre sus lechones.
Pedersen produce 13.000 cerdos cada año y es un proveedor del mayor productor de cerdos de Europa, Danish Crown. Cuando se alarmó por las deformidades entre sus cerdos, eliminó las fuentes de
alimentos genéticamente modificados y las cambió por alimentos sin modificaciones genéticas. Mientras que algunos de los problemas no desaparecieron del todo, las mejoras fueron notables.
“Cuando usé alimentos genéticamente modificados vi síntomas de hinchazón, úlceras estomacales, altos índices de diarrea (…) pero cuando cambié para alimentos no modificados, estos problemas
desaparecieron, algunos en cuestión de días”, expresó Pedersen.
Además de hacer que los lechones sean más sanos, el cambio de alimento también le ahorró a Pedersen dinero y tiempo. “Menos abortos, más lechones nacidos en cada camada, y cría de animales que
viven más tiempo”, dijo sobre los cambios.
Cuando los cerdos deformes fueron analizados, Pedersen afirmó que todos ellos tenían glifosato en los tejidos de sus órganos.
En los seres humanos, el glifosato ha sido vinculado a trastornos hormonales, esterilidad y cáncer. Pero sus efectos a largo plazo simplemente no son conocidos. En su mayor parte, todos somos los
conejillos de indias de este experimento científico, que los responsables se niegan a cancelar.
Los agricultores de Estados Unidos han visto resultados similares con los alimentos genéticamente modificados.
Los alimentos no modificados genéticamente son mejores para los animales y mejor para las personas. Entonces, ¿para quiénes exactamente son mejores los alimentos genéticamente modificados?
Fuente: Natural Society
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Ejecutivo de Bayer: fabricamos medicamentos para los ricos no para los pobres
A estas alturas ya sabemos de las atrocidades cometidas por las Multinacionales en nombre de sus obscenas ganancias. Una de ellas, Bayer, con sede en Alemania, ha dejado de tener el monopolio
para la fabricación del medicamento Nexavar contra el cáncer, en la India. Una pequeña empresa de la India fabricará una versión genérica de este medicamento, el cual estará al alcance de los
enfermos con menos recursos de este país. Un año de tratamiento con Nexavar, que se utiliza sobre todo en los casos de cáncer de hígado y riñón, cuesta 96.000 dólares en los Estados Unidos y
69.000 en la India, es decir 41 veces la renta per cápita. El medicamento fabricado por Natco Ltd se hará por 177 dólares al año.
Los indignados ejecutivos de Bayer han dicho que lo que se ha hecho en la India es un robo y van a iniciar todas las acciones legales posibles para defender “nuestros derechos de propiedad
intelectual”. Sabemos eso de poner la otra mejilla y responder al odio con amor, pero parece ser que hay medicinas que no se pueden conseguir.
“Nosotros no desarrollamos este medicamento (Nexavar) para los hindúes. Está desarrollado para los pacientes occidentales que puedan permitírselo”,dijo
el Director General de Bayer, Marjin Dekkers, durante una conferencia farmacéutica.
Pacientes de cáncer en la India en los alrededores del hospital donde están siendo tratados.
Las multinacionales sólo pueden ser derrotadas si existe un potente movimiento de la sociedad, apoyado por una porción significativa de la población. Un tribunal provincial de Córdoba dictaminó
que Monsanto debe detener la construcción de la planta de tratamiento de semillas de maíz transgénico ubicada en Malvinas Argentinas, dando a lugar a un recurso de amparo presentado por los
vecinos de la zona que acampan desde hace tres meses en las puertas de la obra.
La movilización fue impulsada por pequeños grupos, Madres de Ituzaingó, la Asamblea Malvinas Lucha por la Vida y vecinos autoconvocados, entre otros, y tuvo la virtud de sostenerse en el
tiempo pese a las amenazas del gobierno provincial y del sindicato de la construcción. La población de Malvinas Argentinas simpatiza y apoya la resistencia, lo que llevó a la justicia a tomar la
resolución de paralizar las obras el pasado 9 de enero.
Siempre son grupos pequeños los que toman la iniciativa, sin tener en cuenta la “correlación de fuerzas” sino la justicia de sus acciones. Luego, a veces mucho más tarde, el Estado termina
por reconocer que los críticos llevan la razón. Más tarde, los que fueron criminalizados suelen ser considerados héroes incluso por quienes los reprimieron. El punto crucial, a mi modo de ver, es
el cambio cultural, la difusión de nuevos modos de ver el mundo, como lo enseña la historia de las luchas sociales.
Mucho antes de que cayeran las leyes segregacionistas en los Estados Unidos, la discriminación fue derrotada en los hechos. El 1 de diciembre de 1955 una mujer común, Rosa Parks, se negó a
sentarse en el autobús en los asientos para negros y lo hizo en los reservados para blancos. Fue arrestada por violar la ley en Montgomery, estado de Alabama. Decenas de personas siguieron su
ejemplo, y otras decenas la precedieron. Su acción de desobediencia impactó porque fue seguida por muchos.
Franklin McCain, un activista negro de 73 años de Carolina del Norte, en 1960 se sentó con tres amigos en la barra de una cafetería de la cadena Woolworth en la ciudad de Greensboro. Era un
sitio exclusivo para blancos. Pidieron café y esperaron todo el día pero no les sirvieron. Al día siguiente regresaron pese a los insultos de los blancos y las amenazas de los policías. El fin de
semana ya eran cientos y la protesta se extendió a decenas ciudades. La cadena Woolworth se vio obligada a permitir el ingreso de negros. Recién entre 1964 y 1965 el Estado se vio forzado a
eliminar las leyes de discriminación racial, cuando había un gobierno que con los parámetros actuales –y teniendo en cuenta que se trata de los Estados Unidos- llamaríamos “progresista”.
Creo que esta es una de las enseñanzas más importantes que nos deja la victoria de la población de Malvinas Argentinas contra Monsanto. Debemos hacer cosas lo más inteligentes y lúcidas
posibles, pero sobre todo acciones realizadas y sentidas por la gente común, acciones sencillas, pacíficas, capaces de desnudar los problemas que nos afligen, como sentarse en el lugar que uno
quiere en el autobús, y no en el que te obligan, o acampar frente a una de las más poderosas multinacionales.
Lo que sigue, ya no depende de nosotros. Que una parte significativa de la población esté de acuerdo y acompañe, que llegue a participar de algún modo en la protesta, depende de factores que
nadie controla y para los cuales no hay recetas ni tácticas preestablecidas. Desde el punto de vista del movimiento social y de los cambios necesarios, no podremos derrotar el extractivismo
reclamando leyes al Estado. Las leyes vendrán cuando el modelo haya sido derrotado cultural y políticamente.
Es cierto que los gobiernos de la región, más allá de su orientación concreta en cada país, se apoyan en el extractivismo. Pero es la gente común organizada a la que nos corresponde
derrotarlo, con miles de pequeñas acciones, como las que desarrollaron las Madres de Ituzaingó y ahora los acampantes en Malvinas Argentinas.
Raúl Zibechi
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El creciente rechazo a los cultivos transgénicos de los agricultores estadounidenses
18 enero, 2014
Los consumidores estadounidenses están empezando a descubrir, como ya lo hicieron los europeos a finales de los años 1990, que la mayor parte de los alimentos procesados contienen
ingredientes modificados genéticamente, al igual que los agricultores, que empiezan a recelar de esta tecnología.
La elección
de un nuevo alcalde en Nueva York no es el único cambio que se ha producido últimamente en Estados Unidos, después de décadas favoreciendo a las Grandes Empresas. Tanto los cultivos como los
alimentos modificados genéticamente no han encontrado trabas en su expansión, sin estudios que avalen su seguridad, todo ello gracias a la influencias de las Compañías de Biotecnología y las
Administraciones de George W. Bush y Barack Obama.
La mayoría de los consumidores estadounidenses desean que los alimentos modificados genéticamente estén etiquetados ( que no lo están) y creen que no se alimentan con transgénicos (que sí lo
hacen). Se han realizado recientemente votaciones para exigir su etiquetado, siendo derrotada las propuestas por un estrecho margen en California (2012) y en Washington (2013).
Pero la expectación creada por estas votaciones y las enormes sumas gastadas por las Empresas de Biotecnología y Alimentación para derrotar las propuestas ( 46 millones de dólares sólo
en California) han provocado un debate en Estados Unidos, y ya otros 20 estados están considerando aprobar una ley de etiquetado de los productos transgénicos.
Hace muy poco, una empresa de alimentación de Estados Unidos, General Mills, ha dejado de producir los cereales para el desayuno Cheerios sin
ingredientes transgénicos. Unos cereales que ya se llevan fabricando desde hace 73 años, una de las principales marcas estadounidenses de alimentación ha rechazado estos ingredientes. Las
ventas de productos certificados como no transgénicos siguen creciendo, de los 1,3 mil millones de dólares en 2001 a 3,2 mil millones de dólares en 2013.
Los consumidores estadounidenses están empezando a descubrir, como ya lo hicieron los europeos a finales de los años 1990, que la mayor parte de los alimentos procesados contienen ingredientes
modificados genéticamente, al igual que los agricultores, que empiezan a recelar de esta tecnología. En Europa se nos dice que los transgénicos deben de cultivarse “porque la superficie
cultivada de transgénicos en Estados Unidos sigue creciendo”. Esto lo ha repetido una y otra vez el Secretario de Medio Ambiente del Reino Unido, Owen Paterson
[Arias Cañete]. Lo cierto es que los agricultores estadounidense llevan acarreando desde hace 15
años problemas con los cultivos transgénicos, y ya son tan grandes que están cambiando de parecer.
Más del 80% de todos los cultivos transgénicos se cultivan en sólo cuatro países de América del Norte y América Latina, con más del 40% en Estados Unidos. Pero a los agricultores les resulta
difícil volver a una agricultura convencional no transgénica, ya que las semillas transgénicas han contaminado a las convencionales, y se enfrentan a ser demandados por las Empresas de
Biotecnología si infringen las patentes de los cultivos transgénicos, aunque sea de forma involuntaria. En los campos de Iowa, Nebraska, Indiana, Delaware, y otros estados, los sueños
transgénicos de Owen Paterson se oscurecen, ahora que los agricultores se enfrentan a las resistencia de las malas hierbas a los herbicidas más habituales utilizados en la agricultura
transgénica, una auténtica pesadilla para los agricultores.
La mayor parte de los cultivos transgénicos de Estados Unidos están preparados para resistir al herbicida Roundup de Monsanto, un herbicida que se utiliza para fumigar los campos después
de la cosecha, matando a todas las plantas antes de la próxima siembra. Pero a medida que aumenta la superficie de tierra cultiva en la que se utiliza Roundup, van apareciendo plantas
resistentes, de modo que se extienden por todas partes. El área afectada por las plantas resistentes a Roundup (cuyo ingrediente activo es el glifosato) ha aumentado desde los 32,6
millones de hectáreas en 2010 a los 6,12 millones de hectáreas en 2012. Como resultado, los agricultores han aumentado el uso de herbicidas en Estados Unidos, un 25% aproximadamente entre 2001 y
2010. La única esperanza que tienen los agricultores es usar varios herbicidas diferentes, para encontrar algo que funcione.
Para empeorar las cosas para los transgénicos, los cultivos de maíz y soja no transgénicos están superando en rendimientos a los cultivos transgénicos, en
parte porque las nuevas variedades no transgénicas se pueden desarrollar con más rapidez que las transgénicas. Los agricultores estadounidenses están recibiendo subvenciones por cultivar plantas
no transgénicas, debido al rechazo de países como Japón, Corea del Sur y la Unión Europea.
No es de extrañar que los agricultores estadounidenses comiencen a rechazar los cultivos transgénicos. Una empresa de venta de semillas de maíz no transgénico ha visto como su negocio se ha
duplicado en los últimos cuatro años, esperando que el maíz no transgénico recupere el 20% del mercado nacional en los próximo cinco años ( ahora el 90% del maíz cultivado en Estados Unidos es
transgénico).
A la vista de estos resultados ¿los protransgénicos defenderán con el mismo ahínco una vuelta a los cultivos no transgénicos, a los que han instado durante los últimos 15 años? Atentos a cómo
evolucionarán las cosas.
—-
Red por una América Latina Libre de Transgénicos - Balance del 2013
Cada año la ONG promotora de los cultivos transgénicos y auspiciada por la industria biotecnológica ISAAA produce informes que dan cuenta la forma en que crecen y se expanden los cultivos
transgénicos en el mundo, especialmente en los países del Sur. Pero no nos informa sobre el avance de oposición a los transgénicos en todo el mundo, ni identifica las fuerzas económicas que los
impulsan. A continuación, compartimos con ustedes algunos de los procesos de lucha más inspiradores que están siendo sostenidos este año.(Boletín 549 de la RALLT
A mediados de 2012, la empresa Monsanto señaló que iba a construir una de las plantas de acondicionamiento de maíz transgénico más grande del mundo en la Provincia de Córdoba, en un sitio
llamado “Malvinas Argentinas”. Las poblaciones de la provincia ya han sufrido el impacto de estar rodeados de plantaciones de soya donde se hacen continuas fumigaciones con glifosato, lo
que ha deteriorado la salud de la población, y ahora han dicho basta. Desde el mes de octubre se mantiene una ocupación del predio para impedir que la empresa avance con los trabajos de
construcción de la planta, y hasta ahora lo han logrado, a pesar de las continuas intimidaciones y amenazas que han sufrido varios de los líderes y lideresas del “acampe”. Ya le ganaron
la primavera a Monsanto (que es la época de siembra). Ahora van por el verano. Artistas, científicos, activistas de todo el país y de otras regiones del mundo están acompañando este
proceso.
No menos inspirador es el proceso que se adelante en Costa Rica. Desde que se anunció la aprobación de cuatro eventos transgénicos de maíz en el país, la sociedad se organizó y su
estrategia fue la promoción de cantones libres de transgénicos en toda la Nación. Ha sido un trabajo de hormigas, hecho a nivel territorial y cada cierto tiempo nos anuncia que hay un
nuevo “Cantón Libre de Transgénicos”. Al momento más del 80% del territorio costarricense ha sido declarado libre de transgénicos (69 cantones). Ahora se proponen pasar una ley de
moratoria indefinida a los cultivos transgénicos en todo el territorio tico. Pura Vida.
Desde hace un par de años se instaló en México el Tribunal Permanente de los Pueblos que se ha centrado en juzgar los impactos del Tratado de Libre de Comercio de América del Norte. En
una de las audiencias temáticas, “Violencia contra el maíz, la soberanía alimentaria y la autonomía”, se analizaron las agresiones al maíz nativo (por ejemplo la contaminación genética,
el control monopólico de las semillas, entre otras), en un país donde el maíz es parte consustancial de la vida de la gente, y donde el 70% de la alimentación provienen de la producción
campesina.
La audiencia “Violencia contra el maíz, la soberanía alimentaria y la autonomía” fue coordinada por la Red en Defensa del Maíz, contó con la presencia de más de 280 participantes de
varios estados y presentó casos y testimonios desde cinco perspectivas: 1) Colisión campociudad, 2) Territorialidad, subsistencia y vida digna, 3) Contaminación transgénica del maíz en
el centro de origen mundial 4) Políticas de exterminio contra el Pueblo Maya (incluyendo los impactos de la soya transgénica en la península de Yucatán) y 5) Argumentos científicos sobre
cultivos transgénicos en México con énfasis en el maíz.
Entre las conclusiones y recomendaciones del jurado, se destacó la gravedad de los riesgos ambientales, a la salud y económicos a que se somete al centro de origen global del maíz, así
como a las bases del sustento de los pueblos que lo crearon y legaron para bien de la humanidad, y también a la seguridad alimentaria mundial, se debe prohibir la experimentación,
liberación y circulación de maíz transgénico en México. En términos inmediatos se recomendó reinstalar la moratoria contra cualquier forma de liberación de maíz transgénico. Señala
también la gravedad de la destrucción de la apicultura, fundamentalmente de familias campesinas y en la península de Yucatán, debido a los daños de las abejas por el alto uso de
agrotóxicos que significan los transgénicos y debido a la contaminación con polen transgénico, por lo que, existiendo alternativas de producción que no dañan la apicultura, se deber
eliminar la producción de soja transgénica.
Las leyes de semillas que fortalecen el control monopólico fue otro de los temas que marcaron los procesos de resistencia en el 2013.
En esa línea, Colombia estuvo paralizada entre agosto y septiembre por un paro agrario. Entre otras razones, este paro se desencadenó por la prohibición gubernamental a que los campesinos
usen sus semillas propias y otras semillas de origen nacionales no certificadas (es decir, semillas nativas y criollas) en beneficio de las empresas semilleristas extranjeras
especialmente las venidas de Estados Unidos, según lo contemplado en el Tratado de Libre Comercio (TLC). A través de la Resolución 970/2010, que reglamenta y controla la producción,
importación, exportación, almacenamiento, comercialización y transferencia gratuita de semillas (incluyendo las semillas transgénicas) se habían decomisado y quemado inmensas cantidades
de semillas, especialmente de arroz, acontecimientos que pueden ser entendidos con mayor profundidad en el documental 970 (disponible en youtube). Luego del paro se derogó la Resolución
970, pero tenemos que se prepare una norma similar.
Movilizaciones en torno a nuevas leyes de semillas han tenido lugar también en Chile, donde el tema fue parte del debate en las elecciones presidenciales recientes, y lo que está en juego
es la aprobación de una ley a través de la cual este país se adhiere al acuerdo internacional que norma la propiedad intelectual de semillas (UPOV 91) que da mayores privilegios a las
grandes empresas semilleras del mundo en detrimento de las semillas campesinas.
En otros países en los que se debaten leyes de semillas similares son Venezuela y Argentina.
En el 2013 se cumplieron 10 años desde que se hizo la primera aprobación legal de las semillas transgénicas en Brasil. En este contexto se realizó en la ciudad de Curitiba - Paraná un
seminario internacional, que constituyó un momento importante para reactivar el debate sobre los transgénicos en Brasil, que hasta el momento estaba más centrado en los impacto de los
agroquímicos que se usan de manera masiva en el país, y que están relacionados con los cultivos transgénicos. Recordemos que Brasil pasó a ser el primer consumidor de agrotóxicos en el
mundo y el segundo productor de transgénicos. En el seminario se analizó el rol de Brasil en promover los OGM en otros países de América Latina (especialmente Paraguay y Bolivia, por
donde se exporta la mayor parte de la producción), así como en algunos países africanos, especialmente Mozambique. Se hizo un importante análisis del papel que están jugando las
comisiones nacionales de bioseguridad, que es la instancia que -con distintos nombres- trazan las políticas de bioseguridad en la mayoría de países de la región. Se evidenció el sesgo
pro-transgénicos de estas comisiones, por lo que se han convertido en la puerta de entrada de los cultivos genéticamente modificados en la región.
Un aspecto analizado con mucha preocupación fue la posibilidad que en este país se apruebe una nueva ley que legalice los cultivos Terminator, los mismos que están prohibidos por el
Convenio de Diversidad Biológica.
También se vio con preocupación la promoción que se hace al nuevo fréjol transgénico de Embrapa que se lo está presentando como el ejemplo de lo que deben ser los transgénicos en el
futuro: es desarrollado por una empresa estatal, es un cultivo importante desde el punto de vista de la soberanía alimentaria (y no como los OGM anteriores cuyo destino principal es la
industria de aves de granja), no está diseñado para ser usado con agrotóxicos (aunque se dice que Embrapa podría establecer acuerdos con alguna empresa transnacional para permitir la
apilación de este tipo de transgenes) y no usa la tecnología del ADN recombinante, sino el silenciamiento de genes a través de la manipulación del ARN de interferencia, tecnología que
pocos conocemos y entendemos sus impactos potenciales.
En el 2013 se ha reactivado en varios estados de los Estados Unidos campañas por demandando normas sobre etiquetado de alimentos transgénicos, con algunas pérdidas (como California, ) y
algunas ganancias (como Minnesota y Missouri para el salmón transgénico), mientras que estados como Oregón se intentará introducir leyes en 2014. Este es un debate que se lleva a cabo
también en el Ecuador, después de la resolución de la Superintendencia de Control del Poder de Mercado que exige el etiquetado en cumplimento de normas que están vigentes desde el 2001.
Por otro lado, en Argentina se sigue demandando que las empresas que siembran cultivos transgénicos, por lo menos mantengan ciertas distancias de los centros poblados. Fallos judiciales
de Chaco, Salta, Córdoba, Formosa, Santa Fe y Buenos Aires establecen ya límites de entre 800 y 1500 metros para las fumigaciones con agroquímicos, al tiempo que médicos de pueblos
fumigados, en base a estudios científicos, y organizaciones sociales impulsan leyes con distancias similares.
Algunos retrocesos, desde nuestra perspectiva este año incluyen:
· En el Cono Sur hace su debut la soya intacta de Monsanto: con resistencia a herbicidas y a insectos, duplicando los impactos del cultivo en la población local
· Hay algunos retrocesos importantes en la región: Panamá se aprobaron cuatro eventos de maíz transgénicos
· En Paraguay se aprueban varios eventos transgénicos de maíz, algodón y soya
· En Canadá se aprueba el salmón transgénico. En este país se desarrollarían los huevos del pez, y si crianza se haría en Panamá, para ser consumidos finalmente en Estados Unidos
· En Brasil se liberan cada semana grandes cantidades de mosquitos transgénicos para el control del dengue, pero al mismo tiempo en Cataluña se han prohibido la liberación de la mosca del
olivo, manipulada genéticamente por la empresa británica Oxitec.
Mientras tanto, siguen proliferando los super insectos y las super malezas como resultado del uso intensivo de las semillas transgénicas, la gente que vive en las zonas de influencia de
las plantaciones transgénicas sigue enfermándose, y los campesinos continúan perdiendo control sobre sus semillas. Los bosques y otros ecosistemas naturales siguen sediento el paso a los
monocultivos de soya y maíz GM.
Por otro lado, en el año 2013 continuó el necesario debate sobre el rumbo que está tomando el desarrollo científico, cada vez intervenido por la industria, cada día menos independiente.
Es así como, luego de cambiar a su editor, la revista Food and Chemical Toxicology exigió al Dr. Gilles-Éric Séralin y su equipo de investigación de que se retracte por la publicación que
haría el año pasado en la que encontró una serie de alteraciones en ratas, relacionadas con una alimentación basada en un maíz transgénico con resistencia a glifosato de Monsanto. Es
importante señalar que el nuevo editor es Richard Goodman, ex funcionario de Monsanto. La revista tradicionalmente publicaba artículos críticos a los transgénicos a partir de
investigaciones hechas por científicos independientes. Con este cambio, podría decirse que Monsanto se compró la revista científica.
No es la primera vez que científicos, luego de presentar sus resultados que dan cuenta de impactos de los cultivos transgénicos son perseguidos, una especie de nueva Santa Inquisión. Este
ha sido el caso del Arpad Puztai por sus estudios con papa transgénica en el Reino Unido, de Ignacio Chapela y Antonieta Gutiérrez (contaminación de maíz nativo), Andrés Carrasco
(impactos del glifosato en embriones de anfibios) y el mismo Seralini por estudios anteriores, entre otros.
Por otro lado, año el Premio Nobel Randy Schekman declaró que nunca más va publicar en revistas tales como Nature, Science y Cell, pues no son revistas de acceso abierto y cuyos editores
no son científicos sino profesionales del mundo editorial, más preocupados por el eco que van a tener que por el contenido científico de sus publicaciones. Y los científicos se preocupan
más por el número de veces que su artículo es citado (aun cuando sea para contradecirlo) que por la repercusión que puede tener sus investigaciones para la ciencia y la sociedad. Esto da
lugar además a un tipo de ciencia por contrato, donde las evidencias son el resultado de los auspicios.
Por eso fue refrescante que en México un grupo de científicos asociados en la Unión de Científicos Comprometidos sostuvieran una reunión, en el marco del Tribunal Permanente de los
Pueblos, en el que se presentaron evidencias importantes sobre las agresiones que ha sufrido el maíz en México, lo que ha conducido a su contaminación y erosión genética.
Veremos qué nos depara el 2014, pero estamos seguros que continuaremos en la construcción de un mundo mejor y de la soberanía alimentaria basada en la producción campesina.
Carta de protesta para Embajador de Brasil en Senegal contra semillas terminator
"Nosotros, los miembros de COPAGEN Senegal y nuestros aliados de organizaciones de pequeños agricultores, el apoyo a la colisión de defensa formada por la Vía Campesina y ActionAid Brasil,
entre otros, que ahora está tratando de detener el proceso de aprobación de la ley que pretende legalizar el uso de semillas Terminator en el Brasil."
Su Excelencia,
Señor Embajador de la República de Brasil en Senegal
Objetivo: Carta de apoyo de COPAGEN contra las semillas Terminator.
La Coalición para la Protección del Patrimonio Genético Africano (COPAGEN) fue creada en 2004, está compuesta por 9 coaliciones, entre ellas la coalición senegalesa, en más de los 8 países
miembros de la Unión Económica y Monetaria del Oeste Africano y la Guinea.
La COPAGEN tiene como misión trabajar por la protección del patrimonio genético africano y por la utilización sustentable de sus recursos biológicos por medio de la defensa de los derechos de las
comunidades locales y de los agricultores, de la regulación del acceso a la biodiversidad y de la gestión de los riesgos relacionados con la genética.
La Coalición Nacional de Senegal está compuesta por 20 asociaciones de la sociedad civil, 7 organizaciones asociadas, 35 individuos y 10 simpatizantes. Nuestra asociación, Enda PRONAT, asegura el
funcionamiento el Punto Focal Nacional ( PFN).
Considerando que la misión de COPAGEN descrita anteriormente es noble y que, gracias a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación vivimos hoy una aldea planetaria. No hay que
olvidar que los recursos genéticos de todos los países del mundo deben ser protegidos con la determinación de la Convención de las Naciones Unidas para la Diversidad Biológica adoptada en 1992 en
Río de Janeiro por 173 países, entre ellos Senegal y Brasil.
Nosotros, los miembros de COPAGEN Senegal y nuestros aliados de organizaciones de pequeños agricultores, el apoyo a la colisión de defensa formada por la Vía Campesina y ActionAid Brasil, entre
otros, que ahora está tratando de detener el proceso de aprobación de la ley que pretende legalizar el uso de semillas Terminator en el Brasil. Esta ley que está a punto de ser aprobado por la
Comisión Judicial de su país se opone a la moratoria de la ONU - que hace 13 años está en contra del uso de esta tecnología.
Con la esperanza de contar con su atención y obtener una opinión favorable a nuestra causa.
Nos gustaría agradecer a Su Excelencia, el Embajador por su atención.
Señora Mariamne Siembra Coordinador Enda PRONAT y PCA Enda Tercer Mundo Punto Focal COPAGEN - Senegal
ARGENTINA CONTRA MONSANTO: "TENEMOS EL MONSTRUO ENCIMA"
La guardia de infantería formada ante la entrada a la fábrica en construcción de Monsanto. Crédito: Fotograma de un video colocado en la página de Facebook Acampe
MALVINAS ARGENTINAS, Córdoba, Argentina, 30 nov 2013 (IPS) - Había una vez trabajadoras hogareñas, comerciantes y empleadas municipales de un pueblo tranquilo en
el centro de Argentina. Hasta que llegó Monsanto, la corporación estadounidense de biotecnología.
Inventora del herbicida glifosato y una de las principales fabricantes de semillas genéticamente modificadas del mundo, Monsanto construye una de sus plantas “más grandes” para acondicionar
simientes de maíz en Malvinas Argentinas, municipio de 15.000 habitantes situado 17 kilómetros al este de la capital de la provincia de Córdoba.
La planta comenzaría a funcionar en marzo de 2014, pero la obra fue paralizada en octubre en medio de protestas y demandas judiciales de los vecinos, que desde el 18 de septiembre mantienen
bloqueado el acceso al recinto.
Este sábado 30 por la mañana la guardia de infantería se presentó en el lugar, como muestra este video colocado en Facebook, y
escoltó la salida de varios camiones que habían ingresado por la fuerza el jueves 28, cuando miembros del sindicato de la construcción irrumpieron en el campamento de vecinos intentando romper el
bloqueo, lo que dejó más de 20 heridos.
A este movimiento vecinal no le gusta definirse como ambientalista ni que le atribuyan banderas partidarias. La mayoría son mujeres.
En Malvinas Argentinas todos conocen a alguien con problemas respiratorios o alergias que coinciden con fumigaciones sobre los campos de Córdoba, una de las mayores productoras de soja
transgénica de este país.
Las denuncias de médicos también reportan casos crecientes de cáncer y malformaciones congénitas.
Pero todo se soportaba con estoicismo hasta que llegó Monsanto.
“Participo por el temor a la enfermedad y a la muerte”, dijo a Tierramérica la vecina María Torres. “Mi hijo ya está enfermo y si viene Monsanto va a ser peor”, agregó mientras caminaba en medio
de una manifestación que acompañó esta periodista a mediados de noviembre.
Un niño participa de la marcha desde la plaza central de Malvinas Argentinas hasta el predio bloqueado donde Monsanto intenta construir una planta. Crédito: Fabiana Frayssinet/IPS
Su niño de 13 años quedó en casa con sinusitis y hemorragia nasal. “Malvinas es un pueblo con mucha gente con los mismos síntomas”, se lamentó.
La mayoría de las aspersiones se realizan con Roundup, marca comercial del glifosato de Monsanto.
Eli Leiria se sumó a la protesta. Ella sufre problemas como pérdida de peso. Los médicos hallaron glifosato en su sangre. “Dicen que es como si un tornado hubiera pasado por mi cuerpo”, relató.
El biólogo Raúl Montenegro, de la Universidad Nacional de Córdoba y galardonado en 2004 con el Right Livelihood Award (premio Nobel Alternativo), explicó a Tierramérica que no hay monitoreos
oficiales de morbilidad y mortalidad para comprobar si las crecientes dolencias que observan los médicos son efecto de los plaguicidas.
Tampoco existe un control adecuado de los contenidos de plaguicidas en la sangre, ni un monitoreo ambiental que detecte esos residuos en tanques de agua, por ejemplo, agregó Montenegro,
presidente de la Fundación para la Defensa del Ambiente.
Esas circunstancias convierten a Argentina, y “a su modo también a Brasil“, en “paraíso” para
empresas como Monsanto, opinó.
Las entidades del Estado que autorizan el uso de plaguicidas se apoyan en “su mayor parte en aportes técnicos de las propias empresas”, dijo.
Pero Argentina es también un “paraíso” de los transgénicos, cuya autorización depende de “información técnica principalmente aportada por las corporaciones biotecnológicas”, aseveró Montenegro.
Una planta de transgénicos “no es una fábrica de pan… fabrica veneno”, dijo el maestro Matías Marizza, de la Asamblea Malvinas Lucha por la Vida.
Montenegro cuestiona que la Secretaría de Ambiente de Córdoba autorizara la construcción sin haber contemplado el análisis de una comisión interdisciplinaria independiente.
El proceso de los transgénicos involucra “plaguicidas externos”, como los que se fumigan, y plaguicidas que “salen de adentro” de las semillas, como la proteína insecticida CryIAb que produce el
propio maíz MON 810, explicó.
Cada grano de ese maíz tiene entre 190 y 390 nanogramos de ese componente, cuyos impactos en la salud y en la biodiversidad no están claros.
“En Canadá se encontró que mujeres embarazadas y no embarazadas tenían proteína insecticida en sangre”, lo que contradice la explicación de Monsanto: que esas proteínas son anuladas en el aparato
digestivo, agregó el biólogo.
Según un documento de la Red Universitaria, las semillas de la planta de Malvinas
Argentinas serán impregnadas de sustancias como propoxur, deltametrina, pirimifós, tryfloxistrobin, ipconazole, metalaxyl y sobre todo clotianidina, un insecticida prohibido en la Unión Europea.
Hasta ahora, las instalaciones han permanecido bloqueadas por cinco campamentos, con hombres y mujeres –algunas con sus hijos— alternándose para impedir la entrada de camiones.
Daniela Pérez, madre de cinco hijos, contó a Tierramérica que este “era un pueblo tranquilo”, donde la gente apenas se quejaba por problemas como la falta de pavimento.
“Ahora lo que está en juego es la salud de los niños. Nos da una impotencia… no hay nadie que nos defienda”, dijo.
Soledad Escobar tiene cuatro hijos que van a una escuela situada junto al predio de la planta.
“Me preocupan los silos y los productos químicos que usan. Con el cambio de clima en Córdoba tenemos viento todo el año y el colegio está al lado, yo vivo enfrente”, dijo.
“No es cierto lo que dicen la televisión y los diarios que hay metidos partidos políticos… la mayoría somos madres que tenemos miedo por nuestros hijos”, agregó Beba Figueroa.
Ellas aseguran que muchos vecinos no participan por temor a perder empleos municipales y ayudas sociales.
La manifestación que acompañó Tierramérica desde la plaza del pueblo hasta el “acampe”, tenía un clima festivo, al ritmo de coloridas murgas del carnaval rioplatense, muy diferente a la tensión y
la violencia que se dispararían días después.
Como otros vecinos de este barrio obrero, Matías Mansilla, su esposa y su bebé salieron a la puerta de una casa humilde para ver el “carnaval por la vida”.
Mansilla no participa, pero apoya la causa “por las enfermedades que ha habido en otros lados”.
Una encuesta realizada por dos universidades y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas reveló que 87 por ciento de los entrevistados del pueblo quieren una consulta popular
para decidir y 58 por ciento rechazan la planta de Monsanto.
Ni el gobierno provincial ni la empresa respondieron al pedido de entrevista de Tierramérica.
En varios textos publicados en su portal, Monsanto se dice comprometida con la
“agricultura sustentable”. Un comunicado emitido en septiembre señala que la obra cuenta con “las
aprobaciones correspondientes” del Concejo Deliberante de Malvinas Argentinas, y que el Estudio de Impacto Ambiental está en análisis del gobierno provincial.
Monsanto repudió las “campañas sucias que manipulan la información técnica para crear miedo” y “las mentiras, en nombre del ambientalismo,” que “enmascaran intereses espurios”.
En abril, el Tribunal Superior de Justicia provincial desestimó una solicitud de medida cautelar presentada por los vecinos para suspender la obra.
En estos meses, la represión policial no ha faltado y tampoco las amenazas.
Malvinas Argentinas es parte de un movimiento que crece en distintos lugares del mundo contra Monsanto.
En este pueblo las protestas llegaron a convocar a 8.000 personas, según Marizza. No es para menos, dice. “Tenemos el monstruo encima”.
Las 10 mentiras que Monsanto quiere que creamos
Los activistas no se dan por vencidos ante los gigantes transgénicos y aunque ostentan menos recursos, hacen hasta lo imposible para ser escuchados sobre el problema de los organismos
genéticamente modificados, distinguidos también como OGM.
Daisy Luther, una activista y escritora independiente de EE.UU., ha recopilado en su sitio web, la lista de las
mentiras más notables sobre los transgénicos que “Monsanto quiere que creamos“.
Mentira 1: Nadie ha demostrado que los OGM son dañinos para la salud.
Los voceros de Monsanto han declarado infinidad de veces que es falso que se haya demostrado alguna vez que los organismos genéticamente modificados dañan la salud. Parece que ellos creen que si
usted repite una mentira bastante a menudo y con la suficiente convicción, ella se convertirá en una verdad aceptada.
La realidad: Tan sólo unos pocos de los resultados de una dieta de OGMs (basados en estudios realizados por expertos) son: tumores grotescos, muerte
prematura, falla orgánica, lesiones gástricas, daño al hígado, daño al riñón, reacciones alérgicas severas, un gen viral que interrumpe funciones humanas.
Mentira 2: Las cosechas de OGMs son el único modo de solucionar el hambre mundial.
El argumento a favor de los OGMs más común que usted oirá por estos días es que las cosechas genéticamente modificadas son el único modo de alimentar la creciente población mundial. Sin ellas,
los defensores de éstas afirman que el hambre reclamará las vidas de millones de personas durante la próxima década. En el evangelio de la biotecnología, los OGMs son la respuesta al hambre
mundial. Si usted protesta contra la tecnología de OGMs, usted es etiquetado como un elitista de corazón frío, y las muertes de todos aquellos niños que están sufriendo en (elija un país del
Tercer Mundo) se las apoyan firmemente en vuestra puerta.
La realidad: Las prácticas agrícolas sostenibles son la respuesta al hambre mundial. Las prácticas de agricultura de OGMs no son sostenibles. Los agricultores
que plantan OGMs no son capaces de guardar sus semillas año a año debido a la infracción de patentes y a la pobre fertilidad [esterilidad] de las semillas. Por lo tanto, después de conseguir el
primer año de buenas cosechas, el año siguiente ellos deben seguir comprando semillas, lo que conduce a una deuda perpetua y a una tremenda desesperación financiera en India (el escándalo del
algodón Bt), donde un agricultor indio se suicida cada 30 minutos, después de convertirse en un sirviente de Monsanto por contrato y ahogarse en una deuda insuperable. Más de un cuarto de millón
de agricultores murió por suicidio antes de que el país prohibiera la venta de semillas de algodón Bt.
Mentira 3: Los OGMs necesitan menos aplicaciones de pesticidas.
Los cultivos con una cualidad Bt han sido modificadas para producir una proteína que es tóxica para varias formas de larvas de insecto. Las proteínas de Bt han sido durante mucho tiempo usadas
como pesticidas tópicos en la agricultura convencional y orgánica porque son eficaces y pueden ser usadas sin peligro. Los cultivos que son genéticamente diseñados para llevar la cualidad Bt
permiten que los agricultores protejan sus cultivos eliminando o disminuyendo considerablemente la cantidad de pesticidas rociados.
La realidad: El Cornucopia Institute reporta que eso fue verdadero durante el primer par de años, pero entonces el uso de pesticidas y herbicidas aumentó
dramáticamente. (Esto, por supuesto, causó una inmensa ganancia para los productores de aquellos productos químicos que son… sí, usted adivinó, de Monsanto y de las otras compañías
biotecnológicas que producen las semillas).
Pero un nuevo estudio publicado por Food & Water Watch encuentra que la meta de un uso reducido de químicos no ha funcionado como estaba previsto. De hecho, según datos del USDA y la EPA
usados en el informe, la rápida adopción de cultivos genéticamente diseñados por parte de los agricultores ha aumentado el uso de herbicidas durante los pasados nueve años en Estados Unidos. El
informe le pisa los talones a otro estudio similar del profesor Charles Benbrook, investigador de la Washington State University, de sólo el año pasado.
Ambos informes se concentran en las “super-malezas”. Resulta que rociar un pesticida repetidamente selecciona las malezas que también resisten a las sustancias químicas. Malezas cada vez más
resistente son criadas entonces, capaces de resistir cantidades crecientes —y a menudo diferentes formas— de herbicidas.
En el centro de debate está el glifosato, el ingrediente activo en el pesticida Round Up de Monsanto. Food & Water Watch encontró que “el volumen total de glifosato aplicado a los tres más
grandes cultivos Genéticamente Diseñados —maíz, algodón y soyas— aumentó en diez veces, desde 15 millones de libras en 1996 a 159 millones de libras en 2012″. El uso total de pesticidas disminuyó
sólo en los primeros años que los cultivos Genéticamente Diseñados fueron usados (el 42% entre 1998 y 2001), y se ha elevado desde entonces en un 26% desde 2001 hasta 2010.
Mentira 4: La tecnología de los OGMs es comparable al cruzamiento que nuestros antepasados hicieron para crear versiones más resistentes de cultivos
patrimoniales.
Compruebe esta información propagandística condescendiente, directamente de la boca del lobo (el sitio web de Monsanto):
«¿Quiere oír algo extraordinario? Las probabilidades son que casi todo lo que usted ha comido en su vida entera fue genéticamente modificado. Lo mismo era verdadero para sus padres… y sus
abuelos.
Durante más de 10.000 años, la Humanidad ha criado selectivamente plantas y animales. Las vacas que usted ve en los campos de los agricultores tienen poco parecido con los antiguos uros de los
cuales ellas descienden. Y el maíz que usted come es la versión domesticada de una hierba salvaje llamada Teosinte».
La realidad: Lo que nuestros antepasados hicieron, y lo que los agricultores responsables hacen, es la polinización cruzada de variedades diferentes de la
misma planta. Éste es un método de baja tecnología que puede ocurrir naturalmente, pero ellos sólo le dieron un poco de ayuda a fin de llevar adelante las características deseables, como la
resistencia a la sequía de un tipo de trigo combinado con una duración más corta de crecimiento requerida para otro tipo de trigo. Esta es la crianza selectiva. La modificación genética de
semillas es un asunto completamente diferente, sin embargo. Aquí hay una gran explicación del sitio web Food Renegade:
«A diferencia de las semillas híbridas, las semillas de OGMs no son creadas usando métodos naturales de baja tecnología. Las variedades de semillas de OGMs son creadas en un laboratorio usando
sofisticadas técnicas de alta tecnología como la manipulación genética.
Además, las semillas de OGMs rara vez cruzan plantas diferentes sino sólo relacionadas. A menudo el cruce va lejos más allá de los límites de la Naturaleza, de modo que en vez de cruzar dos
variedades diferentes pero relacionadas de plantas ellos cruzan reinos biológicos diferentes, como, digamos, una bacteria con una planta.
Por ejemplo, Monsanto ha cruzado el material genético de una bacteria conocida como Bt (Bacilo thuringiensis) con el maíz. El objetivo era crear una planta resistente a las plagas. Esto significa
que cualquier parásito que intente comer la planta de maíz morirá, ya que el pesticida forma parte de cada célula de la planta.
La planta transgénica resultante, conocida como el Maíz Bt, es ella misma registrada como un pesticida en la EPA, junto con otros cultivos transgénicos Bt. En otras palabras, si usted alimenta
con este maíz a su ganado, a sus pollos, o a usted mismo, usted los estará alimentando con un verdadero pesticida y no sólo con restos de residuos de pesticida» (http://www.foodrenegade.com/hybrid-seeds-vs-gmos/).
Lo que es aún peor, es que la biotecnología tiene la capacidad de producir sus semillas con una incorporada “tecnología exterminadora”. Esto significa que las semillas no pueden ser guardadas de
un año para otro (a diferencia de las semillas cruzadas por polinización con las cuales ellos tratan de reclamar parentesco). Monsanto ha patentado la tecnología (llamada tecnología de
restricción del uso de genes, pero afirma que no es para usarla. Esto produciría semillas estériles y sin vida que no podrían ser reutilizadas, dejando a los agricultores completamente
dependientes de las compañías biotecnológicas para futuras cosechas, al mismo tiempo que proporciona un flujo continuo de ingresos para aquellas compañías. En este punto ellos mantienen su
monopolio mediante una serie de contratos y patentes que requieren la recompra de semillas anualmente.
Mentira 5: Si la FDA y el USDA permiten los OGMs, éstos deben ser seguros para el consumo.
Organizaciones como la FDA, la EPA y el USDA tienen todas una aureola brillante. Ellas reciben su poder e influencia del mero hecho de que el público cree que su prioridad número uno es la salud
y la seguridad de los ciudadanos, a los que se supone que ellas sirven.
La realidad: Todo lo dicho es sólo retórica cálida y tierna de buenos sentimientos. Quizás haya empleados que realmente creen en lo que ellos hacen, pero sus
jefes están tan enfermizamente corrompidos como el Maíz Bt.
Parte de la razón de que Monsanto haya sido tan exitoso en los tribunales de justicia han sido los lazos incestuosos de la compañía con el gobierno de facto de Estados Unidos. A pesar de los
evidentes conflictos de interés, los ejecutivos de Monsanto han ocupado posiciones en el Gabinete, en el aparato judicial y en la fabricación de política en los gobiernos de Bush, Clinton y
Obama. Cuando usted está durmiendo con el enemigo, éste tiende a salirse con la suya en toda clase de crímenes.
• Michael Taylor: Vicepresidente de Monsanto> Comisionado Adjunto de la FDA.
• Roger Beachy: Director del Danforth Plant Science Center (pagado por Monsanto)> director del Instituto Nacional de Comida y Agricultura del USDA.
• Elena Kagan: Fiscal General del Estado de Barack Obama (cuando ella notoriamente se puso del lado de Monsanto contra los agricultores orgánicos en el caso Roundup Ready
Alfalfa)> Corte Suprema de Justicia estadounidense.
• Clarence Thomas: Consultor General de Monsanto> Corte Suprema de Justicia estadounidense.
• Margaret Miller: Supervisora de Monsanto> Directora Adjunta de Human Food Safety.
• Donald Rumsfeld: Junta Directiva de los productos farmacéuticos Searle de Monsanto> Secretario estadounidense de Defensa.
• Ann Veneman: Junta Directiva de Monsanto> Secretaria estadounidense de Agricultura
• Linda Fisher: Administradora Ayudante en la EPA> Vicepresidente de Monsanto> Administradora Ayudante en la EPA
• Dr. Michael A. Friedman: Comisionado Adjunto de la FDA> Vicepresidente Senior de Monsanto.
No se equivoque: los comisionados, directores y secretarios de estas agencias (gubernamentales) son puestos en esos lugares por una razón. Aquella razón es engrasar las ruedas para las
millonarias compañías de biotecnología (y las compañías farmacéuticas y las grandes compañías de alimentos y… bueno, usted comprende la idea). Mediante un abuso de la confianza puesta en ellos
por el pueblo estadounidense, ellos abusan de su poder y practican el engaño a la más grande escala imaginable.
Si la FDA, el USDA o la EPA aprueban algo, usted podría querer verlo con más sospecha que aceptación. Si ellos pueden decir que la radiación y los pesticidas son aceptables en sus alimentos, pero
que la leche cruda no es aceptable para el consumo… bueno, hay algo increíblemente incorrecto aquí.
Mentira 6: No hay ninguna diferencia alimenticia entre los OGMs y los alimentos tradicionales.
Las empresas de Biotecnología le dirán a usted que no hay absolutamente ninguna diferencia alimenticia entre la comida genéticamente modificada y su contraparte orgánica. Ellos citarán las
calorías, la fibra y todos los macronutrientes, señalando que son idénticos. Ellos se mofarán y revolverán sus ojos colectivos por la “ignorancia” de la gente que paga el doble o el triple del
precio para evitar los OGMs en sus cocinas. Incluso el Doctor Oz de la televisión salió en su programa en apoyo de la igualdad nutricional de los alimentos transgénicos, diciendo que los
alimentos orgánicos eran “anti-democráticos”.
La realidad: Un impactante informe publicado en el blog Moms Across America en Marzo maíz transgénico y el orgánico eran asombrosas. El informe provenía de la
compañía de maíz orgánico De Dell, de Canadá. No sólo los valores nutritivos son diferentes sino que los niveles de veneno en el maíz genéticamente diseñado son tóxicos:
• El maíz transgénico tiene 14 ppm de Calcio y el maíz no-OGM tiene 6.130 ppm., 437 veces más.
• El maíz transgénico tiene 2 ppm de Magnesio y el maíz no-OGM tiene 113 ppm., 56 veces más.
• El maíz transgénico tiene 2 ppm de Manganeso y el maíz no-OGM tiene 14 ppm., 7 veces más.
Los estándares de la EPA para el Glifosato en el agua en Estados Unidos son 0,7 ppm. Las pruebas europeas mostraron daño de órganos en animales con 0,1 ppb (0,0001 ppm) de Glifosato en el agua.
Nuestros niveles de agua permiten glifosato 7.000 veces más que lo que se ha demostrado tóxico en animales. ¡Este maíz tiene 13 ppm!, ¡130.000 veces más alto que lo que es tóxico en el agua!.
En un estudio que el Dr. Huber relató, en el programa radial de conversación de Elizabeth Dougherty, ya 0,97 ppm de formaldehído demostraron ser tóxicas en la ingestión en animales. ¡Este maíz
tiene 200 veces eso!. Por eso los animales, si tienen la opción, no lo comerán en absoluto: ellos pueden oler el formaldehído.
Hay más pruebas de niveles nutritivos más altos en alimentos no-OGMs, o alimentos orgánicos:
• Un estudio publicado en el Journal of Agricultural and Food Chemistry confirmó que los tomates cultivados orgánicamente contienen más compuestos fenólicos.
• Un estudio alemán publicado en el Journal of Agricultural and Food Chemistry encontró que las manzanas cultivadas orgánicamente tenían una capacidad antioxidante 15% más alta que sus
equivalentes convencionales.
• Un estudio hecho por la AFSSA (la versión de Francia de la FDA) concluyó que “los productos de plantas orgánicas contienen más materia seca y minerales —como hierro y magnesio— y más
polifenoles antioxidantes, como fenoles y ácido salicílico”.
Mentira 7: Los OGMs son imposibles de evitar.
Es verdad que los OGMs están al acecho en más del 70% de los alimentos procesados que llenan los anaqueles de las tiendas de comestibles. Incluso los medios predominantes de comunicación han
informado sobre la omnipresencia de ingredientes genéticamente modificados. Esto hace muy difícil evitarlos. Las compañías biotecnológicas han gastado millones y millones de dólares en la lucha
contra el etiquetaje de los OGMs, en una tentativa de convencer al público de que el precio de los comestibles subirá sin sus semillas.
La realidad: ¡Es difícil, pero no imposible!. Aquí hay algunos consejos para desterrar los OGMs de su cocina de una vez para siempre:
• Evite toda la comida procesada. Cada trozo de ella. Usted no sabe lo que son todos aquellos ingredientes que suenan como científicos, y muchos de ellos son derivados de cosas como maíz, soya y
canola transgénicos.
• Pase una semana cocinando desde cero para ayudar a identificar los ítems que los alimentos procesados están trampeando. Use sólo ingredientes básicos durante una semana: harina, arroz, avena,
leche orgánica y yogur, carne de animales alimentados con hierbas, frutas orgánicas y verduras, y provisiones básicas de despensa (levadura, bicarbonato de sodio, etc.).
• Compre alimentos secos orgánicos, como trigo, arroz y avena, al por mayor.
• Cultive usted mismo, haga un esfuerzo para cultivar tanta de su propia comida como le sea posible. Incluso un jardín de ensaladas en un alféizar soleado es un buen comienzo. Esta es la única
manera en que usted puede saber realmente lo que usted está comiendo.
• Averigüe dónde están las fuentes de la verdadera comida cerca de usted. La siguiente mejor opción para su propio jardín es hacer amistad con un agricultor local en el mercado: usted puede
comprar muchas cosas por quintales a un mucho mejor precio que las ofertas de las tiendas.
• Aprenda a preservar la comida. Mediante el enlatado, la congelación, la deshidratación y el almacenamiento semi-subterráneo, usted puede conservar sus cosechas sanas de modo que usted no sea
rehén de las tiendas de comestibles en los meses en que no hay crecimiento.
• Sepa qué ingredientes con mayor probabilidad serán OGMs. Más del 85% de la soya y el maíz en Norteamérica es OGM. Esto significa que si un artículo no está etiquetado como “orgánico” y contiene
uno de aquellos ingredientes (en sus muchos disfraces diferentes), usted está consumiendo el experimento científico de alguien.
Mentira 8: Monsanto tiene en mente nuestros mejores intereses.
Todo lo que usted tiene que hacer es leer el sitio web de Monsanto y se hace claro. Estas gentes son los salvadores benévolos de toda la Humanidad, y sus semillas genéticamente modificadas son el
vehículo con el cual todo el mundo será alimentado. El presidente de Monsanto, Hugh Grant, escribe:
«La sustentabilidad de la agricultura es también central en nuestra visión de tres puntos: producir más, conservar más y mejorar las vidas. Pero esto no es sólo una visión. Es el núcleo de
nuestro negocio. Ya sea por nuestro trabajo en el campo con los agricultores, o en las comunidades donde funcionamos alrededor del mundo, es la base para nuestras operaciones globales y es una
prioridad para cómo nosotros administramos nuestro negocio cada día.
Hace cinco años Monsanto presentó un ambicioso conjunto de objetivos en la agricultura sustentable enfocada en estas áreas claves donde nuestro negocio podría ayudar a hacer un impacto positivo
para los agricultores y la sociedad en general. Nos comprometimos a apoyar la capacidad de la agricultura para producir más en la misma área de tierra a la vez que se conservan otros recursos
naturales. Al mismo tiempo, también nos comprometimos a ayudar a mejorar las vidas apoyando nuevas herramientas y enfoques para ayudar a sacar de la pobreza a los pequeños agricultores y mejorar
su prosperidad total. Hoy, los más de 21.000 hombres y mujeres de Monsanto en todo el mundo continúan esta importante labor».
La realidad: Una revista alemana, Sustainable Pulse, lo ve de una manera diferente. La semana pasada ellos publicaron un artículo que esbozaba los misteriosos
percances que han estado aconteciendo a activistas e investigadores a través de Europa. Aquí está un vínculo al esclarecedor artículo. El mes pasado, sólo días antes de que los investigadores
fueran a presentar un estudio perjudicial (para los OGMs), sus computadores fueron atacados por sofisticados hackers. La rueda de prensa prevista tuvo que ser anulada.
«Sin embargo, hay estudios que muestran que el producto puede dañar a las plantas y a los animales, y el último estudio muestra que muchos habitantes de ciudades grandes ahora tienen el veneno
del campo en sus cuerpos, sin saberlo. Exactamente qué puede desencadenar el pesticida en un organismo, como tantas otras cosas de esta área, está en discusión.
Dos días antes de que el estudio realizado en 18 países fuera publicado, un virus deshabilitó el computador del principal organizador, Adrian Bepp. Había una amenaza de que las ruedas de prensa
en Viena, Bruselas y Berlín serían canceladas. “Les infundimos pánico”, recuerda Heike Moldenhauer de BUND. Los activistas medioambientales estaban bajo extrema presión de tiempo.
Moldenhauer y sus colegas han especulado extensamente sobre los motivos y la identidad del misterioso atacante. El experto de ingeniería genética en BUND cree que los proveedores de virus
desconocidos querían en particular “generar confusión”. Nada es peor para un estudio que una rueda de prensa cancelada: “Nos preguntamos realmente entonces si estábamos viendo fantasmas”, dijo
Moldenhauer».
El artículo mencionado también especula que el gobierno estadounidense mismo está coligado con el espionaje sobre los activistas anti-Monsanto. Es un texto que hay que leer.
Pero hay más. Esta bondadosa compañía ha contratado a los mal reputados mercenarios de la ex-organización Blackwater para ayudar a tratar con los activistas. Un artículo de Jeremy Scahill de The
Nation explica que Monsanto les ha dado ya más de medio millón de dólares para ayudar a tratar con los activistas:
«Según comunicaciones internas de Total Intelligence Solutions, el gigante biotecnológico Monsanto —el proveedor más grande del mundo de semillas genéticamente modificadas— contrató a dicha firma
en 2008-2009. La relación entre las dos compañías parece haber sido consolidada en Enero de 2008 cuando el presidente de Total Intelligence Cofer Black viajó a Zurich para reunirse con Kevin
Wilson, gerente de seguridad de Monsanto para asuntos globales.
Después de la reunión en Zurich, Black envió un correo electrónico a otros ejecutivos de Blackwater, incluyendo a (Eric) Prince y (Enrique) Prado en sus direcciones de correo electrónico de
Blackwater. Black escribió que Wilson “entiende que nosotros podemos abarcar la recolección de Internet, para tener mayor alcance, para poner nuestras botas en el terreno sobre la base legal de
proteger el nombre (marca) de Monsanto”. Black añadió que Total Intelligence “se desarrollaría como el brazo de Inteligencia de Monsanto”. Black también notó que Monsanto estaba preocupado por
los activistas de los derechos de los animales, y que ellos discutieron acerca de cómo Blackwater “podría hacer que nuestra gente realmente se afiliara al grupo de activistas legalmente”. Black
escribió que los pagos iniciales a Total Intelligence serían pagados con el “generoso presupuesto para protección” de Monsanto, pero que se convertiría finalmente en un ítem de rutina en el
presupuesto anual de la compañía. Él estimó los pagos potenciales a Total Intelligence entre 100.000 y 500.000 dólares. Según documentos, Monsanto pagó a Total Intelligence 127.000 dólares en
2008 y 105.000 dólares en 2009».
Monsanto está tomando acciones subrepticias contra el movimiento, por mano propia o mediante el uso de “contratistas”. Ellos se han involucrado en una guerra en los medios sociales contra los
activistas. Misteriosas cosas han estado ocurriendo en las redes sociales: publicaciones han desaparecido, otras publicaciones son escondidas de los menús para los lectores, y los provocadores
(trolls) abundan en páginas como March Against Monsanto y Occupy Monsanto. Los lectores a menudo tienen dificultad para compartir artículos pertinentes anti-OGMs en los medios sociales. La guerra
en Internet está ACTIVADA.
Mentira 9: Los OGMs no son dañinos para el medioambiente.
La Biotecnología haría que usted creyera que la agricultura de OGMs es una industria tan verde como la agricultura ecológica, trayendo prosperidad y abundancia para todos.
La realidad: No tenemos que mirar sino a la isla de Molokai en Hawai para ver que el horrible daño medioambiental fue obra de Monsanto. La calidad del aire y
la calidad del agua son mortales debido a la instalación para experimentos de casi 2.000 acres (800 hectáreas) de Monsanto. La historia de la isla es desconsoladora: la gente está muriendo de
muertes horribles, la infertilidad es desenfrenada, y otras granjas están siendo contaminadas por la polinización cruzada del franken-maíz que allí se cultiva. Los trabajadores llevan puestos
trajes protectores de la cabeza a los pies durante la fumigación, incluyendo respiradores. Los residentes cercanos, sin embargo, no son provistos de tal equipo y no tienen ninguna otra opción
sino respirar el polvo tóxico que viene de los campos. Esto no es simplemente anecdótico de la pequeña isla: por todo el mundo, muchas áreas alrededor de granjas de OGMs reportan horrorosas
erupciones sangrientas de la piel, un incremento en el asma, y pesticidas tóxicos que se infiltran hasta las aguas subterráneas.
Mentira 10: Acostúmbrese a ello. Los OGMs están aquí para quedarse.
La Biotecnología quiere que usted crea que no tiene sentido enfrentarse contra ellos. Ellos quieren que usted sólo acepte lo que ellos tienen que decir, y comer sus productos contaminados. Ellos
esperan que la gente sienta que ellos son demasiado poderosos para ser combatidos y que la batalla ya ha sido ganada por ellos.
La realidad: Hay una guerra contra los OGMs, y nosotros, la resistencia, estamos ganando terreno. Por compartir información como ésta e informar al público de
los venenos que están siendo cultivados en nuestro propio patio trasero, podemos ofrecer resistencia a la industria biotecnológica. Mediante el uso del poder de los medios sociales,
organizándonos y manifestándonos como millones de personas lo hicieron durante la Marcha Contra Monsanto (25 de Mayo de 2013), podemos decir No.
Rechazando comprar cualquier producto que contenga OGMs, rechazando consumir OGMs en restaurantes, y haciendo correr la voz sobre sus peligros, podemos hacer una diferencia. Educando el público y
dejándolo saber que hemos sido engañados por la industria biotecnológica, por la gran industria agricultora, y por las grandes compañías de alimentos, y que hemos sido traicionados por los
funcionarios electos y las agencias de nuestro propio gobierno, podemos estar unidos contra estas compañías monolíticas. Podemos recordarles que el único modo en que ellos permanecerán en el
negocio es si nosotros, los consumidores, compramos sus productos, y que nosotros, los consumidores, no les permitiremos más que envenenen a nuestras familias y nuestro medioambiente.
RESOLUCION 9.70 hasta el 5 de diciembre
Estamos en un grave peligro EN NUESTRO PAIS, en cuanto a nuestras SEMILLAS y por ende a nuestra alimentación, pues la Resolución 9.70 dice que:
Se reglamenta la producción y comercialización de semillas para siembra en el país y se dictan otras disposiciones...
NO PODEMOS PERMITIR QUE SOLO LAS TRANSNACIONALES COMO MONSANTO, BAYER, DUPONT, SYNGENTA Y OTRAS MAS SEAN DUEÑAS DE NUESTRAS SEMILLAS Y QUE SOLO ELLOS PUEDAN PRODUCIRLAS Y COMERCIALIZARLAS.
ES UN ATROPELLO CONTRA NUESTRAS SEMILLAS NATURALES Y CRIOLAS QUE POR GENERACIONES NOS HAN DADO EL ALIMENTO NATURAL DURANTE CIENTOS DE AÑOS.
LOS COLOMBIANOS DEBEMOS RECHAZAR ENERGICA Y RADICALMENTE ESTAS DISPOSICIONES ABSURDAS QUE SOLO TRAERAN HAMBRE Y DESOLACION A NUESTRO PAIS, PUES LOS ALIMENTOS DE LOS COLOMBIANOS QUEDARAN EN MANOS
DE EMPRESAS PRIVADAS EXTRANJERAS QUE SOLO BUSCAN EL LUCRO PROPIO Y NO LES INTERESA NUESTRA SALUD Y NUESTRA ECONOMIA. Lean el archivo adjunto acerca de la Resolucion 9.70
VAMOS A LA PAGINA DEL ICA: www.ica.gov.co
Y en la parte derecha de la pagina encontraremos un link llamado "CONSULTA PUBLICA" entremos y demos nuestra opinión rechazando radicalmente esta disposición macabra de que sean ILEGALES LAS
SEMILLAS NATURALES ANCESTRALES Y POR CONSIGUIENTE NUESTRO ALIMENTO. Y se convertirán nuestros campesinos en delincuentes por tener SEMILLAS NATURALES Y CRIOLLAS.
Ademas las semillas de Monsanto todas son transgénicas y ese alimentos alterado genéticamente es el que quieren que nosotros sigamos consumiendo a costa de nuestra salud.
TENEMOS TIEMPO HASTA EL 5 DE DICIEMBRE, PARA RECHAZAR ESTA RESOLUCION 9.70
ENVIEN ESTE MENSAJE A TODOS LOS CORREOS QUE PUEDAN PARA MULTIPLICAR ESTA INFORMACION Y QUE TODO COLOMBIA LO SEPA Y RECHACE SEMEJANTE ATROPELLO. También por Facebook.
Colombia libre de Transgenicos.
www.colombia-libre-de-transgenicos.jimdo.com
La ofensiva de UPOV en Chile difiere poco de lo que se está intentando imponer en muchos otros países. Diversos artículos facilitan la apropiación de semillas locales por parte de las empresas,
criminalizan el uso de semillas propias por parte del campesinado, e imponen elementos absurdos como que aquellas empresas que registran alguna variedad como propia luego pueden impedir el uso de
cualquier semilla que se le parezca. Y la amenaza de la confiscación de semillas, cultivos y plantaciones es parte de las nuevas sanciones y grilletes que se imponen a las familias campesinas que
osen continuar haciendo lo que han hecho toda su vida.
Lo que las empresas y el gobierno no esperaban es la reacción social que poco a poco se ha ido construyendo en Chile. La ley de semillas de acuerdo a UPOV 91 fue aprobada en primer trámite en el
año 2010, a pesar de la fuerte oposición de diversas organizaciones campesinas —especialmente de ANAMURI y de la CLOC-VC en Chile—, así como de grupos de la sociedad civil. A pesar de esta
primera derrota, las organizaciones siguieron informando y denunciando los contenidos de la ley, por lo que cuando Chile adhirió al Convenio UPOV 91, la oposición fue muchísimo más amplia y
activa, y llevó a un grupo de senadores a solicitar que el Tribunal Constitucional declarara la inconstitucionalidad de esta adhesión. Aquí se sufrió una nueva derrota, pero el trabajo de
información siguió y se amplió, entre otros medios, a través de las muchas movilizaciones sociales que se han realizado en el país desde 2011, entre las que se destacan las movilizaciones
estudiantiles. Actualmente, el rechazo a la privatización de las semillas y a la Ley UPOV 91 es una preocupación nacional y transversal que hasta hace poco había impedido que la ley fuese
aprobada en segundo trámite. Sin embargo, el gobierno de derecha —bajo la presión del gobierno de Estados Unidos— le dio urgencia a este segundo trámite, intentando aprobar definitivamente la ley
sin que las organizaciones pudiesen reaccionar. La movilización esta vez fue a nivel nacional y por todo tipo de medios, desde marchas en todo el país que causaron gran impacto, a campañas de
información por internet, a programas de radio, entrevistas por televisión, a talleres de información en comunidades rurales, organizaciones estudiantiles, universidades, reuniones con
autoridades religiosas, conversaciones e intercambio de información con senadores, etc. El impacto de miles de personas movilizándose, presionando a senadores y protestando, fue suficientemente
fuerte como para romper al menos parcialmente el férreo cerco informativo que se vive en Chile y para convencer a una mayoría de los senadores (21 de 38) a comprometerse a rechazar el proyecto de
ley. Ante esta nueva situación, el gobierno retiró la ley de la votación, con el fin de postergarla hasta después de las elecciones que se harán en noviembre de 2013, cuando varios de los
senadores actualmente comprometidos contra la ley habrán cesado sus labores parlamentarias. A la fecha en que se escribe esta nota, fines de septiembre de 2013, las organizaciones campesinas y de
la sociedad civil seguirán movilizándose para exigir que el voto de rechazo se haga efectivo a la brevedad.
Lunes 4 de Noviembre de 2013, 11:09 am
Campesinos colombianos denuncian que norma 9.70 sigue vigente
Congelar la norma 9.70 era un compromiso con los campesinos y
con toda la sociedad civil, manifestaron los agricultores colombianos. (Foto: rnv.gob.ve)
Los agricultores advirtieron que si los medios de comunicación no informan que el Instituto Colombiano Agropecuario mantiene vigente la norma 9.70 "nos tocará hacer un programa en
vivo mañana mismo #NoMas970".
A través de la cuenta en Twitter @documental970 los campesinos colombianos denunciaron este lunes que la norma 9.70, que penalizaba a los agricultores por el uso de semillas no certificadas,
sigue vigente.
"Si los medios no dicen que el ICA (Instituto Colombiano Agropecuario) incumplió y la resolución 9.70 sigue vigente, tendremos que ser nosotros", manifestaron los labriegos en la cuenta en
Twitter, creada para revelar el abuso del que son víctimas los agricultores.
Asimismo, anunciaron que "si los medios no muestran que el ICA ha mentido y no ha congelado la 9.70 pues nos tocará hacer un programa en vivo mañana (martes) mismo #NoMas970".
Los agricultores enfatizaron en el servicio que "esto no saldrá en los medios sino hacemos 'bulla'. La resolución 9.70 que prohébe la reserva de semillas está vigente".
"Es increíble que luego de casi un mes de paro y con toda la gente en contra de la 9.70 el ICA nos haya mentido ¡No puede ser, ICA mintió! No congeló la 9.70, era un compromiso con los
campesinos y con toda la sociedad civil", sostuvo este grupo de colombianos.
Tras las fuertes protestas llevadas a cabo durante el Paro Nacional, el Gobierno de Juan Manuel Santos se comprometió el pasado mes de septiembre a no aplicar el estatuto y a reestructurar junto a los
campesinos una nueva propuesta de utilización de semillas que no afecte a los pequeños productores.
El acuerdo sobre la resolución 9.70, que no solo obligaba a los agricultores a comprar semillas certificadas sino que les impedía, además, reutilizarlas en sus siguientes cosechas, no dejaba
claro qué pasaría con las semillas provenientes de otros países.
VENEZUELA VA DOBLANDO LA RODILLA ANTE MONSANTO.
Pese a las advertencias el gigante de los transgénicos
introdujo la discusión del Proyecto de ley de semillas bajo la falsa promesa de solucionar los problemas de producción de alimentos, consecuencia de la guerra económica declarada por las
productoras de alimentos al gobierno de Nicolás Maduro.
A pesar de las advertencias realizadas por organizaciones y
personalidades sobre la peligrosa influencia y compra de voluntades en la Asalmblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela, el gigante IMPERIALISTA de los transgénicos ha logrado que
la Ley de Semillas (denominada ley Monsanto en Latinoamérica) sea tratada en el recinto.
Tras la desaparición física del Comandante Chávez
(quien siempre se opuso a los cultivos transgénicos en su tierra)los lobbies de la alimentación parecen conseguir introducirse en el mercado venezolano con la falsa promesa de solucionar los problemas de producción de alimentos que
experimenta Venezuela como consecuencia de su modelo rentista petrolero y una guerra económica declarada por las propias empresas nacionales e internacionales productoras y distribuidoras de
alimentos al gobierno del presidente Nicolás Maduro.
La Ley de Semillas encierra peligros y, de aprobarse, se
estará abriendo la puerta a Monsanto y sus ejércitos privados encubiertos como científicos y técnicos en cooperación agroalimentaria como ocurriera también en otros países: se sabe que Monsanto
compró al ejército privado estadounidense ex Blackwater, hoy Amesty (aunque fuera desmentido por Monsanto) y que opera antes, durante y después de la invasión a un determinado país.
El proyecto de Ley de Semillas o "Ley Monsanto", será
presentado en primera discusión este próximo 22 de octubre y tiene medidas como las siguientes:
1. Reconocen los derechos de propiedad intelectual sobre la
semilla: (artículos 5 y 6) Este proyecto reconoce como valor al derecho de propiedad intelectual, base fundamental para la privatización de la semilla. Reconoce los derechos de obtentor: que
están controlados por la Unión de Protección de Obtentores Vegetales (UPOV) que permite los derechos de exclusividad y cobro de regalías sobre las semillas para investigadores y empresas. Es una
forma de privatización de la naturaleza que atenta contra la soberanía alimentaria.
2 Establecen fuertes regímenes de inspección, fiscalización y
supervisión para la semilla campesina y establece multas (artículos: 56,60, 74 y 75) a un conjunto de prácticas entre las cuales pueden encontrarse las prácticas tradicionales de intercambio de
semillas. La fiscalización, inspección y multas que establece el proyecto de ley de semillas a la semilla campesina criminalizan prácticas tradicionales de intercambio de semillas, que son la
base de la soberanía alimentaria.
3 Permite la legalización de semillas genéticamente
modificadas (transgénicos) a través de certificados de inocuidad biológica que puede otorgar el Instituto Nacional de Semillas según establece el artículo 34. A pesar de que en su artículo 3 dice
que se prohíben las semillas transgénicas, deja abierta la puerta cuando dice que el Instituto Nacional de Semillas puede otorgar Certificados De Inocuidad Biológica para organismos genéticamente
modificados, es decir transgénicos. En ningún documento legal se habla de transgénicos, en términos legales se usa el término organismos o semillas genéticamente modificados, esta confusión
genera un vació legal favorable para la legalización de las semillas transgénicas
4 No define formas claras de participación popular ni
controlaría social. Sólo se reconoce al Instituto Nacional de Semillas como ente rector, pero no se menciona nunca a las comunas ni el Poder Popular con claridad y cual es su participación en
todos los ámbitos que aborda la ley.
Sin embargo, estas medidas tienen como objetivo encubierto la
ocupación de territorio mediante una supuesta "asistencia técnica" en materia de agroindustria y biotecnología, método empleado por Monsanto en la región para introducir a sus
contratistas.
Italia ya está prohibiendo los alimentos transgénicos de Monsanto
Italia ya está prohibiendo los alimentos transgénicos de Monsanto y se piensa que muy pronto todos los alimentos transgénicos serán totalmente prohibidos en toda Europa.
Más noticias de Europa relativo a los alimentos transgénicos, al mismo tiempo que Italia está por prohibir el maíz transgénico de Monsanto que se cultiva en el país. Esto se produjo poco
después de que Monsanto abandonó su intento de aprobar los cultivos transgénicos en Europa. Debido a la dura oposición Europea y una gran cantidad de activismo, Monsanto está teniendo un
momento muy difícil en los últimos tiempos, más difícil de lo que hemos visto nunca. Es uno de los muchos indicios que ilustran nuestra capacidad a todos de tener un impacto y empezar a
crear un cambio en este planeta, paso a paso. Está claro lo que las masas ya tienen más poder que todo el dinero que Monsanto está utilizando para comprar políticos y votos a su favor.
No hay muchos cultivos transgénicos aprobados en Europa en este momento, de hecho, sólo dos. Eso incluye el maíz MON810, que Italia se está casi para prohibir. Tres ministerios italianos
han firmado un documento que prohibirá el maíz, citando preocupaciones medioambientales. El decreto todavía tiene que ser ratificado, pero parece ser que se hará. La prohibición también
fue firmada por los ministerios de salud y del medio ambiente debido que la cosecha de maíz transgénico tiene un impacto muy negativo sobre la biodiversidad.
“Nuestra agricultura se basa en la diversidad biológica, en la calidad, y los que hay que seguir para aspirar a – El Ministerio de Salud y medio ambiente
La respuesta de la Comisión Europea ha sido la siguiente:
La comisión estudiará la medida de salvaguardia de Italia con más detalle, y ya hemos solicitado a la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria para evaluar el fundamento científico de
la decisión – Frederic Vincent, portavoz de salud de la Comisión
En Europa, cualquier estado que desea prohibir o establecer salvaguardas contra el cultivo de OMG está permitido hacerlo, si creen que presenta un riesgo ambiental o de salud. Hay tanta
oposición a los transgénicos en Europa en este momento que Monsanto abandonó el impulso a cultivar sus cosechas allí, excepto el maíz transgénico. Ahora crecerán en Estados Unidos todos
los productos transgénicos y tratará de enviarlo a Europa en su lugar, contaminando el pueblo y el medioambiente de Estados Unidos.
Desde mucho, esperemos que la prohibición pueda ocurrir en América del Norte, como los transgénicos están prohibidos en todo el planeta en muchos países. Pero en Estados Unidos, ni
siquiera sabemos cuáles son los productos que contienen alimentos transgénicos. Dado que la respuesta es “casi todo lo que se encuentra en los supermercados”, etiquetar los productos le
da un terror enorme a Monsanto. Al final del día, todo se reduce a tomar mejores decisiones en su vida.
Casi el 80 por ciento de los italianos están a favor de la prohibición de los alimentos transgénicos, pero la prohibición sólo será válida por un período de 18 meses. Vamos a ver qué pasa
después de eso. Cinco países de la UE creció el maíz MON810 en 2012, pero se piensa que muy pronto habrá una interdicción total de los productos transgénicos en todo Europa. Es agradable
ver a tantos pasos adelante en lo que respecta a los OMG últimamente. Vamos a mantener el activismo, y vamos a seguir compartiendo información, educar a las masas y despertar al mundo!
México: Tribunal suspende siembra de maíz GM Posted: 16 Oct 2013 06:56 PM PDT Tribunal Federal suspende toda la siembra de maíz transgénico en México
Fecha de Publicación: 14/10/2013 Fuente: Biodiversidad en América Latina y El Caribe País/Región: México
El Juzgado Federal Décimo Segundo de Distrito en Materia Civil, en el Distrito Federal, emitió una medida precautoria en la que ordena a Sagarpa y Semarnat, abstenerse de realizar actividades
tendientes a otorgar permisos de liberación al ambiente de maíz Genéticamente Modificado (OGM) , prescindir de efectuar procedimientos para la liberación comercial, piloto y experimental al
ambiente de OGM de maíz; y suspender el otorgamiento de permisos de liberación experimental, piloto y comercial de OGM de maíz.
La medida precautoria, basada en el riesgo de daño inminente al medio ambiente, impide a empresas trasnacionales tales como Monsanto y Pioneer -entre otras-, liberar maíces transgénicos en el
campo mexicano, en tanto se resuelva el juicio de acción colectiva, explicaron los abogados de la Asociación civil "Colectivas", encabezados por el Lic. René Sánchez Galindo, quienes fungen como
representantes legales.
La demanda colectiva fue presentada el pasado 5 de julio por un grupo de ciudadanos y ciudadanas del que forman parte personalidades como el Padre Miguel Concha, el Dr. Antonio Turrent, el Mtro.
Bernardo Bátiz, el Dr. Víctor Manuel Toledo, el Dr. Raúl Hernández Garciadiego, el Ing. Víctor Suárez, el Antropólogo Julio Glockner, el Lic. Federico Guillermo Berrón Autrique y la Mtra. Adelita
San Vicente, además de actrices como Jesusa Rodríguez y Regina Orozco, entre otras personas firmantes.
La colectividad de demandantes también está integrada por organizaciones de productores, indígenas, apicultores, ambientalistas como la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de
Productos de Campo (ANEC); la Fundación Semillas de Vida A.C; ANEMA A.C; Fomento Cultural y Educativo A.C.; Fronteras Comunes A.C.; Alternativas y Procesos de Participación Social A.C. de
Tehuacán Puebla; Tosepan Titataniske, de Cuetzalan, Puebla, y de Tlaxcala el Grupo Vicente Guerrero A.C.; así como la ARIC en defensa del Maíz Nativo.
Asimismo, Sánchez Galindo explicó que la colectividad integrada por 53 académicos, campesinos, apicultores y activistas, junto con las asociaciones civiles firmantes, nombró como representante
común de la colectividad demandante, a la Maestra Adelita San Vicente Tello, quien en términos de la Ley deberá desempeñar una función de interés público, en representación de la colectividad
titular del derecho humano al medio ambiente.
El Padre Miguel Concha aseveró que la resolución del juez se inscribe en el espíritu del Principio Precautorio contenido en diversos instrumentos internacionales en materia de derechos humanos.
Asimismo, dijo que el Estado mexicano está obligado a proteger los derechos humanos de las y los mexicanos frente a intereses económicos de grandes empresas; por ello es que la orden judicial de
detener la siembra de maíz transgénico es un avance para que los derechos humanos a la alimentación, la salud y el medio ambiente se vean garantizados en el territorio Mexicano. Explicó que la
demanda colectiva también busca proteger el derecho humano de conservar, utilizar y participar de la biodiversidad de los maíces nativos, frente a la amenaza que representan los maíces
transgénicos. Se trata de un derecho colectivo de la población mexicana, derecho reconocido por la Constitución, las leyes y los tratados internacionales, explicó el defensor de derechos
humanos.
Por su parte Víctor Suárez Carrera, Director Ejecutivo de la ANEC, señaló que los productores se verían ampliamente afectados frente a la monopolización de sector semillas a través de esta
tecnología. Detalló que los Científicos han demostrado que “no es posible contener al maíz transgénico y que la acumulación progresiva e irreversible de los paquetes transgénicos actuales y
futuros, pudiera rebasar el umbral letal de tolerancia de la planta e impedir su sobrevivencia", afectando gravemente a la planta y la condición única de México como centro de origen y
diversificación continua. El Dr. Raúl Hernández Garciadiego señaló que esta medida protege a todo el país, como un territorio unitario en el que se originó la invención del maíz y cuyos pueblos
lo han cuidado y mejorado ininterrumpidamente desde hace más de siete mil años.
En cuanto al consumo la Dra. Mercedes López, de Vía Orgánica dio a conocer el grave riesgo en que nos encontramos las y los mexicanos frente al hecho de que el 53% de la ingesta calórica
(carbohidratos) y el 22% de la proteínica de la dieta nacional provienen del consumo directo del maíz como grano nixtamalizado. Si se permitiera la siembra indiscriminada de maíz transgénico,
todas las mexicanas y mexicanos seríamos afectados pues cada día se revelan nuevas las investigaciones que demuestran el daño a la salud causado por los transgénicos.
Finalmente, Adelita San Vicente, representante de la Fundación Semillas de Vida A.C., detalló que la demanda fue elaborada con base en investigaciones de los mejores científicos del país en la
materia. Algunos de ellos nos acompañan como firmantes de la demanda, mientras que otros participarán en su momento, presentando los peritajes que se requieran dentro del juicio.
Explicó que los hechos que se denuncian en la demanda colectiva fueron aportados por diversas organizaciones y son fruto del trabajo de defensa jurídica realizado a lo largo de los años al
interior de la Campaña Nacional Sin maíz no hay país.
Finalmente, señaló que “Esta acción sintetiza lo que hemos venido demandando a lo largo quince años: la protección del maíz como el alimento básico de los mexicanos, así como la preservación de
nuestro país libre de transgénicos ya que es el reservorio genético de este cereal, fundamental para la humanidad y principal cultivo mundial en la actualidad”.
.
NO COMPRES NI CONSUMAS ALIMENTOS QUE CONTENGAN TRANSGENICOS. HAZLO POR TU SALUD Y LA DE LOS TUYOS
Costa Rica: ecologistas presentan proyecto de moratoria a los cultivos transgénicos
Este 16 de octubre, Día Mundial de la Alimentación, varias organizaciones ecologistas convocaron a la jornada nacional de lucha en defensa de las semillas “¡Pura Vida sin Transgénicos!”,
durante la cual presentaron ante la Asamblea Legislativa una iniciativa de ley de moratoria a los cultivos transgénicos
El “Proyecto de Ley de Moratoria Nacional a la Liberación y Cultivo de Organismos Vivos Modificados”, cuya presentación contó con el
apoyo político de diputados de Acción Ciudadana y el Frente Amplio, pretende “cerrar las puertas a los cultivos transgénicos y seguir por el camino de una Costa Rica ecológicamente
sustentable y socialmente justa”, se lee en un comunicado difundido por el Bloque Verde y la Federación Ecologista Costarricense (FECON).
Además, apuesta a hacer respetar la voluntad popular que se ha expresado a través del firme rechazo a los cultivos transgénicos.
Actualmente, 63 de los 81 municipios del país han declarado sus territorios libres de transgénicos, es decir el 77 por ciento de los gobiernos locales de Costa Rica.
“Desde que comenzamos a denunciar públicamente las pretensiones de Monsanto de sembrar maíz transgénico, hemos venido profundizando el trabajo de concientización en los territorios.
El proyecto de moratoria, entonces, es el resultado de todo ese trabajo y de la voluntad muy firme de la gente”, dijo a La Rel, Eduardo López Quirós, ingeniero agrónomo y dirigente
activista del Bloque Verde.
En noviembre de 2012, la empresa D&PL Semillas Ltda, subsidiaria de la compañíaDelta & Pine Land, controlada por Monsanto, presentó ante la Comisión Técnica Nacional de
Bioseguridad (CTNBio) una solicitud para sembrar en la región del Guanacaste varias hectáreas de maíces transgénicos MON-88017, MON-603 y MON-89034.
Los transgénicos non tan santos y Monsanto
Un reciente estudio conducido por el biólogo francés Gilles Eric Seralini demostró que las ratas alimentadas con maíz transgénico MON-603, patentado por Monsanto, murieron prematuramente
y tuvieron una frecuencia de tumores del 60-70 por ciento, frente a un 20-30 por ciento del grupo al que no se le proporcionó ese alimento.
Tras la decisión de aprobar dicha solicitud de la corporación norteamericana, varias organizaciones ecologistas y sectores de la sociedad costarricense interpusieron un recurso ante la
Sala Constitucional, logrando la suspensión del proyecto de Monsanto, hasta tanto los magistrados no escuchen las partes, adquieran más informaciones y emitan un fallo sobre el fondo del recurso.
Proyecto de Moratoria
El proyecto de ley consta de 5 artículos y plantea la urgencia de declarar una moratoria indefinida de los cultivos transgénicos, hasta que se logre probar de manera científica que no
constituyen un peligro para la salud humana, la biodiversidad y los elementos socio-culturales que caracterizan a la nación centroamericana.
Asimismo, define qué aplicaciones de la ingeniería genética no serán permitidas, al mismo tiempo que impulsa el fomento de las prácticas agroecológicas y la agricultura orgánica.
“El país ya está viviendo situaciones muy difíciles a raíz de la expansión irracional del monocultivo de piña, banano y palma africana. Este proyecto de ley representa un llamado urgente
de la sociedad costarricense a la Asamblea Legislativa, para que se proteja el patrimonio agrícola nacional y nuestras semillas”, advirtió López.
Durante todo el día y en diferentes partes del país, la población realizó foros, altares de semillas criollas, proyección de videos y un sinnúmero de otras actividades culturales,
difundiendo el amor a las semillas y a los alimentos sanos libres de transgénicos.
En la capital, una gran movilización llegó hasta las afueras del Parlamento. Después de la construcción de un altar de semillas en homenaje a las culturas indígenas y campesinas, las
organizaciones convocantes dieron a conocer el contenido del proyecto de ley y realizaron formal entrega ante el poder legislativo.
“Pese a la campaña mediática de desinformación de parte del gobierno y la empresa privada, tanto nacional como internacional, la gente y las comunidades ya han ido empoderándose del tema
y no se dejan engañar tan fácilmente”, concluyó el activista del Bloque Verde.
Nestlé patenta miles de componentes que produce el cuerpo humano
Advierten que "es una locura" que se conceda a compañías patentes que se relacionan a la leche materna, células y fluidos
No solo Monsanto patenta
componentes de la naturaleza, como semillas, orientando a los agricultores a comprar sólo aquellas certificadas,
sino que Nestlé ahora
está patentando componentes propios del ser humano, como la leche materna y otros elementos corporales.
La Organización Netzfrauen destacó que el hecho que los productos naturales, ya sean humanos o del mundo vegetal, como las semillas de las plantas, estén siendo
patentadas y pasen a ser propiedad de grandes corporaciones es un gran cambio de gestión, que permite sólo a ellos su poder y dominio.
Netzfrauen criticó el hecho que la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de EE.UU. defina a las células humanas como un
fármaco, de manera que puedan entrar en competencia de los productos registrados.
“Los pechos son de las mujeres y la leche que ellas producen les pertenece”.
“La personas tienen sus células madre y sus fluidos tisulares.
Una compañía que concede patentes que se relacionan con la leche materna es sólo locura”, destacó en su reporte.
El ser humano cuenta con estos productos propios
para poder defender el cuerpo
de posibles virus y bacterias y otras enfermedades.
La leche materna cuenta con proteínas, lactosa,
carbohidratos, triglicéridos y la grasa de la leche.
Contiene el ácido oleico,
que elimina las células tumorales grasos, además de los
ácidos grasos insaturados y los ácidos grasos insaturados.
Con la lactancia, que en tiempos modernos se redujo a unos seis meses, y que en el pasado llegaba a los dos años, los bebés se mantienen sanos hasta que forman su propio sistema inmunitario y
defensas que perdurarán en la vida.
“El material genético en la leche materna no puede ser patentado para fines comerciales”, señala Netzfrauen, destacando que tampoco puede disponerse "como una
factor adicional a sus patentes existentes”.
En el mes de julio, la organización informó que Nestlé tenía2.000 patentes de componentes de la leche materna.
Venta de productos paralelos
Paralelamente al cuestionamiento ético de la certificación de productos propios del cuerpo humano, en las redes sociales e Internet surgen negocios al margen de la ley donde son
mencionados estos componentes.
En fórum femeninos difundidos en Internet, se leen publicidades de productos que se describen como patentados y autorizados por algún Ministerio de Salud y que
supuestamente incluyen componentes de la leche materna "patentado".
Estos productos vendidos en redes de comercio marginal, son normalmente ofrecidos para prevenir enfermedades como depresión, Alzheimer, cefalea y otros estados no normales, que
pueden ser evitados con una sana alimentación desde la leche materna.
Los Transgenicos han cambiado drasticamente la historia de la humanidad, pues todos los aspectos de la vida en todo el mundo han sido afectados; ya sea en el
aspecto de la SALUD, DEL MEDIO AMBIENTE, LO SOCIAL, POLITICO, NUTRICION, EN LA AGRICULTURA, EN LAS LEYES, EN LA GUERRA, EN LA CULTURA Y EN GENERAL TODO.
Y lo mas increible es que desde hace 20 años que los transgenicos han contaminado el planeta y hasta el dia de hoy la gente NO SABE QUE SON LOS TRANSGENICOS,
COMO AFECTAN LA VIDA DEL HOMBRE Y HASTA DONDE HAN LLEGADO.
Hoy en dia LOS ALIMENTOS QUE HOY CONSUMIMOS EN SU MAYORIA SON TRANSGENICOS Y LA SOCIEDAD LO IGNORA.
El principal motivo de las transnacionales con los transgenicos, NO es para acabar con el hambre en el mundo, Ni tampoco para que la gente se alimente mejor,
Ni para que los alimentos tengan mas valor nutritivo. Lo que realmente ellos buscan es tener el control de las semillas y asi ser los dueños del mundo.
Ante la resistencia de grupos ecologistas y varios gobiernos del continente europeo, estos han rechazado de manera contundente a los organismos genéticamente modificados (OGM).
En países como Italia, Alemania y Francia se prohibió por ejemplo el cultivo y exportación de las semillas transgénicas obligando a las compañías líderes de la agroquímica a replantear su
modelo de negocio.
Mientras esto pasa, en Colombia y Latinoamerica la situación es distinta ya que Monsanto y otras transnacionales están haciendo una campaña agresiva de poder economico y dominio de los
alimentos.
El maíz NK603 es una de las bombas transgénicas de Monsanto y se vende en Colombia
“Es una hecatombe. Y dan ganas de llorar”, concluyó el biólogo francés Gilles-Eric Séralini después de una larga investigación en la que ratas de laboratorio fueron alimentadas con NK603, un maíz
transgénico de la multinacional estadounidense agroalimentaria Monsanto. Los resultados, publicados en la revista especializada Food and Chemical Toxicology, son preocupantes:
tumores, necrosis de hígado, insuficiencias renales y reducción de la expectativa de vida.
El estudio se extendió sobre más de dos años y 200 ratas divididas en nueve grupos, que comían en mayor o menor medida maíz transgénicos. Por sus dimensiones, su ambición y sus alcances, muchos
científicos consideran que la investigación es verdaderamente revolucionaria. Es ni más ni menos, el primer estudio en el que se prueba que los organismos genéticamente modificados
(OGM) tienen una consecuencia sobre el organismo.
En su portada la revista francesa Le Nouvel Observateur afirmó que se “pulveriza una verdad oficial: la inocuidad del maíz genéticamente modificado”. Según escribieron, si el
maíz fuera un medicamento, no pasaría las pruebas que autorizan su venta y tendría que ser suspendido a la espera de nuevas investigaciones.
Las diferencias entre las ratas que consumían OGM y las que no, empezaron a verse al cabo de un año. Entre las ratas de sexo masculino, se constató que las congestiones y las necrosis del hígado
son entre 2,5 y 5,5 veces más frecuentes. Estas sufren también de 1,3 a 2,3 veces más insuficiencias renales graves. En el grupo de las ratas de sexo femenino se evidenciaron enormes tumores
que llegaron a tener el tamaño de una bola de ping-pong y a representar el 25 por ciento del peso del animal. La probabilidad de que desarrollaran estas deformidades fueron de dos a tres veces
superiores al resto de los roedores.
Los gigantes de la distribución francesa Auchan y Carrefour, que prefieren evitar cualquier demanda y escándalo con los productos que venden, patrocinaron la investigación, que fue realizada en
el secreto más absoluto y bautizada con el código In Vivo. Séralini cuenta que la comunicación con sus colaboradores se hizo solo por correos electrónicos codificados, que evitó hablar por
teléfono y que incluso montaron un estudio paralelo para no levantar sospechas de las multinacionales y evitar cualquier intervención.
Hasta ahora la mayoría de estudios sobre los OGM no había demostrado diferencias significativas entre los grupos que los consumían y los que no. Pero estas investigaciones eran hechas sobre un
periodo más corto, generalmente de tres meses. Además, según resalta el periódico Le Monde, “casi todos fueron financiados o hechos por firmas agroquímicas”.
El NK603 es un maíz producido por Monsanto resistente al Round- Up, el herbicida estrella de la multinacional. Los agricultores que usan este tipo de maíz pueden tratar sus sembrados con Round-Up
sin alterar sus cultivos.
En Europa, aunque su cultivo aún no esté autorizado, se pueden importar alimentos que contienen maíz NK603 para los animales como para los humanos. El cultivo del NK603 está autorizado en 12
países: Estados Unidos, Argentina, Brasil, Canadá, Japón, Sudáfrica, Filipinas, Paraguay, Uruguay, El Salvador, Honduras y…Colombia. En el país hay varias resoluciones del Instituto
Colombiano Agropecuario (ICA) que autorizan la importación y el cultivo del NK603. Un estudio del Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) autorizó este tipo de maíz
para aceite refinado y harina de maíz y como “materia prima para la producción de alimentos”.
Según la página del Isaa (Servicio internacional
para la adquisición de aplicaciones agrobiotecnológicas), una organización que promueve el uso de OGM, en Colombia hay 26 semillas genéticamente modificadas que se pueden cultivar. Estas incluyen
claveles, algodón, arroz, rosas, soya, remolacha, trigo, maíz y lino. Colombia es así el cuarto país, después de México, Brasil y Argentina, donde el cultivo de más semillas transgénicas está
autorizado.
Monsanto, y varios científicos, no tardaron en cuestionar al doctor Séralini. Lo acusaron de no ceñirse a los protocolos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)
,que estipula que los grupos estudiados tienen que ser de 50 ratas y no de 10, de no dar más detalles sobre las dietas de los roedores y de usar ratas que desarrollan tumores más fácilmente. En
un comunicado resumieron su argumentación en una frase: “Este estudio no respeta las normas mínimas requeridas para este tipo de investigación científica”.
Chamanismo Gnostico de la Luz
Monsanto engañó con transgénicos a agricultores colombianos
por AFP— Última modificación Jun 12, 2009 03:23 PM
BOGOTÁ (Colombia). - Algodoneros colombianos anunciaron este martes que demandarán al grupo agroindustrial estadounidense Monsanto por dar información
engañosa sobre una semilla transgénica, cuyo uso aseguran dañó 13% de la cosecha del norte del país, provocando pérdidas por siete millones de dólares.
Los productores de los departamentos de Córdoba y Sucre (norte) agrupados en Conalgodón afirmaron en un comunicado que a través de su distribuidora en Colombia Monsanto les vendió una
semilla transgénica que aseguró era resistente a una peligrosa plaga y a los efectos del herbicida glifosato, pero en la práctica no resultó así.
Los algodoneros acusan a Monsanto de "no haber entregado información pertinente sobre las características de las variedades que se sembraban por primera vez en la región, como la DP 164,
y haber realizado una transferencia irresponsable sobre el manejo agronómico de las mismas".
Según Conalgodón, que agremia a 27 asociaciones algodoneras, los agricultores compraron la DP 164, tres veces más costosa, confiados en la información de Monsanto, pero luego tuvieron que
enfrentar pérdidas tras un ataque de la plaga "spodoptera", mientra que el uso del glifosato causó enormes daños a la cosecha.
Monsanto había aceptado compensar con 640 mil dólares para distribuirlos entre todos los agricultores afectados en forma proporcional a sus cultivos, pero condicionó su entrega a
exigencias que hicieron imposible cumplir el acuerdo, asegura Conalgodón.
La agremiación anunció que recurrirá a la justicia para que "sancione a la multinacional por las graves omisiones y fallas de información en que incurrió".
- See more at: http://bionero.org/sociedad/monsanto-engano-con-transgenicos-a-agricultores-colombianos#sthash.aLYydbQu.dpuf
Monsanto engañó con transgénicos a agricultores colombianos
por AFP— Última modificación Jun 12, 2009 03:23 PM
BOGOTÁ (Colombia). - Algodoneros colombianos anunciaron este martes que demandarán al grupo agroindustrial estadounidense Monsanto por dar información
engañosa sobre una semilla transgénica, cuyo uso aseguran dañó 13% de la cosecha del norte del país, provocando pérdidas por siete millones de dólares.
Los productores de los departamentos de Córdoba y Sucre (norte) agrupados en Conalgodón afirmaron en un comunicado que a través de su distribuidora en Colombia Monsanto les vendió una
semilla transgénica que aseguró era resistente a una peligrosa plaga y a los efectos del herbicida glifosato, pero en la práctica no resultó así.
Los algodoneros acusan a Monsanto de "no haber entregado información pertinente sobre las características de las variedades que se sembraban por primera vez en la región, como la DP 164,
y haber realizado una transferencia irresponsable sobre el manejo agronómico de las mismas".
Según Conalgodón, que agremia a 27 asociaciones algodoneras, los agricultores compraron la DP 164, tres veces más costosa, confiados en la información de Monsanto, pero luego tuvieron que
enfrentar pérdidas tras un ataque de la plaga "spodoptera", mientra que el uso del glifosato causó enormes daños a la cosecha.
Monsanto había aceptado compensar con 640 mil dólares para distribuirlos entre todos los agricultores afectados en forma proporcional a sus cultivos, pero condicionó su entrega a
exigencias que hicieron imposible cumplir el acuerdo, asegura Conalgodón.
La agremiación anunció que recurrirá a la justicia para que "sancione a la multinacional por las graves omisiones y fallas de información en que incurrió".
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Monsanto engañó con transgénicos a agricultores colombianos
por AFP— Última modificación Jun 12, 2009 03:23 PM
BOGOTÁ (Colombia). - Algodoneros colombianos anunciaron este martes que demandarán al grupo agroindustrial estadounidense Monsanto por dar información
engañosa sobre una semilla transgénica, cuyo uso aseguran dañó 13% de la cosecha del norte del país, provocando pérdidas por siete millones de dólares.
Los productores de los departamentos de Córdoba y Sucre (norte) agrupados en Conalgodón afirmaron en un comunicado que a través de su distribuidora en Colombia Monsanto les vendió una
semilla transgénica que aseguró era resistente a una peligrosa plaga y a los efectos del herbicida glifosato, pero en la práctica no resultó así.
Los algodoneros acusan a Monsanto de "no haber entregado información pertinente sobre las características de las variedades que se sembraban por primera vez en la región, como la DP 164,
y haber realizado una transferencia irresponsable sobre el manejo agronómico de las mismas".
Según Conalgodón, que agremia a 27 asociaciones algodoneras, los agricultores compraron la DP 164, tres veces más costosa, confiados en la información de Monsanto, pero luego tuvieron que
enfrentar pérdidas tras un ataque de la plaga "spodoptera", mientra que el uso del glifosato causó enormes daños a la cosecha.
Monsanto había aceptado compensar con 640 mil dólares para distribuirlos entre todos los agricultores afectados en forma proporcional a sus cultivos, pero condicionó su entrega a
exigencias que hicieron imposible cumplir el acuerdo, asegura Conalgodón.
La agremiación anunció que recurrirá a la justicia para que "sancione a la multinacional por las graves omisiones y fallas de información en que incurrió".
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Monsanto engañó con transgénicos a agricultores colombianos
por AFP— Última modificación Jun 12, 2009 03:23 PM
BOGOTÁ (Colombia). - Algodoneros colombianos anunciaron este martes que demandarán al grupo agroindustrial estadounidense Monsanto por dar información
engañosa sobre una semilla transgénica, cuyo uso aseguran dañó 13% de la cosecha del norte del país, provocando pérdidas por siete millones de dólares.
Los productores de los departamentos de Córdoba y Sucre (norte) agrupados en Conalgodón afirmaron en un comunicado que a través de su distribuidora en Colombia Monsanto les vendió una
semilla transgénica que aseguró era resistente a una peligrosa plaga y a los efectos del herbicida glifosato, pero en la práctica no resultó así.
Los algodoneros acusan a Monsanto de "no haber entregado información pertinente sobre las características de las variedades que se sembraban por primera vez en la región, como la DP 164,
y haber realizado una transferencia irresponsable sobre el manejo agronómico de las mismas".
Según Conalgodón, que agremia a 27 asociaciones algodoneras, los agricultores compraron la DP 164, tres veces más costosa, confiados en la información de Monsanto, pero luego tuvieron que
enfrentar pérdidas tras un ataque de la plaga "spodoptera", mientra que el uso del glifosato causó enormes daños a la cosecha.
Monsanto había aceptado compensar con 640 mil dólares para distribuirlos entre todos los agricultores afectados en forma proporcional a sus cultivos, pero condicionó su entrega a
exigencias que hicieron imposible cumplir el acuerdo, asegura Conalgodón.
La agremiación anunció que recurrirá a la justicia para que "sancione a la multinacional por las graves omisiones y fallas de información en que incurrió".
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Monsanto engañó con transgénicos a agricultores colombianos
por AFP— Última modificación Jun 12, 2009 03:23 PM
BOGOTÁ (Colombia). - Algodoneros colombianos anunciaron este martes que demandarán al grupo agroindustrial estadounidense Monsanto por dar información
engañosa sobre una semilla transgénica, cuyo uso aseguran dañó 13% de la cosecha del norte del país, provocando pérdidas por siete millones de dólares.
Los productores de los departamentos de Córdoba y Sucre (norte) agrupados en Conalgodón afirmaron en un comunicado que a través de su distribuidora en Colombia Monsanto les vendió una
semilla transgénica que aseguró era resistente a una peligrosa plaga y a los efectos del herbicida glifosato, pero en la práctica no resultó así.
Los algodoneros acusan a Monsanto de "no haber entregado información pertinente sobre las características de las variedades que se sembraban por primera vez en la región, como la DP 164,
y haber realizado una transferencia irresponsable sobre el manejo agronómico de las mismas".
Según Conalgodón, que agremia a 27 asociaciones algodoneras, los agricultores compraron la DP 164, tres veces más costosa, confiados en la información de Monsanto, pero luego tuvieron que
enfrentar pérdidas tras un ataque de la plaga "spodoptera", mientra que el uso del glifosato causó enormes daños a la cosecha.
Monsanto había aceptado compensar con 640 mil dólares para distribuirlos entre todos los agricultores afectados en forma proporcional a sus cultivos, pero condicionó su entrega a
exigencias que hicieron imposible cumplir el acuerdo, asegura Conalgodón.
La agremiación anunció que recurrirá a la justicia para que "sancione a la multinacional por las graves omisiones y fallas de información en que incurrió".
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Escribenos y te responderemos cualquier inquietud
noalostransgenicos@hotmail.com
Los alimentos procesados que consumimos en general en el país son de origen transgenicos y eso esta modificando Nuestro Código Genético sin que se nos informe nada al respecto y sin
preguntarnos si estamos de acuerdo......??????
Es hora de dejar de comprar y consumir Transgénicos
BUENA ESA PERU!!! COLOMBIA, DESPIERTA!!!
Perú acaba de firmar otra prohibición de 10 años para Monsanto. Uno de los pocos países de América del Sur en mantenerse firme. La foto de impresionantes papas peruanas. Perú
tiene mas de 100 variedades y las tiene desde siempre.